La peste que menos muertes ha registrado, de todas las que a lo largo de la humanidad nos han asolado, como nunca, nos tiene aterrados. Me pregunto: ¿De qué se trata todo esto?…
Un Virus mutante, que para muchos científicos es uno de los menos letales de todos y, que hasta hace muy poco, en realidad la mayoría de los seres humanos no sabíamos de su existencia. Pero hoy, gracias a la labor negra de los medios masivos tradicionales de comunicación, políticos y financieros sin escrúpulos, y a numerosos alarmistas de las redes sociales, tiene a medio mundo recluido y al mundo en el abismo de una debacle financiera.
Se le denomina Covid – 19, y se ha esparcido como Coronavirus, el cual de la noche a la mañana empezó a cobrar relevancia, no tanto por los estragos que estaba causando en China principalmente, sino porque los tradicionales medios de comunicación del mundo, al parecer bajo una orquestación mundial, empezaron a abrirle espacios en los noticieros, primero como una noticia muy sin importancia, pero que se fue resaltando día a día hasta convertirla en el tema obligado, desembocando esta pandemia informativa, en una histeria colectiva que mantiene encerrados en sus casas a millones de seres humanos en algunos países del mundo. Que no en todos, tenemos que dejar asentado esto.
Para las nuevas generaciones, esto es nuevo, pero para quienes no nos cocemos al primer hervor, ya es una vieja treta que venimos conociendo con diferentes facetas: Fiebres Aviar, Porcina, Cólera, Tuberculosis, Dengue, y un sinfín más de nombres aterradores.
De todas las anteriores, que de acuerdo a los voceros oficiales de los países, causaron millones de muertos, muchos, muchos millones más que las insignificantes cantidades que ha significado la letalidad del Covid – 19.
Todas las pandemias anteriores se han caracterizado, al igual que esta, por venir acompañadas de un misterioso origen, y esparcidas por el mundo de manera también oscura. Lo curioso es, que todas vienen también acompañadas de increíbles turbulencias financieras, el caso es que antes como ahora, se viene la tormenta de una pandemia funesta, que nos aterra, perdemos la noción de las cosas, por ejemplo ahora: no importa que nadie trabaje. Primero es la salud. Quédate en casa, por tus hijos, por tus seres queridos. “Qué importa que no haya para comer”. Primero es la salud, rezan los mensajes por todos lados. Y ahí está medio mundo paralizado por una pandemia que es menos letal que un catarro común y corriente.
Pero mejor pasemos a los remedios, los cuales son los mismos para todas las pandemias que nos han asolado:
El primero es: que los países “afectados por tal diabólica pandemia, acepten un préstamo de emergencia del Fondo Monetario Internacional, FMI. Prestamos que se ofrece en millones de dólares, digamos unos 5 mil millones de dólares por país. Claro con sus respectivos intereses y el embargo, como garantía de pago, de algo de pronta y segura conversión en dinero. Si, atinó, Petróleo.
El Segundo: Los países “afectados”, más tarde que temprano, tendrán que adquirir cientos de toneladas de vacunas para la endiablado pandemia. Igual que en el punto anterior, a un costo millonario.
El Tercero: los gobiernos de los países “afectados” deberán rescatar, con cargo al erario público, de sus millonarias pérdidas; a bancos; grandes corporativos y empresas privadas.
El Cuarto: deberán recetarles amargas recetas de austeridad a los ciudadanos de los países “afectados”, para que contribuyan al pago de intereses de los préstamos generados para su rescate de las garras del temible virus, en este caso Covid-19 o Coronavirus, para el caso dea lo mismo y;
El Quinto: son varias recetas más, pero las más destacadas son las anteriores, y ya verán, que muy pronto empezarán a salir una a una, de hecho, a México ya vino el FMI a ofrecerle un crédito de 5 mil millones de dólares, pero AMLO, atinadamente lo rechazó, lo cual es un hecho histórico y que debe de sentar un precedente, también histórico, y que el resto de los países deberían hacer lo mismo. Y ya verán que se acaban las pandemias.
En verdad, que quienes están atrás de estás monstruosidades, son unos criminales que deberían ser enjuiciados por el crimen de lesa humanidad, (Se considera crímenes de lesa humanidad —o contra la humanidad— a aquellos delitos especialmente atroces y de carácter inhumano, que forman parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil, cometidos para aplicar las políticas de un Estado o una organización). Así o más claro.
Pero mientras despertamos y nos damos cuenta de los que nos están haciendo, les dejo un vídeo en el que explico que esta nueva “amenaza a la humanidad” es, en verdad, una gran oportunidad para salir renovados y fortalecidos, les aclaro que es el primero de sus serie.
Espero que sea de su agrado y de igual forma sus comentarios…
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