Al llegar a un rincón remoto adentrado en las estribaciones de montaña en Concordia durante el mes de febrero los gritos de las Aras es ensordecedor, venían de todas partes a visitar una Chalata que estaba en su esplendor, lleno de frutos. Fernando Terán me comenta con alegría, tenía años que no veía tantas GUACAS, hay por miles y está por caer ya la chalata, quedan pocos días para que la dejen pelona ¡Qué bueno que viniste! Ya veraz como se pone en el atardecer, habrá que subir al cerro y ver la mejor forma de poder ver el espectáculo en la tardeada exclamó Fernando. En la plática, Fernando me comenta que rara vez se ven tantas Guacamayas en un árbol de Chalata, los frutos deben de estar en su punto, ni muy dulces ni muy amargos; son muy especiales estos animales, le inteligen a todo.
Decidimos subir por el lado oeste de la montaña se podía observar mejor la chalata, que ya tiene más de dos siglos en el arroyo Colorado. Ahí me quedé quieto y a la espera con la cámara lista. Observaba cada movimiento con los binoculares. A las puras 4 y media de la tarde empezaron a caer como proyectiles del cielo, siempre en parejas, era algo tan extraordinario que no lo podía creer. Me pasaban volando a 3 ms. de mi escondite y planeaban para caer justo sobre el dosel del árbol de Chalata. Su misión era deleitarse con los higos maduros. Con los gritos de las que llegaban, atraían a un mundo de Guacamayas. La selva tropical seca se convertía en un frenesí de actividad. Los gritos del este, oeste, norte y sur de las guacamayas eran prácticamente inimaginable, pero estaba pasando, yo estaba completamente mojado en sudor pero trate de ser lo más sigiloso posible para poder lograr unas fotos, sin causar molestia alguna, aunque estaba a 90 ms de distancia son muy ariscas cuando te ven en un lugar donde nunca han visto un ser humano. Sobre el dosel del árbol había una guacamaya que hace la labor de Centinela, ella es la que avisa a todo el grupo restante por la llegada de un depredador o cualquier peligro que este cerca al grupo. Jamás había visto parvadas de 45 a 60 Aras en 15 años de conocer estos cañones. En ocasiones pasaba cerca el Halcón Guaco y todas volaban a una cañada cercana donde se protegían entre los arboles de Capomo. A la media hora llegaban en parvadas de 2 o 6 ejemplares y volvían a comer un poco más, hasta llenar el ficus con más de 60 Aras.
Me había quedado solo en la cima del cerro debido a que Fernando se tuvo que partir rumbo a Concordia. Me quede disfrutando de un hermoso atardecer y ver como las parejas de Aras se remontaban en los dormitorios a unos 3 km de distancia, para al día siguiente volver a esta Chalata o buscar entre los rincones de esta inexplorada Sierra en busca de otros árboles con frutos para poder subsistir la época de sequía.
Justo al anochecer llego el hermano de Fernando y comenta, que paso, hay toneladas de GUACAS, como la vez con las descreitosas, llegan temprano y se van tarde, en dos días acaban con esa Chalatona. Al rato en la noche le bajan como 40 tejones y los jabalines en la madrugada, hay un animalero,
Esos son los momentos donde se aplauden los esfuerzos de conservación logrados por CONSELVA en la reserva más grande del sur de Sinaloa; Monte Mojino. Observar un incremento en la población de esta especie de Psitácido es un rotundo éxito y merece la atención de todo México y el Mundo entero. No hay que ir a Costa Rica o Brasil para ver guacamayas, aquí en el Sur de Sinaloa las podrán observar. Es el futuro para muchas comunidades que desean que el ecoturismo se vuelva una realidad, donde los jóvenes puedan actuar como guías locales en sus propios ejidos, sin tener que migrar a otros destinos. Una sola especie, en esta ocasión la protagonista es Ara militaris, y puede generar un cambio muy grande en estas comunidades, donde el turismo y los observadores de aves de todo el mundo se quedarán perplejos cuando visiten estos rincones aún llenos de Biodiversidad, ya que en estas selvas se pueden avistar alrededor de 256 especies de aves. Cuando observes a estas parvadas de Aras volar libres en su hábitat, jamás vas a poder admitir o no hacer algo por las que se encuentran en una jaulita de 2 x 2, pasa algo dentro de nuestra psique, que te ayudará a denunciar o no ser partícipe de comprar un ave que fue capturada en su hábitat natural.
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