El pasado 30 de diciembre el poblado de Mesillas se vistió de gala en la celebración de los 150 años de la fundación del templo de la Inmaculada Concepción. Un concierto de ópera mantuvo a cientos de feligreses disfrutando por más de una hora las reconocidas voces sinaloenses de la soprano Rebeca de Rueda, el tenor Alfredo Torres, el bartítono Adán Pérez, el tenor Carlos Osuna y el clarinetista de la Ossla Miguel Portillo. Michiyo Morikawa les acompañó en el piano.
Este es el segundo concierto que se realiza en el templo, es una iniciativa del destacado arreglista y músico Julio Lizárraga junto al cantante Adán Pérez quien ha sumado esfuerzos con otras voces destacadas para llevar a cabo esta actividad altruista.
Antes del concierto se llevó a cabo la misa bajo la palabra del párroco Ricardo Herrera, quien brindo un emotivo mensaje sobre la importancia del perdón y la familia, posteriormente se llevó a cabo el esperado concierto de ópera.
El programa de la velada operística inició en punto de las 19:00 horas con la intervención del Miguel Portillo interpretó la pieza musical Quinteto con clarinete de Mozzart (K581, 1 Allegro, 4 Allegretto con variazioni). Notas suaves y bien afinadas llevaron al público de feligreses a un estado de armonía y paz. El siguiente en cantar fue Alfredo Torres con Quanto é bella de Elixir de amor, por cierto este joven viene de las filas de talentos que conforman el coro Angela Peralta.
La voz dulce de la soprano Rebeca de Rueda interpretó el aria Quando men vo de La Boheme, una voz limpia y ejecutada majestuosamente logró conquistar los corazones reunidos en el templo de la Inmaculada Concepción de Mesillas.
Continuando con el programa, fue Adán Pérez quien puso el toque de picardía y alegría al interepretar Largo al factotum de El Barbero de Sevilla, un aria difícil de interpretar, sin embargo la técnica con la que el mazatleco la cantó,logro poner de pie a los asistentes. Luego tocó el turno al tenor Carlos Osuna que por cierto estuvo como solista en el concierto navideño más importante de Austria. Osuna interpretó “No puede ser”, de la Tabernera del puerto, de inmediato conectó con el público que estaba extasiado de ver cómo su voz llegaba a todos los rincones y más allá del templo de Mesillas.
Casi al terminar el concierto llamaron al atrio l tenor sinaloense Juan Manuel Chu para cantar Júrame. El publico les despidió con un fuerte aplauso prolongado. Fue el parroco Ricardo Herrera quien les sorprendió entregándoles una figura de la virgen a manera de agradecimiento.
¡Las voces sinaloenses prometieron volver a Mesillas!
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