
En diciembre de 2022, se adoptó, el Marco Mundial Kunming-Montreal, también conocido como el Plan de Biodiversidad, con el objetivo de frenar y revertir la pérdida de naturaleza en los próximos 25 años.
Este plan incluye: 23 metas para 2030 y 4 objetivos a largo plazo para 2050, entre ellos restaurar el 30% de los ecosistemas, reducir a la mitad el desperdicio de alimentos e invertir al menos 200.000 millones de dólares anuales en acciones favorables para la biodiversidad.
Pues bien, en 2025 el Día Internacional de la Biodiversidad se desarrolla bajo el lema “Armonía con la naturaleza y desarrollo sostenible”.
Este lema destaca la conexión entre este plan y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), recordándonos que ambas agendas deben avanzar juntas.
Además, lanza un mensaje claro: el tiempo apremia.
En 2025 quedarán solo cinco años para alcanzar tanto las metas del Plan de Biodiversidad como los ODS.
Dentro de los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, se contempla hacer frente a uno de los grandes desafíos que tiene el hombre moderno, como es mejorar el bienestar y las condiciones de vida de todos los seres humanos.
En este sentido, la biodiversidad juega un papel vital ya que de ella depende el desarrollo de las actividades económicas, sociales y culturales que permitan cubrir todas las necesidades básicas de subsistencia.