Firman convenio de colaboración la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y Heineken de México para el manejo de técnicas agronómicas y capacitación en prácticas agrícolas sostenibles en diferentes regiones del país y validación de variedades más resilientes.
Este trabajo coordinado también busca impulsar una producción más eficiente en el uso del recurso agua, resistente a sequía, plagas y enfermedades.
El secretario Víctor Villalobos Arámbula señaló que lo desarrollado en este sector es motivo de reconocimiento: una cadena productiva que parte de una materia prima de calidad y el manejo de tecnología e innovación para el uso responsable del agua, tanto en sus procesos de producción primaria como de manufactura agroindustrial.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, a través del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), y la Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma (Heineken de México) firmaron un convenio de colaboración orientado al desarrollo de investigación y tecnologías en el manejo de variedades e híbridos de gramíneas (trigo y cebada), técnicas agronómicas y capacitación en prácticas agrícolas sostenibles en diferentes regiones del país.
El acuerdo establece participar en programas de investigación conjunta; apoyo técnico que vincule a otras instituciones en el ámbito nacional e internacional; talleres, cursos cortos, diplomados y seminarios; gestión de fondos para proyectos de colaboración o asistencia técnica y buscar ante las instituciones gubernamentales y organismos de carácter nacional e internacional la obtención de recursos contrapartida.
En el evento, el secretario de Agricultura, Víctor Villalobos Arámbula, subrayó que la cadena productiva y la agroindustria se desempeñan de manera positiva y con principios de sustentabilidad.
Muestra de ello, dijo, es la optimización del recurso agua, que con el uso de tecnología de punta se logra que por cada litro de cerveza producida se utilice sólo 1.8 litros del vital líquido, como lo hace ya la cervecera en su planta de Meoqui, Chihuahua.
Estos ahorros de la huella hídrica, que en otras regiones productoras y en el entorno internacional es de tres litros de agua por la elaboración de cada litro de cerveza, es un avance significativo en el cuidado de los recursos naturales, con industrias que demuestran ser social y ambientalmente responsables, aseveró.
Precisó que fortalecer esta relación entre los actores principales: agricultores, industria y el gobierno, que es un facilitador que actúa con responsabilidad, han sido clave para acordar buenos equilibrios entre costos de producción y precio comercial de la cebada, en beneficio de todas las partes y, principalmente, de la actividad primaria.
Esto representa una muestra de cómo trabajar en equipo, que nos hace sentir útiles en el desempeño de nuestras funciones, a favor del campo, sus agricultores y la agroindustria, además de promover el manejo de prácticas sostenibles, con un impacto en pro del ambiente, apuntó.
Lo desarrollado en este sector, dijo, es motivo de reconocimiento: una cadena productiva que parte de una materia prima de calidad y el manejo de tecnología e innovación para el uso responsable del agua, tanto en sus procesos de producción primaria como de manufactura agroindustrial, ponen en alto el nombre de México, mientras se fortalece nuestra balanza comercial agroalimentaria.
El encargado del despacho del INIFAP, Luis Ángel Rodríguez del Bosque, señaló que en esta nueva etapa de colaboración se trabajarán líneas de investigación para contar con nuevas variedades, a la medida de las necesidades de la industria.
Precisó que el Instituto tiene un amplio trabajo y experiencia de más de 60 años, en el que ha presentado más de mil 200 variedades de semillas y ha contribuido con materiales mejorados en los 54 cultivos agrícolas más importantes del país.
Refirió que cerca del 100 por ciento de la cebada que actualmente se utiliza para la producción de cerveza en México son variedades desarrolladas por el Instituto, aporte que permitió dejar de importar semilla de Europa.
Aseguró que el organismo público cuenta con la fortaleza y el capital humano, entre especialistas e investigadores, para la generación de nuevas variedades de granos básicos –como el mejoramiento genético de gramíneas, principalmente cebada–, y ahora se siembran más de 100 cultivos en más de un millón de hectáreas.
El director de Relaciones Institucionales de la cervecera, Oscar Galvez Guzmán, destacó la participación federal, particularmente de la Secretaría de Agricultura, para fortalecer la cadena productiva y, en especial, el acompañamiento a productores y a la agroindustria para la proveeduría de materia prima mexicana.
Hoy, dijo, el 75 por ciento de la cebada que utiliza la industria para sus productos es mexicana y la meta es alcanzar el 95 por ciento de esta semilla, como un objetivo próximo, y lograr fortalecer los sistemas de cultivos y hacer extensivo en diferentes regiones del país.
En Heineken México somos conscientes del rol importante que tiene la cerveza en la agroindustria mexicana y en la economía al involucrar a los sectores primario, secundario y terciario, por medio del esfuerzo de miles de productores en el campo, colaboradores en nuestras plantas y distribuidores, refirió.
Por ello, a través de diversas iniciativas, programas y convenios, como el que hoy firmamos con el INIFAP, impulsamos el crecimiento del sector desde el campo hasta el bar, siempre cuidando y eficientando los recursos que utilizamos, afirmó.
Entre los objetivos del convenio destacan incidir en el desarrollo rural sustentable, mejorar la competitividad y mantener la base de recursos naturales, mediante el trabajo con otras instituciones y organizaciones públicas y privadas asociadas al campo mexicano, con la generación de conocimientos científicos e innovación tecnológica, en respuesta a las demandas y necesidades de las cadenas agroindustriales y de losproductores.