Por Francis Velarde
Los problemas de salud más frecuentes debido a las altas temperaturas que se registran en la primavera y verano son: golpe de calor, insolación y deshidratación.
Ante la llegada de la temporada de calor, se recuerda que es muy importante cuidarse y protegerse en estos días y los posteriores para evitar los golpes de calor.
Es importante conocer qué relación tiene el calor extremo y la salud, para de esa forma resistir las enfermedades, e incluso muertes por causa de las altas temperaturas que son totalmente prevenibles.
La primera medida es consumir más agua que de costumbre y no esperar a tener sed. Se recomienda evitar la exposición solar en horas de calor extremo, entre las 10:00 y las 17:00 horas. En esa franja horaria los rayos del sol están más intensos y puede afectar al organismo.
Si es inevitable salir a la calle, aplicar protector solar, utilizar sombrero y anteojos de sol.
Los grupos más vulnerables al calor son los niños y los adultos mayores. Las personas de 65 años o más tienen menos probabilidad de sentir y reaccionar ante los cambios de temperatura, por lo que deben evitar exponerse al sol y de ser posible permanecer en edificios con aire acondicionado.
Ante el intenso calor, es favorable utilizar ropa cómoda, de color claro y suelta, así como ducharse para bajar la temperatura corporal.
En el caso de los bebés y niños, quienes dependen de otras personas para mantenerse frescos e hidratados, es importante estar pendiente de ellos, brindarles agua constantemente, colocarlos en lugar fresco y con ropa cómoda y de colores claros.
Nunca se debe dejar a bebés o niños en un auto estacionado cerrado, ni tampoco dejar a las mascotas, ya que ellos también pueden sufrir enfermedades por calor.
Advertencias a tomar en cuenta en días de calor
Los calambres musculares pueden ser el primer signo de enfermedad por calor y causar agotamiento o golpe por calor.
El agotamiento por calor puede presentar características como sudor abundante, debilidad, piel pálida y fría, pulso rápido o débil, náuseas o vómitos y desmayos. Ante estas manifestaciones consultar inmediatamente al servicio de salud más cercano.
Los golpes de calor se caracterizan por la alta temperatura corporal, que sobrepasa los 39°C, piel caliente y enrojecida, pulso rápido y fuerte, además de posible pérdida del conocimiento.
Si usted está con una persona que presenta estos síntomas, es vital llevarla a un sitio más fresco, bajarle la temperatura aplicándole paños fríos o dándole un baño con agua fría.
Beber agua fresca para rehidratarse y bajar la temperatura, pero debe hacerlo a pequeños sorbos y no de golpe, pues esto empeoraría su estado.
Si su estado mejora, hay que acompañarlo a un servicio médico de urgencias para someterla a una revisión exhaustiva y posteriormente a un estrecho seguimiento médico durante algunos días.
Si no se recupera o incluso llega a perder el conocimiento, hay que tumbarla con las piernas flexionadas y llamar inmediatamente a urgencias.
El golpe de calor predomina en personas muy jóvenes o de edad avanzada, personas con enfermedad cardiopulmonar y en quienes reciben medicamentos que interfieren con el balance de sal y agua, como diuréticos y tranquilizantes que afectan la transpiración
Mantente atento a los avisos del Servicio Meteorológico Nacional para conocer la temperatura de tu localidad, y a cuidarse del calor.