Emociones de todo tipo vivieron cientos de miles de personas en la totalidad, pero particularmente en los momentos estelares del Eclipse Total Solar
Crónica de: Francis Velarde
Fotros de: Sandra Luz Moreno Mazatlán Interatcivo,
Francis Velarde,Arturo Camacho, Iván Lizárraga,
Eduaro Garzón, Sebastían GC Morelia, Jesús Cortés
Vídeos de: Mazatlán Interactivo
Mazatlán, Zona Trópico, Sinaloa, México, a; 10 de abril de 2024.- Y el día esperado por miles de personas y científicos llegó, el Eclipse Total Solar del pasado lunes 8 de abril, y en México se pudo observar en distintos porcentajes.
Mazatlán, este hermoso centro vacacional, portuario, comercial, industrial y de negocios ubicado en la misteriosa Zona Trópico, en Sinaloa, México, fue el mejor punto del mundo para observar el fenómeno astronómico en plenitud, de acuerdo con la NASA.
En ciudades de diversos estados el eclipse total de sol pudo ser observado, principalmente en la zona norte del país, pero también pudo verse por ejemplo en más de un 90% en entidades como Jalisco.
En la Ciudad de México, Villahermosa, Puebla, Torreón, Guadalajara, entre muchos otros lugares tanto adultos como adolescentes, niñas y niños pudieron hacer la observación. Otro fenómeno similar que podrá ser observado por las y los mexicanos se repetirá hasta el 2052.
Pero en Mazatlán, las cosas fueron distintas, ya que casi un millón de personas se congregaron a lo largo del espectacular malecón mazatleco, muchos de ellos, decenas de miles, se instalaron con sus gafas de protección solar en la parque Ciudades Hermanas, en donde mientras llegaba la hora tan esperada los arropó con su música la Camerata Mazatlán, que para tal efecto ejecutó temas de las película: La guerra de las galaxias, E.T. El extraterrestre y 2001: Odisea del espacio, clásicos del cine que han llevado a varias generaciones a imaginar qué hay más allá de nuestro sistema solar.
En ese ambiente y marco, todo era emoción, ansias, nervios, pero al mismo tiempo una extraordinaria armonía o empatía entre los ahí reunidos y, justo a las 11:07 a.m., el sol desapareció. Fue también en ese momento que las personas, adultas y niños liberaron sus emociones a través de gritos de júbilo inundaron el malecón mazatleco y decimos que el malecón porque fueron miles de personas las que se apostaron a lo largo de este kilométrico paseo escénico: “¡Ya podemos ver el sol!” “Es aquí y es ahora” fueron algunas de las expresiones que alcancé a escuchar justo antes de que las personas se pudieran retiran sus gafas especiales, y luego, casi de manera automática apuntan sus dedos y sus teléfonos hacia el cielo. Miran un sol negro rodeado de una corona blanca, espectáculo celestial que al menos en Mazatlán, quienes nos sucederán, podrán volver a verlo en unos 300 a 350 años más, lo cual convirtió esta experiencia en única e irrepetible en la vida humana, claro en el mismo lugar.
Conforme se iba oscureciendo, desde el escenario instalado en el parque Ciudades Hermanas el conductor informaba que faltaban poco minutos para la totalidad en Eclipse, mientras en una gigantesca pantalla se observaba al Sol con un estrecho hilo o anillo Blanco.
Y de nuevo la multitud se emocionó y liberó sus sentimientos mediante: aplausos, gritos, lagrimas, abrazos, besos, promesas de amor, rezos, incluso, algunas personas se arrollaban y alzaban sus manos, a lo lejos ladridos de perros y uno que otro cantar de gallos, todo lo anterior se hizo presente cuándo el eclipse alcanzó la totalidad.
Otro acto reflejo que pudimos observar en la gente fue que sacaron, sus teléfonos celulares, pero notamos que lo hacían sin saber qué grabar: el cielo, el horizonte o sus propios rostros. Todo lo quieren capturar, por supuesto que para poder recordar tan gloriosos momentos, todo lo quieren imprimir y llevárselo para siempre, pero ninguna cámara es tan poderosa para capturar lo que sus corazones sintieron en esos momentos, así que muchos deciden hacer lo mismo que hicieron los mexicanos de hace 33 años: mirar hacia arriba, abrazarse y disfrutar el momento.
En los lugares con cielos despejados, los observadores expertos y fanáticos fueron testigos de la trayectoria directa del eclipse: disfrutaron del espectáculo de la luna apareciendo como un orbe oscuro que se desliza por delante del sol, bloqueando brevemente todo, excepto un halo brillante de luz, o corona, alrededor del borde exterior del sol, demostrando ese amor que cuenta la leyenda del por qué existen los Eclipses de Sol.
El punto máximo de este espectáculo celeste duró hasta 4 minutos y medio, dependiendo del lugar, y un eclipse parcial, en el que la luna oculta sólo una parte del sol, fue visible en la mayor parte de Estados Unidos, México y Canadá.
Minutos antes las gaviotas velaban en círculo y las nubes se remolinaban, pero notamos que se quedaron estáticas en cuánto empezó la totalidad, contrario al efecto que el eclipse causa a las multitudes, las que en esos preciosos momentos: gritan en una sola voz, se entusiasman, lloran y bailan ante el regalo de la naturaleza
Conforme informan por el micrófono que falta menos tiempo que acabe el encuentro amoroso entre la Luna y el Sol, las personas siguen gritando y captando cada detalle con fotografías y videos de este fenómeno astronómico. Al terminar la totalidad reaparece nuevamente la pequeña marca de luz blanca. De reojo, entre los árboles se siente ese minúsculo destello del sol con la fuerza de la luna llena y su imagen de espejo pálido.
Y en ese momento inician los, aplausos, muchos aplausos. Qué espectáculo. Los astrónomos agradecen la presencia, la oportunidad que miles se dieron para compartir este evento. La temperatura sube poco a poco, la playa vuelve a ser una playa. Los niños regresan a jugar. Las familias se toman fotos, se mensajean con sus seres queridos, y sobre el escenario comienza otra vez la fiesta cósmica apropiada para la ocasión, y representativo del estado de Sinaloa: un concierto de banda sinaloense. Ahí te habla Neto Coppel, jajajaja…
Al terminar el encuentro, la gente agradece el ser testigos de este amor entre el Sol y la luna, y aunque faltaba una hora para que el astro Rey regresara de nuevo a su normalidad, la gente se va retirando poco a poco.
Las gaviotas retoman su vuelo con una exactitud impresionante, bajo un amanecer ficticio o, tal vez, raro para ellas.
Fue así, que durante algunas horas, pero en especial en esos cuatro minutos, Mazatlán se volvió el centro del mundo, durante los cuales los mazatlecos nos hermanamos con personas de diversos países, bañados en oscuridad, luz tenue, y amor.
De acuerdo con la NASA, en todo el planeta habrá alrededor de 50 eclipses de 2024 a 2050, de los cuales algunos van a sombrear zonas oceánicas, y pocos llegarán a ser visibles en México.
Para que un eclipse pueda suceder más de una ocasión en una misma región pueden llegar a pasar hasta 300 años. Por ello es importante que un evento de tal magnitud pueda ser observado por las personas y la comunidad científica, ya que gracias a ellos se puede tener una mayor comprensión del universo.
La próxima ocasión en que un hecho tan trascendental como éste vuelva a suceder sobre territorio mexicano, será en el 30 de marzo 2052, dentro de 28 años, cuando nuestro satélite natural se interponga entre el astro rey y el planeta que habitamos sobre una ruta total, cuya sombra recorrerá los estados de Nayarit, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí y Tamaulipas.
Y exactamente a las 12:32 de la tarde volvió el mismo sol de todos los días, pero notamos que algo más enamorado que antes de la luna, y como no, si pasó una luna de miel extraordinaria en Mazatlán, en donde gozaron de: playa, mariscos, banda, cerveza y caminaron románticamente por el Centro Histórico, eso sí, rodeados de ruidosos mazatlecos y personas de todo el mundo.
Nos vemos dentro de 300 o 350 años… Chin chin el que se raje…
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