Por todos los rumbos de la ciudad y puerto de Mazatlán se pueden apreciar escocidos fenomenales, eso sí, avalados por un sector empresarial primitivo, que justifica sus criminales actos amparados en la consigna de que “el desarrollo no se puede detener” todo lo anterior al cobijo de autoridades ciegas y sordas, por decir lo menos, con lo que la naturaleza o el medio ambiente son brutalmente agredidos y destruidos, siendo uno de los casos más escandalosos el protagonizado por Asipona, antes API Mazatlán y un empresario local, ambos actores son cómplices en la ya destrucción del Carro del Crestón o El Faro de Mazatlán, con el proyecto, en ejecución, de una Tirolesa “de Clase Mundial”

El Cerro del Crestón nos Necesita: por favor de click en esta bella imagen del Cerro del Crestón para que se pueda percatar de la salvajada que ya están haciendo con este santuario natural Asipona y un empresario local…

Introducción:

Ante tanto despropósito y ante la creciente inconformidad de un también creciente número de ciudadanos, así como de ambientalistas y turistas es que nos dimos a la tarea de buscar información que nos iluminara más sobre este tipo de problemáticas, la cual encontramos luego de consultar decenas de libros y textos, llegando a la conclusión que la publicada por la Lic. Florencia Viviana Moscoso “Turismo y Medio Ambiente” es la que nos puede dar el conocimiento idóneo para defender, en primer término, a este patrimonio natural que es el Carro del Crestón, y, en lo general, a Mazatlán del salvaje atropello que vive la naturaleza a través de un empresariado primitivo que a sus representantes lo único que les interesan son las utilidades y desde luego gracias a la complacencia y corrupción de las autoridades involucradas

Los invitamos a que lean con detenimiento lo publicado por la Lic. Moscoso y una vez leído, al final le dejamos un enlace que los llevará al reportaje publicado por la excelente reportera Raquel Zapien en su portal Son Playas:

La naturaleza y el turismo han tenido una estrecha relación desde los comienzos de la actividad y se hace casi imposible concebir al turismo sin un medio ambiente. Como expone Elisa Prados Pérez (2002) “el turismo se fundamenta en el medio ambiente” (p.57) ya que los atributos y características del mismo constituyen parte fundamental de los atractivos de un destino

Por: Lic. Florencia Viviana Moscoso

Pero ¿qué es el ambiente? Citando a Enrique Leff (2006) “el ambiente no es la ecología, sino el campo de relaciones entre la naturaleza y la cultura, de lo material y lo simbólico, de la complejidad del ser y del pensamiento” (p.4).

La relación que vincula a estos dos conceptos es fuerte ya que el turismo genera impactos que repercuten y transforman el medio ambiente, al mismo tiempo que el medio ambiente define y redefine a la actividad turística. Dicha relación ha evolucionado en el tiempo y sobre determinadas miradas. Desde aquellas en donde primaba el crecimiento económico y se consideraban a los recursos naturales ilimitados hacia un punto de vista de protección y desarrollo sustentable.

Hay que destacar que cada una de estas miradas se encuentra condicionada por la manera en que se estudia y se conceptualiza al medio ambiente.

Los primeros estudios e investigaciones del medio ambiente tenían un base netamente antropocentrista, donde primaba la figura del hombre y sus actividades por sobre la de los recursos naturales. En relación al turismo esta visión se hace notoria durante las décadas del ’50 y ’60 un crecimiento economicista del turismo” y “los recursos se consideraban ilimitados” (Pérez, 2002, p. 58)

A partir de años venideros, más precisamente a comienzos de la década del ’80, surge un nuevo paradigma ambiental como consecuencia del gran deterioro que sufre la naturaleza por las actividades humanas. Enrique Leff (2006) plasma lo anterior con las siguientes palabras “la degradación ambiental es resultado de las formas de conocimiento a través de las cuales la humanidad ha construido el mundo y lo ha destruido por su pretensión de universalidad, generalidad y totalidad” (p. 2).

La crisis ambiental surge de una crisis aún mayor: la crisis del conocimiento. Como se dijo con anterioridad, durante los primeros años primó una visión antropocentrista radicada en el hombre como figura central; este punto de vista se encuentra fuertemente sesgado al no tener dentro de su visión la concepción de un ambiente con todo los componentes, campos y aspectos que lo constituyen.

Debido al impacto que ha tenido este tipo de conocimiento en el medio ambiente surge el paradigma de la complejidad, el cual se encuentra fundado en principios sistémicos y de diálogo entre distintos saberes. (Leff, 2006)

Durante esta década la forma de ver y hacer turismo da un giro. Se reconoce al turismo como una actividad que no solo puede generar impactos positivos sino también negativos. Jafar Jafari (2005) plantea lo anterior a través de las plataformas apologética y precautoria; haciendo la primera plataforma hincapié en los aspectos positivos y la segunda en los aspectos negativos del turismo.

Pero reconocer los impactos que genera una actividad sobre el medio ambiente no es suficiente, sino que se debe ver la problemática desde esta visión compleja, donde se tengan en cuenta todos los campos que hacen al turismo.

Esta visión de complejidad ha dado lugar a un nuevo concepto, el cual ha tenido muchas definiciones a lo largo de las últimas décadas y constituye un aspecto clave en el discurso de muchos actores: el desarrollo sustentable.

Para Guimaräes el desarrollo sustentable es el cruzamiento entre distintos componentes y variables:

  • La sustentabilidad ambiental: la cual hace referencia a la capacidad que tiene el ecosistema “para absorber y recomponerse de las agresiones antrópicas” (Guimaräes, 1994, p. 42)

  • La sustentabilidad económica: poder redistribuir la riqueza que genera la actividad a todos los actores y sectores sociales.

  • La sustentabilidad social: que hace hincapié en la calidad de vida de la comunidad local.

  • La sustentabilidad política: vinculada a la incorporación y participación de todos los actores de la comunidad local en el proyecto de desarrollo.

Las cuatro variables anteriores se relacionan de manera sinérgica e interdependiente. No haciendo posible que una se dé sin la otra.

Trasladando el desarrollo sustentable a la actividad turística, Sousa (2005) nos habla de un desarrollo turístico en términos integrales, donde el turismo debe aportar a cada uno de los campos que constituyen lo que él denomina el espacio social. Además de los aspectos netamente ecológicos, incorpora los siguientes “capitales” como él los llama:

Capital socialCapital Cultural
Capital socialCapital Financiero
Capital Ecológico y PatrimonialCapital Infraestructural

Boisier (2001) aclara que “no es la región en sí misma la sustentable sino la forma de intervención en ella”. De ahí que se busca lograr este desarrollo sustentable del espacio turístico por medio de la intervención y participación activa de actores y sujetos a lo largo de todo el proceso de desarrollo.

Observando lo anterior, la complejidad ambiental nos lleva a entender al medio ambiente como un espacio construido socialmente. No solo hablamos de recursos naturales en el sentido estricto de la palabra, es decir, recursos que no han sido impactados por las actividades del hombre; sino que hablamos del ambiente en un sentido amplio, donde se incluye el territorio modificado por el hombre, en otras palabras, naturaleza y la sociedad en interacción dialéctica (Milton Santos, 1990)

A modo de conclusión, se puede decir que entender la relación entre turismo y medio ambiente desde la complejidad, no solo permitirá llevar a cabo prácticas turísticas sustentables sino lograr un desarrollo del destino en términos equilibrados y competitivos.

Pues ahí tienen apreciable lectores, una muestra emblemática del salvajismo y la corrupción que priva en Mazatlán en materia de respeto a la naturaleza. No podemos permitir que esto siga sucediendo, la ciudad es de todos nosotros, incluso es parte de la comunidad global y, por lo tanto, no es posible que un empresario coludido con funcionarios corruptos quieran apoderarse de algo que en estricto sentido, no es un producto que se vende o se oferta al mejor postor.

Les adelantamos, que una muy fuerte movilización ciudadana iniciará la próxima semana, misma que contempla desde resistencia civil pacífica y ordenada, como reuniones con autoridades y la tramitación de amparos individuales y colectivos.

Finalmente les dejamos el link del reportaje de Raquel Zapien en el que da puntual cuenta del cómo Asipona ofertó este santuario natural a un empresario: Vaya al reportaje>>


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