Rubén Romero Ibarra, cronista adjunto de Mazatlán, aún bajo los influjos de la fiesta más grande de los mazatlecos, su Carnaval, hace un carnavalero repaso sobre esta festividad, tanto la mazatleca, como las que se celebran en el estado de Sinaloa y otros lugares de América
Mazatlán, Zona Trópico, Sinaloa, México, a; 25 de febrero del 2024.- Aunque hace apenas unos días concluyó el Carnaval de Mazatlán, Sinaloa, México, sigue de fiesta con la organización y celebración de diversos carnavales en casi todos los municipios, lo anterior denota el arraigo carnavalero de este estado norteño, ubicado en el trópico de Cáncer, mismo que, si somos precisos y actualizados, deberemos llamarle de Tauro, y en el océano pacifico.
Pero, al echar un vistazo a la historia de esta máxima fiesta regional, nos hace formularnos tres preguntas en una: ¿Dónde y cómo se originan, crecen y se desarrollan los carnavales?
Empezaremos diciendo que El Carnaval de Mazatlán, tal como lo conocemos hoy en día, ya se venía celebrando de manera espontánea desde los comienzos del siglo XIX, y fue precisamente en las calles que circundan La Plazuela Machado donde por primera vez avanzaron los carros alegóricos y bicicletas adornadas con motivos carnavaleros. Este carnaval, surge como fiesta organizada con un Comité Civil el 22 de febrero de 1898.
Cabe hacer la aclaración que sobre sus antecedentes se cuenta que las denominadas fiestas de mayo de Olas Altas, son las que de acuerdo a los registros de estas eran tan o más rumbosas y tumultuosas. También se dicen que los soldados de esas épocas hacia una gran celebración en lo que hoy se conoce como el parque Zaragoza.
Esta máxima fiesta de los mazatlecos está considerada como el carnaval más antiguo de México, por la forma en que se realiza, es decir, con un comité organizador. En su primera edición no había Rey feo o rey de la alegría, más bien se le llamó El Rey de la Locura y, como tal, fue coronado Gerardo de la Vega, previo a ello, se realizó un concurso de carros alegóricos con motivo de su coronación.
Cabe señalar que en años anteriores existía una tradición que se le llamó El Juego de la Harina, que consistía en bañar de harina a los carnavaleros y fue en ese año de 1898 que se cambia la anterior costumbre por el confeti y la serpentina, así mismo se introdujo la modalidad del cascaronazo, donde a los reyes se les arrojaba cascarones de huevo rellenos de confeti, aunque algunos maloras les ponían harina.
Empero, también tiene su lado oscuro y violento tal como lo describe Juan José Rodríguez:
“Durante esos años previos, el Carnaval se daba sin necesidad de organizadores, comités de candidatos al reinado o patronatos”, cuenta Juan José. “Todo comenzaba y terminaba con las pedradas entre los trabajadores del Muelle contra los del Abasto. A la fecha nadie puede decirnos cómo inició esa trifulca: corría el confeti, manaban los chorros de anilina salidos de hisopos para mancharse la ropa, además de los juegos de harina, en los que ambos bandos se arrojaban unos a otros cascarones de huevo rellenos de harina, ceniza o vil tierra de panteón”.
Fue hasta el año de 1900 cuando se elige por el comité organizador la primer Reyna del Carnaval de Mazatlán, y su nombre era Wilfrida Farmer, quien nació en Garland, Maine, USA, en 1882, hija del señor Federico Farmer, que se estableció en Mazatlán con un taller de reparación y compostura de pintura de carruajes y carretas, quien le dio permiso a su hija de 17 años, y que de cariño la nombraba Winnie, para que concursara en este certamen. Quienes la conocieron decían que era una muchacha muy simpática, jovial, servicial y afectuosa. Winnie quiso que se le mandaran hacer dos trajes, el de recepción y el de montar, porque, en su desfile, montó un caballo al lado de bicicletas, carros alegóricos y jinetes.
Por otra parte, el origen del carnaval de Mazatlán es una representación de los viejos carnavales italianos de la calle del Corso, misma que se encuentra en el Centro Histórico de Roma. Y era elegido un rey con el propósito de hacer una parodia de las viejas monarquías europeas, y en Mazatlán desde los primeros carnavales romanizados, se eligió a un falso rey de la realeza para festejar esta nueva forma de hacer el carnaval. Aunque el verdadero origen del Carnaval datan de hace 5 mil años con las culturas sumerias y egipcias.
Cabe mencionar, que unos de los espectáculos más llamativos del actual Carnaval de Mazatlán es, sin duda, El Combate Naval, el cual se realiza la noche del sábado de carnaval, mismo que se incorporó a estos festejos desde 1932, y es una representación de la gloriosa victoria de los mazatlecos al mando del Coronel de ingenieros Gaspar Sánchez Ochoa, al repeler el ataque de la corbeta francesa La Cordeliere, con sus 22 cañones abordo; en la segunda intervención francesa, el 31 de marzo de 1864, y cuyo capitán fue Henri Martineau des Chesnez, quien llegó con su ejercito el 24 de marzo frente a las costas de Mazatlán anclando su embarcación al poniente de la Isla de Venados, a pesar de que el emperador Maximiliano de Habsburgo había autorizado el bloqueo de Mazatlán hasta el 5 de noviembre de 1864.
La Quema del Mal Humor, evento carnavalero que se festeja desde 1904, es la hoguera simbólica que se realiza como parodia festiva haciendo alusión a problemas y personajes conflictivos de Mazatlán o del estado de Sinaloa, incluso de carácter mundial, como es el caso del Coronavirus que asolara al mundo y a Mazatlán en 2020, cuando se trató de quemar precisamente a ese temido virus, y decimos que se trató, porque el monigote representativo de este nunca se quemó en su totalidad, dando con ello píe a la tan reconocida mundialmente especulación mazatleca, en la que se dijo que era un presagio divino que nos mandaba el más alto, pero que por las borracheras comunes en esta época o supimos leer o interpretar los mazatlecos.
Como podemos apreciar el Carnaval de Mazatlán, desde sus inicios ya se venia internacionalizando, no solo por adoptar costumbres europeas o porque su primera reina del carnaval fuera de origen extranjero, sino porque ha incorporado en sus festejos eventos históricos internacionales como lo fue la segunda Intervención Francesa en México.
Sin embargo, respecto a la historia de los primeros carnavales en América, se remontan, según Don Bartolomé de las Casas, a febrero de 1520 en lo que es hoy las Ruinas de La Vega Vieja de la Isla, en República Dominicana, donde surgieron personajes como Los Diablos Cojuelos, Los Africanos, Calife, Los Monos de Sinomico, así como otros personajes y otras costumbres muy propias de esa región.
En México, hay registros históricos que los soldados de Nuño Beltrán de Guzmán en 1531 celebraron de manera informal el carnaval, por ser esta una tradición pagana-católica que marcaban fechas muy importantes, pues al fin del festejo, del festival de la carne, iniciaba e inicia aun en nuestros días, el primer día de cuaresma con el Miércoles de Ceniza. Sin embargo, el primer carnaval formal en México está registrado en Campeche en febrero de 1582, pues este puerto, durante la conquista, fue un lugar importante donde arribaban muchos europeos, y fueron los que importaron esta tradición al Virreinato.
Y así, a lo largo de todo Latinoamérica se fueron festejando los carnavales, pero ya adaptados a las costumbres de cada región, donde los esclavos negros y mulatos que importaron los europeos a las Américas dieron un matiz único a los carnavales. Por ejemplo, los esclavos negros que transportaron los portugueses a Brasil, adaptaron el carnaval a sus costumbres africanas, de tal manera que hoy en día el Carnaval de Rio de Janeiro es de los mas importantes del mundo, en México sucedió lo mismo con el Carnaval de Campeche, Veracruz y Mazatlán, y hasta en el Puerto de Nuevo Orleans, el más importante del Rio Mississippi y el séptimo puerto mas importante en USA los carnavales arroparon la causa afroamericana.
El Carnaval de Mazatlán del 2024
Es cierto que cada carnaval tiene su propio encanto y sus propias características, según el momento histórico, político, económico y social por el que este atravesando este puerto, y en la opinión de muchos mazatlecos han comentado que ha sido uno de los carnavales más austeros en cuanto a carros alegóricos del desfile y eventos artísticos se refiere, tomando como referencia los carnavales de años anteriores.
Lo que, si es cierto, es que el carnaval de Mazatlán, que en su origen era una fiesta del pueblo y para el pueblo, hoy en día se ha convertido en un carnaval del comercio, donde todo se vende, tanto espacios privados como públicos, y si bien es cierto que al gobierno municipal le cae dinero fresco, por el casi “millón de visitantes” que dicen visitan Mazatlán durante la festividad, se pasan, también deberían de considerar la contaminación ambiental que acarrean estas vistas por el mundo de basura que generan.
También, esta derrama económica que genera el carnaval debería de invertirse de manera equitativa tanto en áreas turísticas como en las colonias que carecen de alumbrado público, pavimento, y drenaje.
Pero aún con sus asegunes, el Carnaval de Mazatlán 2024 brillo por lo alegre y los tumultos de alegres carnavaleros, es decir, el pueblo festeja aún a pesar de los altos cobros y malos elencos, así es la fiesta…
Visitas: 50