Actualmente no existe ningún medicamento o método efectivo para curar las adicciones a la nicotina.

En los últimos años se ha evidenciado un prolongado aumento del uso de cigarrillos electrónicos o vapeadores, especialmente en jóvenes entre los 16 y 24 años, quienes los consideran completamente inofensivos. Sin embargo, según estudios de la Organización Mundial de la Salud, son igual de adictivos y nocivos para la salud que el tabaco.

Se cree que los vapeadores son un medio para reducir el consumo de tabaco; sin embargo,estudios recientes han reportado que el uso de vapeadores es tóxico y genera adicción.

El uso dual (vapeo y cigarro convencional) se asoció con la progresión deEnfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC), bronquitis y disminuciónde la función pulmonar.

Especialistas en Salud  advierte que los vapeadores contienen unas sustancias aceitosas que al momento de calentarse estimulan el humo, concentrándose en los pulmones y produciendo alteraciones tanto en el sistema respiratorio como en otros órganos.

Aunque hasta el momento no hay evidencia de que las enfermedades cardiovasculares hayan aumentado como consecuencia del uso de los vapeadores, expertos reconocen que pueden generar el riesgo de padecer enfermedad coronaria, eventos cerebrovasculares y aneurismas, entre otras.

Un estudio realizado por la revista de la Asociación Americana del Corazón comprobó que vapear tiene un impacto más negativo para el sistema cardiovascular de los adolescentes hombres que el de las mujeres. Asimismo, especialistas en  cardiología explicaron que este producto tiene un índice de nicotina equivalente al consumo de más de 20 cigarrillos al día.

Ante estas cifras expertos coinciden en que los fumadores de tabaco pasaron al uso de los vapeadores en un intento de minimizar riesgos para su salud, pero aclaran que esto sigue siendo contraproducente.

Es importante reconocer que las enfermedades cardiovasculares son las principales causas de muerte en todo el mundo, cobrando aproximadamente 17 millones de vidas al año y se estima que para 2030 esta cifra aumente a 23 millones.

Ingredientes de un vapeador

Varios estudios científicos comprueban que estos cigarrillos pueden tener ingredientes desconocidos, sin embargo han hallado en el vapor trazas de cancerígenos que también se encuentran en el tabaco y, aunque aseguran que es difícil saber qué hay realmente en un líquido para vapear, los siguientes son los más usados:

  • El propilenglicol, que es capaz de diluir y transportar la nicotina por el organismo.
  • La nicotina, que es una sustancia psicoactiva que se encuentra originalmente en el tabaco y que provoca dependencia.
  • Sustancias aromáticas que imitan los más diversos olores como la menta.

En México, 24% de niños y jóvenes de entre 10 y 19 años inhala vapeadores pese  estar prohibido desde mayo;  400, 000 mexicanos de entre 12 y 19 años ‘vapea’ de forma habitual.

Los defensores del vapeador alegan que es una solución para dejar de fumar, pero el marketing que se hace de este producto va en otra dirección. En los anuncios, los que sostienen el vape no son personas mayores y destrozadas por el tabaco que encuentran un salvavidas en esta alternativa, sino jóvenes atractivos o hasta figuras publicas que fuman un aparato discreto y sofisticado con sabor a mora, fresa o eucalipto. Y la estrategia está funcionando.

El corazón de los vapeadores jóvenes y adultos se fatiga más durante la práctica deportiva y se recupera . Dos estudios señalan cómo los dispositivos electrónicos que contienen nicotina “se observa incluso entre las personas más jóvenes que tienen un historial de uso más corto”.

Se señalaba entonces que los consumidores de cigarrillos electrónicos tienen casi el doble de probabilidades de sufrir un infarto que los no fumadores, y su consumo se asociaba al aumento del ritmo cardíaco y de la presión arterial, latidos más irregulares, problemas vasculares y el posible aumento del riesgo de coágulos sanguíneos.

Estos productos pueden producir efectos de tipo agudo sobre la sección endotelial. Es la función que tienen las paredes de los vasos que actúan como un órgano en su funcionalidad que se puede ver alterada por estos productos. Sí que se ha visto en algún estudio que los consumidores de estos productos tienen mayor riesgo de infarto,  señalan médicos cardiólogos.

El estudio  desarrollado en el Instituto de Christina Lee Brown Envirome de la Universidad de Louisville, sus investigadores alertan del gran peligro que suponen los hallazgos encontrados.

Por ello, alientan que de forma urgente se siga investigando sobre los efectos cardiovasculares de los componentes de los líquidos de los cigarrillos electrónicos tanto en otros animales como en los humanos.

El cigarro electrónico es una puerta de entrada de los jóvenes sanos y no fumadores a la adicción a la nicotina, ya que quienes usan este producto tienen más riesgo de fumar cigarrillos convencionales.

De acuerdo con una investigación realizada por investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) de la Secretaría de Salud, en más de 10 mil adolescentes con un promedio de edad de 12.4 años, 51% de los jóvenes encuestados reportó conocerlo, aun cuando hay una prohibición total en nuestro país sobre su promoción y venta.

Entre los factores que se encuentran relacionados a probar el cigarro electrónico están el género masculino; tener padres, familiares o amigos que fuman; ser buscadores de sensaciones; y, principalmente, la percepción de que el cigarro electrónico es menos dañino. Esto, unido a una tendencia al uso de la tecnología, especialmente internet, como fuente de información y entretenimiento.

Vapear tiene graves implicaciones en la salud de las personas, sobre todo, en adolescentes y jóvenes, ya que el inicio en este consumo estáasociado al uso de otros productos como tabaco y cannabis.

Desde el 31 de mayo del 2022 se prohibió la comercialización de vapeadores, SEAN y cualquier dispositivo con usos similares en todoel país.

De esta manera, la venta y adquisición de estos productos tendrá una sanción jurídica en cualquier estado de la república mexicana. Las multas van desde 150,000 hasta 300,000 pesos por su decomiso.

En vista de todo el contexto acerca del uso del cigarro electrónico, el papel que juega el sistema de salud es muy importante incluyendo:  facultades de medicina, hospitales y dependencias públicas y privadas  en el rol de educar a la población como el mensaje : dejar de vapear , siendo fundamental establecer programas que puedan ofrecer conciencia comunitaria y proporcionar un fácil acceso a la ayuda y apoyar la cesación.

Aunque se cree que los cigarrillos electrónicos tienen el potencial para ayudar a abandonar el uso de cigarrillos convencionales, encaminado a la cesación completa, sin embargo, en la actualidad no hay evidencia para apoyar los cigarrillos electrónicos como puente para dejar de fumar en adolescentes, encontrando datos limitados a corto y largo plazo sobre sus consecuencias cardiopulmonares y de salud en general; siendo este tema de gran preocupación para la salud pública que requiere un examen más intensivo, siendo probable que los efectos sobre la salud sean observado muchos años más tarde en el futuro.

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