Si esto no nos hace reflexionar, ya nada nos salva
El pasado 30 de Noviembre, el secretario federal de turismo Miguel Torruco Marqués, oficialmente le dio el distintivo de Barrio Mágico de México al Centro Histórico de Chetumal en Quintana Roo. Lo cual a un mazatleco como yo, que aprecia lo bueno que sucede en otros destinos o lugares de México, pues me llenó de entusiasmo escuchar esto.
Al mismo tiempo me hizo ver la enorme, pero a la vez, desperdiciada potencialidad del Centro Histórico de Mazatlán, en el cual se aprecia y disfruta la esencia de Mazatlán, pero como todo en Mazatlán, existe un gran desorden en cuanto a su ordenamiento urbano y el uso de suelo, así como su oferta ordenada, y adecuada de productos y servicios.
Lamentablemente, y como todo en Mazatlán, son ciertos y cuales grupos, incluidos en estos los políticos en turno, los que se han arrogado el derecho de decidir las políticas públicas que deben de regir para tal o cual zona de la ciudad. Y estos grupos no toman en cuenta la opinión, ni siquiera de los vecinos que habitan en ellas, mucho menos de otras personas que tienen conocimientos al respecto.
Y es en función de lo anterior que, desde hace muchos años tenemos un Mazatlán que aspira y presume mucho, pero que en realidad, las distorsiones y aberraciones que estos grupos generan mediante sus proyecciones lo empobrecen y no le permiten alcanzar la categoría de primer mundo que desde siempre ha tenido, pero que los miembros de estos grupúsculos le han negado que alcance.
Cómo ejemplos podemos citar los siguientes:
- Su ubicación en la línea del Trópico de Cáncer, le permite, aquí si presumir, que todo lo que aquí, vive y se produce, tenga cualidades únicas y en muchos casos endémicos, es decir, no hemos sabido poner en valor esta sensacional cualidad. Eso sí, somos expertos en copiar cosas que no nos van, ni nos vienen, como querernos ubicar en el Mar de cortés, es decir es tanta la miopía que nos queremos colgar de las cualidades del Mar de Cortés, porque no somos capaces de mirar las cualidades tropicales de nuestra ubicación que tiene dos valores fundamentales, una es precisamente lo tropical y la otra el océano pacífico.
- La Naturaleza: los mazatlecos no tenemos conciencia de lo esplendorosa que es la naturaleza en Mazatlán, espectacular digo yo, y es en función de esta falta de conciencia sobre el valor de nuestra naturaleza, que en lugar de cuidarla, nos hemos especializado en destruirla. Es cuestión de observar un poco al respecto y nos daremos cuenta de lo criminal que venimos actuando al respecto, destrucción de cerros, valles, playas y todo lo que en ellas habita, para dar paso a horribles edificios y fraccionamientos. Y mil cosas más.
- Playas: otra de las grandes bendiciones que tiene Mazatlán son sus playas, mismas que sin haber asistido al sesudo estudio que desde hace algunos años da a conocer José Ramón Manguart al final de cada temporada vacacional, sé que acapararon el primer lugar de atracción de quienes nos visitan. Pese a ello, las tratamos de la peor manera, por un lado los locales las vemos como basureros, y lógico es que quienes nos visitan por reflejo hacen lo mismo. Los voraces intereses empresariales no se miden en sus erróneos intentos de apoderarse de otro de los grandes atractivos de Mazatlán, que es el Paisajismo, que déjenme decirles es de otro nivel. Pero a ambos, Playas y Paisajismo, día a día estos voraces empresarios se empecinan en, literalmente aniquilar, así vemos que en playa norte horribles palapas y decenas de vendedores ambulantes han, también, literalmente invadido la Av. del Mar, la explanada Sánchez Taboada, la del Corazón y la Garmendia, así como la Ángela Peralta, y no terminaría de enumerar cosas y casos como los anteriores, una verdadera masacre. Y:
- El Centro Histórico de Mazatlán: todo lo que les pueda decir sobre el Centro Histórico de Mazatlán se queda corto ante su belleza, originalidad y, sobre todo, de su potencialidad. Lamentablemente al igual que todos los valores culturales y turísticos de Mazatlán, pesa el maleficio de los voraces intereses empresariales, los cuales, ha decir verdad, no es que estén mal, pero ante la falta de políticas públicas verdaderas y verdaderamente consensuadas, pues sencillamente los empresarios con un billete de por medio hacen lo que se les place, en lugar de lo que se debe de hacer. Y así vemos que, si bien es cierto, la cultura se ha convertido en una especie de magia que le da un valor agregado a esta zona, pero en la parte empresarial este tema no avanza, es decir, nuestro empresarios están engolosinados en la gastronomía, los bares y si los dejamos en construir horribles edificios departamentales, que en realidad son la distorsión de la renta vacacional, porque eso es lo que sucede, la gente está comprando para rentar. Y así tenemos un Centro Histórico, que es hermoso y tropical, en donde la cultura florece al lado de restaurantes y bares y con escasos museos, galerías y arte urbano, pero además en donde no se aprovechan las grandes potencialidades, que son muchas, pero, y al parecer, poco nos importa lo que pase. De ahí, que los grupúsculos en cuestión vienen haciendo lo que les da su regalada gana.
Para efectos de la presente, nos enfocaremos en el Centro Histórico y en el programa “Barrios Mágicos de México”, mismo que es una derivación del de “Pueblos Mágicos de México” y que en una primera etapa contempla que cada uno de los estados de la república mexicana decidirá o propondrá un barrio de una o varias de sus ciudades o localidades, pero solamente una será la que reciba la distinción. Para el caso de Sinaloa ya se decidió que fuera el Centro Histórico de Culiacán, lo cual no criticamos, antes al contrario, aplaudimos.
Pero, este hecho nos hace reflexionar en la gran oportunidad que se le presenta a Mazatlán para reorientar el rumbo de su Centro Histórico, ya que los parámetros al respecto son muy claros: singularidad, autenticidad, orgullo, tradición, arquitectura, cultura, historia y gastronomía, entre otros. Y el Centro Histórico de Mazatlán las reúne y los rebasa.
Y aunque sabemos que el Centro Histórico de Culiacán será el primer “Barrio Mágico de México” en Sinaloa, lo cual nos entusiasma y llena de gusto, pero a la vez nos hace albergar la esperanza que con este programa las cosas negativas que suceden en el Centro Histórico de Mazatlán podrán enterrarse de una vez por todas y esta acción dar paso a hacer las cosas como se deben de hacer, es decir, tomar en cuenta todas las opiniones para tomar cuál o tal decisión. No como hasta ahora que un puñado las toma y pues ahí está que no pasamos de ser presumidos, pero no avanzamos al siguiente nivel.
Antes de darles a conocer lo que pasó en Chetumal, permítanse transcribirles lo que en el acto de Chetumal dijo el secretario de turismo de Quintana Roo Bernardo Cueto Riestra:
“Cada rincón de nuestro país tiene una historia que contar, en las cuales hay identidad, y que impulsando esos barrios, su cultura, su gastronomía, su arquitectura histórica y la modernidad, creamos un espacio para la sana convivencia de los habitantes y los visitantes”.
“Con este acto y esta declaratoria hoy culminamos una gira sumamente importante del secretario de Turismo de México en nuestro estado, que parte del ejemplo de nuestra gobernadora, en la que nos hemos acercado a cada uno de nuestros destinos, escuchando a la gente y a nuestros turistas, y procurando dar respuesta a través de los productos turísticos para generar mayor prosperidad”,
Igualito que acá…