Si llevas tiempo luciendo una piel apagada, puede que haya algo que no estés haciendo bien, y debas cambiar en tu rutina
Por: Francis Velarde
Cuando comienza el verano, nos llenamos de buen humor y alegría. Incluso nuestro rostro cambia y parece que tenemos mejor aspecto. Pero no siempre es así. Hay personas que a pesar del cambio de estación, cuentan con una piel apagada y con falta de luminosidad. Si a esto le sumamos otros problemas como ojeras, o acné, el cutis incluso parece más apagado de lo habitual.
¿Pero qué causa la piel apagada? Existen varios factores que pueden ocasionar falta de luminosidad en el rostro. Uno de ellos es la mala alimentación. Una dieta desequilibrada y falta de nutrientes hace que nuestro rostro se vea afectado. Esto es debido a la falta de vitaminas en la piel. Por eso, es importante cuidar lo que comemos porque posteriormente se verá por fuera.
Estrés y cansancio
Otro de los factores que causa una piel apagada es el cansancio y el estrés. Por ese motivo, es importante descansar bien por la noche para recuperar energía y que la piel se restaure. Por si no lo sabías, durante la noche, nuestra piel se regenera: la multiplicación celular, así como la producción de colágeno, están en su nivel más alto durante esta fase de descanso. Si nuestro sueño nocturno se reduce, nuestra piel se resentirá.
Como te decíamos el estrés también es uno de los causantes de la falta de luminosidad en la piel. El cortisol es la causa del estrés y puede ser perjudicial para la piel. Esta hormona, presente de forma natural en nuestro cuerpo, y que suele segregarse en cantidades razonables, comienza a extenderse desde el interior cuando nos estresamos demasiado. La piel se ve entonces atacada por los radicales libres que dañan nuestras bonitas células cutáneas. Aunque no siempre es posible, deberíamos intentar controlar nuestros niveles de estrés, ya que es beneficioso para nuestra salud en general, así como para la piel.
Exposición a la luz azul
Otros agentes que pueden causar falta de luminosidad es la continua exposición a la luz azul. Pasamos muchas horas delante del ordenador, y en general de dispositivos electrónicos. Esto hace que se atenúe la flacidez, la aparición de manchas y un rostro más apagado.
Células muertas de la piel.
A diario, se desprenden millones de células muertas de la piel, que pueden acumularse como partículas de polvo en una superficie, lo que impide que la piel refleje la luz y atenúa su luminosidad natural. A medida que envejecemos, la capacidad de renovación celular de la superficie de la piel disminuye y esto provoca un aumento de la acumulación de células muertas.
Radicales libres.
La contaminación no solo afecta a tus pulmones, sino que también puede dañar tu piel. La suciedad y el dióxido de azufre presentes en el aire crean radicales libres (moléculas inestables que dañan las células del cuerpo) en la piel, deterioran el colágeno y estimulan la producción de pigmentos, lo que provoca que la tez adquiera un aspecto cansado y apagado.
Falta de sueño
Mientras duermes, tu piel tiene la oportunidad de regenerarse y repararse. Esto sucede gracias a un incremento de los niveles de melatonina del cuerpo, a una liberación de la hormona del crecimiento humana que permite la reparación de los tejidos y a una disminución del cortisol, la hormona del estrés. Tan solo un par de noches de sueño insuficiente bastan para que aparezcan los signos visibles de fatiga, entre los que se incluye una tez apagada.
Deshidratación.
Cuando no bebes suficiente agua o cuando las condiciones climáticas o el ambiente son especialmente secos (por ejemplo, durante el invierno), puede descender la cantidad de hidratación que se encuentra bajo la superficie de la piel, lo que provoca que esta adquiera un aspecto más flácido y apagado, en lugar de más relleno y luminoso.
Irse a la cama sin desmaquillarse.
Cuando te olvidas de retirar el maquillaje antes de irte a dormir, impides que los poros respiren y, por lo tanto, que la piel se regenere. Esto puede provocar irritación y envejecimiento prematuro.
No exfoliar la piel
La exfoliación ayuda a eliminar las células muertas de la superficie de la piel. Si te has saltado este paso en tu rutina de cuidado de la piel, quizás esta sea una de las razones por las que tu rostro tiene un aspecto apagado y cansado.
Estilo de vida poco saludable
El tabaco, la falta de ejercicio y una dieta compuesta principalmente por alimentos procesados con un alto contenido en azúcar, sal y grasa pueden provocar estragos en la luminosidad de tu cutis.
Los mejores tratamientos para evitar la piel apagada
Si puedes acudir a un centro de belleza los mejores tratamientos para dar luz son las exfoliaciones con ácidos suaves frutales que eliminen de forma segura y sin pelados la capa más externa de la piel o tratamientos como hydral infusión, que hace que la renovación se haga a través de una pistola con aire acompañada de tónico queratolítico que ayudará a la renovación de la piel, acompañada después por la penetración de activos hidratantes para recuperar la hidratación de todas las capas de la piel.
Si tienes la piel apagada, sin luz, con zonas oscuras, y rugosa, no dudes en pedir consejo a un profesional para que te dé los consejos adecuados para recuperar la función de barrera cutánea y de excreción de la piel, para que las toxinas propias y ajenas no se acumulen en tu epidermis.
Después de descubrir por qué tu piel tiene un aspecto apagado y de aprender a recuperar su luminosidad, llega el momento de perfeccionar tu rutina de piel. Al fin y al cabo, la limpieza es la base de una piel radiante y luminosa. ¡Libera tu luz interior!Después de descubrir por qué tu piel tiene un aspecto apagado y de aprender a recuperar su luminosidad, llega el momento de perfeccionar tu rutina de piel: la limpieza es la base de una piel radiante y luminosa. ¡Libera tu luz interior!
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