Hoy es el Día más Feliz del Año… Hagamos que lo sea: Yellow Day

Se le ha designado a este Día como el “Yellow Day” o, el “Día más Feliz del Año”, lo cual para la inmensa mayoría de las personas no pasa de un eslogan más de los tediosos Días Mundiales o Internacionales, incluso hay quienes con enfado dicen: “Esto de los Días Mundiales o Internacionales, ya parecen como los días de los Santos Católicos, son tantos y cada día surgen más, que ya no hayamos ni a cuál festejar”.

Y la verdad que a quienes piensan así les asiste toda la razón, y es que la efectividad, en términos de beneficios humanos, ecológicos, económicos y demás, que acarrean las celebraciones de los Días Mundiales e Internacionales o de Santos, la verdad, es tan efímera como las fechas de las celebraciones.

Más aún, pareciera que a mayor cantidad de Días Mundiales e Internacionales, mayores son los resultados negativos en función de los objetivos de cada celebración, veamos: si es en términos del medio ambiente, nadie me puede negar que estamos cada día peor, destruyendo todo, al igual que contaminando. Y saque cuentas o haga un análisis de Cada Día Mundial o Internacional y verá que es igual en cuanto a resultados.

Lo anterior a nuestro humilde juicio se debe a que no es con buenos deseos como se van a arreglar las cosas, se requiere que los enfoques cambien. Por ejemplo: ¿Quiénes promueven los Días en cuestión?. Por si no lo saben va, los organismos mundiales que representan a los gobiernos de los países de todo el mundo vía sus representantes. Pero resulta que estos organismos velan por los intereses de quienes más daño causan a la naturaleza. Sí, diseñan geniales campañas para promover el cuidado del medio ambiente y otras nobles causas y, para ello, nos piden a los seres humanos comunes y corrientes que no contaminemos y que limpiemos los desechos de las grandes empresas, traducidos estos, los desechos, como los empaques de sus productos.

Pero nunca de los nuncas, sancionan por ejemplo: a Coca Cola, que es con mucho, la empresa más contaminante del  mundo, aunque trate de disimularlo generando, según ello, empaques reciclables, lo cual es tan falso como su interés por los humanos. Y así lo podemos ver con cientos de miles de empresas poderosas que son las que de verdad tienen al mundo hecho un desastre de contaminado y cada día menos apto para los humanos.

Una vez aclarado lo anterior, ahora pasemos a la celebración de este Día, el “Yellow Day” o el “Día más Feliz del Año”. En primer término, nos parece muy interesante que se toque el tema de Felicidad, y es tan importante que los seres humanos seamos felices, cosa que quienes no entienden nada de eso, ni siquiera consideran que sea mínimamente importante.

Pudiéramos pensar que al fin y al cabo quienes piensan así son un puñado, e incluso creer ingenuamente que no puede haber en el mundo personas que no valoren la felicidad. Pues lamentablemente se equivocan quienes piensen así, y aunque concedemos que todo mundo sabe lo que es l felicidad, pero cada cual la conceptualiza de acuerdo a su criterio o intereses, por ejemplo: ¿Quién no ha oído en las arengas católicas que los pobres no pueden ser felices? O ¿A cuántas personas no les han oído decir, que para ellos la felicidad es estrenar o tener dinero o gastar o un sinfín de cosas que no son otra cosa que mero consumismo?. Y así vivimos aspirando a cosas para ser felices. ¿O no es cierto lo que digo…?.

Pero resulta que nada de eso en realidad da felicidad, antes al contrario, da infelicidad ya que el consumo de cosas crea adiciones o dependencias, muchas personas equiparan el sentirse bien con el usar ropas carísimas, en lugar de físicamente estar sanos y pudiera darles muchos ejemplos, pero cierro diciéndoles que además de lo superfluo que resulta el consumismo, crea ansiedad a millones de personas por dos vías, una es la de siempre estar aspirando a traer o consumir lo más de moda y, la otra es que les crea enormes deudas que en muchas ocasiones las llevan a la quiebra total, o mínimamente a estar esclavizados a pagar enormes cantidades de dinero y con altos intereses. Y a eso le llaman felicidad y lo justifican diciendo que los pobres así vivimos. ¿Ha escuchado eso a alguien?…

En resumen, alcanzar la Felicidad es algo más a la mano, más simple, y esta verdadera felicidad no cuesta, por ejemplo: una sonrisa de tu hija o hijo más pequeño o grande o intermedio, proporciona una felicidad que no se compra con dinero y no la hay en los escaparates o folletos publicitarios. Ver un atardecer o amanecer sin que te preocupe nada. Convivir sin ataduras con tu pareja, vecinos, amigos o hasta con desconocidos. Recibir unos buenos días, tardes o noches de parte de una persona amable y sonriente, hacer una obra social pero no de manera utilitaria como lo hacen muchas empresas, es decir, lo hacen para ganar publicidad. Saber que tienes poco material, pero estas conscientes de que no ocupas más para ser feliz, y me puedo llevar todo el espacio que tengo para este comentario señalando las cosas tan simples que proporcionan felicidad, pero creo que con las anteriores se podrán crear una idea de qué los puede hacer felices sin tanta parafernalia del consumismo.

Y finalmente les decimos a los empresarios de todo tipo, que en los hechos todos somos, que las empresas que van a sobrevivir en el futuro son aquellas que tasen su verdadero espíritu emprendedor e innovador en la felicidad de sus clientes. Y es que por ejemplo y pensando que vivimos a Mazatlán: creemos que el turista nos debe de dar las gracias porque le ofrecemos productos o servicios y así vemos que los clientes o turistas reciben tratos despóticos e inhumanos por cualquier cosa que contravenga las reglas que el empresario considera como sus reglas y se ensañan más cuando el cliente o turista reclama un mal servicio. Pareciera que aquí, la regla no escrita que dice, el cliente manda o tiene toda la razón, la hemos cambiado por la de el Cliente es el culpable.

Entonces apreciables lectores, la felicidad está al alcance de la mano y no del dinero, y también está en brindar felicidad a los demás. Nunca compartiremos lo que dicen algunos jerarcas religiosos respecto al concepto de que los pobres nunca serán felices, por el sólo hecho de ser pobres. Y qué saben estos petulantes de la felicidad que experimentan las personas más pobres del mundo. NADA, ya que están muy ocupados en sacarles dinero a los ricos, es decir, vendiéndoles la felicidad eterna vía los diezmos y expiándoles cada domingo sus graves pecados…