El Sombrero y nuestras Culturas Autóctonas

En México, según el estilo de vida de cada persona, es como se porta el sombrero; puede ser con elegancia en fiestas, para cubrirse del frío o del sol en el campo

Por: Francis Velarde

 El gran Penacho de Moctezuma es un ejemplo que muestra que desde los antiguos mexicanos se cubría la cabeza

El sombrero charro, da identidad al mexicano

Curiosamente el sombrero de charro, símbolo de identidad mexicana, tiene origen español, proviene de Andalucía y Navarra, donde era un accesorio para ricos hacendados.

En cada pueblo o ciudad existe un estilo propio para portar un sombrero, en donde pobres y ricos, niños y grandes, lo usan en sus diferentes variedades como el de charro, el tejano, de ala, copa alta, estilo chinaco, caporal y vaquero, entre muchos otros.

La artesanía del sombrero en México data de los grandes emperadores aztecas, y mucho antes, tal vez mil, dos mil años antes de Cristo, los indígenas ya cubrían sus cabezas, algo parecido a los sombreros pero no exactamente igual. Más tarde, eran tocados hechos con plumas de quetzáles y águilas, como el gran Penacho de Moctezuma.

Con la mezcla de las tradiciones autóctonas y la llegada de los españoles a México, son las que definen las formas de sombreros desde los Chichimecas con su sombrero de ala ancha, con la copa alta, como el de Emiliano Zapata hasta la de los Chinacos, los Huicholes y Tzoziles que toman como modelo el sombrero cordobés, o la originalidad de lo que usan los Tarahumaras que es una forma de gorro hecho con un pañuelo rojo.

El gran Penacho de Moctezuma es un ejemplo que muestra que desde los antiguos mexicanos se cubría la cabeza, pero con la llegada de los españoles se define mucho la forma de los sombreros que tras la Conquista se han usado en México.

En las fiestas patrias, el sombrero de copa alta, como el de Emiliano Zapata, se ha constituido como el más divertido para ensalzar las celebraciones y también es el que se acostumbra llevar fuera del país para simbolizar a México, sobre todo en eventos deportivos.

El sombrero charro, que da identidad al mexicano en el extranjero, tiene un origen completamente español proveniente de la región de Andalucía y Navarra, siendo en un principio un accesorio para ricos hacendados.

El  primer sombrero en México fue tipo chinaco, parecido al andaluz del flamenco, pero con la evolución histórica del país se fue adaptando con copa más alta y alas más anchas. También diferenciaba a las clases sociales, ricos y caporales lo usaban mientras el campesinado utilizaba un sombrero de palma o paja.

En la época revolucionaria, el sombrero ya era un accesorio generalizado para todos los mexicanos, siendo Emiliano Zapata el principal promotor y se diferenciaba al de charro por tener una copa muy alta tipo piloncillo, podía ser de fieltro, palma o pelo de conejo.

Además existe el sombrero norteño que tiene influencia de Estados Unidos y que empezó para diferenciar a los ganaderos del norte del país. También se encuentra en las regiones de la costa del país pero en palma con la función principal de cubrirse del sol.

Para la globalización de estos sombreros se comenzó con la migración mexicana y, con ella; se vino todo ese intercambio cultural que tiene México con todos los países siendo este sombrero un símbolo de su cultura en un nivel increíble.

El sombrero es parte de la historia de los mexicanos. en la época de la Colonia los españoles trajeron a México sus sombreros pero el característico sombrero de Ala muy Ancha con la copa muy alta se impuso en los tiempos de la Revolución Mexicana a través de la figura de Emiliano Zapata.

En la cultura de México, como en casi todas las culturas, el sombrero se expresa por sí mismo, parte de la cabeza hacia los gestos, y después las acciones, el sombrero realza ese saber. Y, según el estilo de vida de cada mexicano, así es el modelo que ostenta en su cotidiano vivir, porque, eso sí, no hay mexicano que deje de utilizar su sombrero. No es solamente el conocido como “charro” el que se usa más en México, lo es también el tejano, el de ala y muchos más.

El sombrero es una de las artesanías más populares y es una prenda de vestir que se usa a diario. El  sombrero también era una prenda especial para dar más elegancia a los trajes, por ejemplo: en las bodas, como elemento de adorno en la mujer, lo que se llamaba “tocado” ahora casi en desuso.

Existe el sombrero de gala, el de faena y el ceremonial y, cada pueblo, cada ciudad, tiene su estilo en su sombrero. No cabe duda que cada postura de sombrero muestra un lenguaje diferente y es un exponente claro de las diferencias sociales.

En los sombreros mexicanos se utilizan diferentes materias artesanales como la paja de trigo, de avena, de cebada, pelo de liebre y de conejo, fieltro de lana, vara de sauce y bejuco, cuero de vaca o de oveja, palma de jipi, carrizo etc..

Existen también los sombreros “chinacos” que daban personalidad al mestizo, sus características son indígenas, también a otro tipo se le llamaba “caporal” y “vaquero” que es un derivado del famoso sombrero “charro”. Sombrero de caballista ya que “charro” significa jinete. Luego, a estos sombreros se le dio otro carácter más elegante, porque cuando eran usados en ceremonias más distinguidas se le forró con terciopelo, creando adornos y usando hilos de plata y oro, que daban personalidad al llamado sombrero charro del “Mariachi”.

Sombrero de ala ancha, más de quince centímetros, copa alta unos cuarenta y cinco centímetros. Este sombrero está hecho de fieltro de lana, de pelo de liebre y también de paja de trigo, al ser de ala ancha, de esta forma protege al jinete en la caída del caballo. En la copa lleva cuatro “pedradas” para darle resistencia. Este sombrero es muy utilizado también en la música mexicana, especialmente en el cine y con mariachis.

No olvidemos el Jarabe Tapatío, que es precisamente la danza del sombrero mexicano, ya que el hombre tira el sombrero en el suelo delante de una mujer y si ella lo acepta, baila en su ala ancha o alrededor del mismo.

Según en la región donde se viva, el sombrero es más grande o más pequeño, en las zonas secas es más grande que donde hay bosques.

Hay sombreros de paja de trigo, de avena, de cebada y de esparto. En Hidalgo, el sombrero llamado “de vuelta a vuelta”. En Michoacán los sombreros de “petate”. En Tabasco el famoso sombrero “chontal”, está hecho de alas muy anchas, copa alta y tejido con palmita entrelazada. Lo hacen los indígenas Chontales o Atastecas. Cada vez se ven menos pero sí lo exhiben en funciones folklóricas o fiestas especiales.

En Oaxaca, son populares los sombreros de “panza de burro” hechos con la lana de los borregos, sin lavar y mezclada con la cera de abejas silvestres, agua hirviendo y un largo proceso de cinco días y así se hace el sombrero que además, va teñido con especiales encantos y coloridos de la naturaleza; este sombrero mantendrá la cabeza fresca pero también le puede proporcionar dolor de cabeza, según el estado del tiempo por lo que no debe calentarse antes de ponérselo en la cabeza.

 Son tantos los sombreros de México que no puedo nombrarlos a todos. Algunos se elaboran con trenzas unidas en espiral a partir del centro de la copa y de ahí se hace la forma que se desee, luego se alisa, se pule y se apresta.

El sombrero que se vende al turista nada tiene que ver con el auténtico. El sombrero mexicano está pensado y hecho no sólo para cubrir, también para despejar, está creado inspirado en sus múltiples usos.

El sombrero te protege del polvo, le da viento al fuego para atizarlo, también lo apaga, con el sombrero el rejoneador le da un hermoso lance al toro bravo, sirve para beber agua en una necesidad, se usa para enamorar a una dama, para premiar a un torero, para librarse de un enemigo, para atrapar a una víbora, para matar a una mosca, para decir adiós, para recibir a un amigo, para protegerse de un tiro o machete.

“Quitarse el sombrero” es una expresión que muchos hemos dicho por alguien que realmente admiramos. Ponerse el sombrero es como empezar a pensar en algo muy serio.

Pero si a alguien en la historia de México, se le ha puesto el sombrero, es a la señora o señorita ”Catrina”, Doña Calavera Garbancera, inventada para crear la clase social alta de México, mucho antes de la Revolución. No conozco a casi ninguna catrina sin sombrero. El gran artista Don José Guadalupe Posada, la creó con sombrero y bien elegante.

Pero no podemos concebir un sombrero mexicano, sin un sarape, sobre todo si el mariachi va a dar una “serenata” a su preferida, a su pareja o enamorada. Una “mañanita” sin sombrero no es mañanita.

En contraposición al sombrero de cuatro picos existe el sombrero jarocho, hecho de palma, con alas muy cortas y levantadas, tiene cuatro pedradas o cavidades, llevan algunos adornos de colores, generalmente plumas. El sombrero yucateco o jipijapa, se usa en Campeche, es un sombrero pequeño, de copa baja, ala corta y caído en la frente.

El sombrero costeño, también hecho de palma, de ala ancha hacia abajo con orificios para la ventilación y con un cordón para sujetarlo.

El sombrero tejano, es un sombrero de paja o cuero, es el sombrero vaquero por excelencia, lleva una banda de sudor en el interior, también son conocidos por las arrugas de la corona y el balanceo del borde, su copa es alta y ancha, algunos sombreros vaqueros se les ha llamado de “diez galones” porque son resistentes al agua. Es también el sombrero de cowboy. Y dicen que un buen jinete, ha de poner primero su sombrero al caballo antes de montarlo.

No podemos olvidar el sombrero calentano de Tlapehuala en la Tierra Caliente. Son tantos los lugares de México que mencionar, y tantos sus sombreros que me es imposible enumerarlos.  Las gentes que lleva un sombrero destacan su propia distinción, belleza y elegancia.

Para finalizar, creo sería un buen ejercicio, que ustedes apreciables lectores, nos dijeran qué sombreros nos mandaron y de esta manera enriqueceríamos el presente…

Si decide contribuir, por favor use la caja de comentarios que aparece al final del presente.

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