[vc_row css=”.vc_custom_1615257873361{margin-top: 1px !important;margin-right: 1px !important;margin-bottom: 1px !important;margin-left: 1px !important;padding-top: 0.5px !important;padding-right: 20px !important;padding-bottom: 20px !important;padding-left: 20px !important;background-color: #ffff8c !important;border-radius: 15px !important;}”][vc_column][vc_column_text]
En memoria de esta gran persona que siempre trabajó con mucho orgullo y pasión el oficio de la talabartería
Descanse en paz
De parte de sus compañeros del comité “Ciudadano de La Noria”
La Noria, Pueblo Histórico, Zona Trópico, Mazatlán, Sinaloa, México, a; 8 de marzo de 2021.- El presente comunicado fue elaborado por la autora hace 10 años y se reproduce en esta fecha con motivo del fallecimiento de “Jony”.
[/vc_column_text][vc_separator color=”black” style=”shadow” border_width=”8″ css_animation=”lightSpeedIn”][/vc_column][/vc_row][vc_row css=”.vc_custom_1615260482852{margin-top: 1px !important;margin-right: 1px !important;margin-bottom: 1px !important;margin-left: 1px !important;padding-top: 0.5px !important;padding-right: 20px !important;padding-bottom: 20px !important;padding-left: 20px !important;background-color: rgba(129,215,66,0.11) !important;*background-color: rgb(129,215,66) !important;border-radius: 15px !important;}”][vc_column][vc_column_text]
La Talabartería y la marroquinería: oficios de sobrevivencia
Texto por: Marisol Lizárraga Lizárraga
En este pueblo, una de las tradiciones antiguas que ha perdurado y que goza de gran reconocimiento es, la talabartería, oficio al que un grupo de familias locales se han dedicado por siglos, de este han vivido y han dado empleo a cientos de personas que buscan la forma de trabajar honestamente.
Uno de los artesanos que con orgullo mantiene el prestigio de la talabartería en La Noria es Juan Antonio Salas Lizárraga, conocido con “Jony” quien junto a su familia ha incorporado la marroquinería que es la fabricación de diseños de cuero, desde bolsos, carteras y cintos para vestir.
Jony empezó desde joven. A los 15 años decidió que seguiría los mismos pasos que su abuelo, tíos y su padre, Don Alejo del mismo apellido, todos dedicados a la talabartería, que en sus talleres fabricaban apeos para la labranza del campo y las caballerías, desde monturas, látigos, collarines y con el tiempo complementarían la elaboración de los huaraches de correas.
La talabartería, una tradición que le da fama e identidad a La Noria, es oficio que llegó rudimentariamente con los españoles y se afianzó con la estancia de los franceses en tierras Sinaloenses, porqué hasta aquí llegan grupos de turistas de diferentes países atraídos por el trabajo que realizan a mano en los diferentes talleres.
Este joven, con 37 años de experiencia en el oficio, decidió instalar su propio taller “Artesanías Jony” que ofrece una variedad de productos que le gustan a los turistas que llegan en los tours hasta el pueblo.
“Jony” se ha mantenido a la vanguardia y a combinado la talabartería con la marroquinería, para diseñar y crear piezas combinadas con cuero de vaqueta y la cascara de coco, de la que fabrica, monederos y bolsos, además de las sillas de montar, lámparas de bule, máscaras de vaqueta, cintos, bolsos, monederos, carteras, caguayanas con funda, llaveros, guaraches de correa, hasta pescados y salmones en vaqueta.
Permanecer en este oficio, no ha sido nada fácil, dice, no son los tiempos de antes, que solo con lo que fabricaban en la talabartería era suficiente para dar empleo a más de 40 personas, porque existía gran demanda de las sillas de montar en la región.
Todo esto con el tiempo se ha reducido, quizá debido al empleo de nuevas tecnologías en el campo, que han ido sustituyendo el uso de bestias en la labranza por los tractores y poco a poco las vaquerías han disminuido, lo mismo que la escasa siembra de las tierras. Los modernos campesinos ha dejado de adquirir las sillas de montar para emplearla en las bestias, cambiándolas por las motocicletas y cuatrimotros, terminando con la costumbre de los rancheros de emplear los caballos, las mulas, los machos y los burros, son pocos lo que lo hacen ya.
Pese a todo, nosotros –él y su padre del mismo nombre- siguen manteniendo el oficio que sus antepasados les heredaron. La tienda de artesanías, porque además exhiben otro tipo de objetos que elaboran con cuero, se encuentra ubicada en una antigua casona ubicada por la calle Benito Juárez.
Aquí en este lugar donde está la tienda, señala que estuvo instalado el primer mesón donde llegaron los arrieros a descansar en las diligencia cargadas de oro y plata, que bajaban de la sierra de San Ignacio, el Placer, los Copales y hasta de Pánuco. Además que fue una cantina “La revancha” y el primer cine “Juárez” que tuvo el pueblo, en sus tiempos de bonanza económica.
Propone la idea de que esta finca podría convertirse hasta en museo, porque en sus patios se encuentran las maquinas, herramientas y piezas que se usaron en este lugar desde el siglo pasado. Manifiesta que los talleres son visitados por los turistas que son llevados por los guías quienes entre otras cosas incorporan la visita a la casa de la familia Salas.
Las artesanías de bolsas de coco son las que tienen buena aceptación por su originalidad y tiene solicitudes a diversos sitios de Mazatlán y otros lugares que venden.
Haber participado en exposiciones de la Sagarpa y Difocur en la ciudad de Culiacán, o Chiapas, le ha permitido obtener una panorama de lo que en otros lugares se fabrica en los talleres artesanales. Porque le ha permitido que lleguen a visitarlo turistas de todo el mundo desde japoneses, chinos, judíos, puertorriqueños, franceses, alemanes, canadienses, norteamericanos, entre muchos más.
La fama del “Jony” y sus artesanías llegan a muchas partes del continente, sonríe porque pronto su trabajo se mostrará en la televisión a través de un programa que recientemente grabaron “Un gringo en México “ y en un canal de la televisión de Monterrey.
Lamenta que no existan apoyos ni proyección de parte de las autoridades del gobierno estatal ni municipal para quienes trabajan en talleres artesanales que se niegan a desaparecer, porque dice que los artesanos en La Noria, preservan las tradiciones con estos oficios, pero también no han logrado incorporar más gente para emplearla porque no cuentan con programas de apoyos.
El artesano dice, que elaborar una silla de montar tiene su secreto, sin duda que su abuelo don Alejo Salas ha sido de los mejores y de él aprendió a trabajar el cuero.
[/vc_column_text][vc_separator color=”black” style=”shadow” border_width=”9″ css_animation=”rollIn”][/vc_column][/vc_row]
Visitas: 228