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El Nacimiento de un Club
En memoria a los Pilares y Baluartes del Muralla Primera de Cuatro Parets
Por: Jesús Antonio Serrano Martínez
Socio Honorario. 45 años como Socio
Para muchos jóvenes de aquella época su principal distracción era la participación en encuentros deportivos, principalmente como el beisbol y las regatas a remo, eventos que se realizaban con enfrentamientos entre colonias, barrios o agrupaciones.
Dentro de estos grupos de jóvenes, se encontraban los conocidos como los del barrio de la “Reforma”, ya que la mayoría de esta “chavalada” vivía por la calle Reforma, hoy calle Romanita de la Peña. También, se les conocía como los del barrio de “La Muralla”, ya que en las competencias deportivas eran patrocinados por un chino llamado Francisco Chong, dueño de la tienda de abarrotes “La Gran Muralla”, tienda localizada en la misma calle Reforma esquina con calle Del Sacrificio, hoy Niños Héroes. Además, a este grupo de jóvenes de “La Reforma”, durante sus tiempos libres, les daba por juntarse a las afueras de esa tienda para departir en convivios y pláticas, retirándose de ese lugar ya entrada la noche.
El chino Francisco Chong, al darse cuenta, de que esos jóvenes nada más se amontonaban a las afueras de la tienda, casi nada consumían y espantaban a la clientela, les facilitó una casa de su propiedad para que ahí hicieran sus reuniones, casa localizada en esa misma calle Reforma esquina con calle Venus.
En vísperas de las ya próximas Regatas de la Independencia, estos jóvenes acuerdan formar el equipo o quinta de remo de “La Reforma”, que participaría el 16 de Septiembre de 1920, quedando como remeros; Juan E. Gavica Oropeza; Pedro Solares; Carlos Rodríguez; Celso Ocampo: y como timonel Francisco V. Urrea, tripulando el bote o falúa de nombre “Petrel”.
En aquella histórica Regata del 16 de Septiembre de 1920, el equipo de “La Reforma”, enfundados con el uniforme de “La Gran Muralla”, se enfrentaron al equipo de los empleados de la Aduana Marítima, formado por Martín García, Antonio González, Jorge Carrasco, Martín Bishop y como timonel Juan Ramírez, que tripularían el bote de nombre “Nigromante”.
En aquel lejano 16 de Septiembre de 1920, Don Guillermo Coppel, apostó $200.00 pesos a favor de la quinta o equipo de los Empleados de la Aduana, por lo que los de “La Reforma” no se quedaron atrás y se casaron como apuesta $400.00.
En aquella inolvidable Regata, los muchachos de “La Reforma” o de “La Gran Muralla” se alzaron con el triunfo.
Entonces, esos jóvenes triunfadores, con el dinero ganado y otras aportaciones que hicieron entre ellos mismos, se organizaron en su local de Reforma y Venus, un día 7 de Octubre de 1920 realizaron un baile para dar paso a la constitución de su grupo social, llevando por nombre: “Club Deportivo Muralla A.C.” y teniendo como lema “Mutualismo Recreo y Deporte”.
Así es como nace el grandioso Club Deportivo Muralla A.C., un club, que está cumpliendo 100 años de su nacimiento y que, como testigo mudo, con el paso de los años ha visto transcurrir el tiempo en un Mazatlán del cual ya es parte de su historia.
Como complemento a esta historia, quiero añadir, que al club se le dio el nombre de “Muralla”, en agradecimiento al chino Francisco Chong, dueño de la tienda “La Gran Muralla”, quién siempre los había apoyado cuando solicitaban de su colaboración durante las justas deportivas.
Sobre el Dado o Cubo
Como símbolo o escudo del Club Deportivo Muralla, Don Juan E. Gavica Oropeza, socio fundador y primer presidente, diría que era el referente a un dado de la suerte, con numeración del 1 al 6 y que utilizaban entre ellos durante los partidos de beisbol para elegir a quien le tocaba el número mayor y así tener la suerte de ganar manilla y, a los que les tocaba el número menor, jugaban con la mano “pelona”, ya que no contaban con guantes suficientes y así la suerte siempre estaba en el dado. Y aclaró: “Por eso cuando se eligió el Dado como símbolo, se pensó en recordar que siempre estará en juego la suerte del Muralla entre sus agremiados, sobre todo, en los dirigentes, que son los obligados en cuidar los intereses del club para beneficio de todos y no deshonestamente o en favor de su yo personal para desangrar lo que con tanto trabajo y esfuerzo se ha logrado desde antes de 1920”.
Sobre los colores en el Dado
Se basaron en el Arco Iris que miraban en ocasiones durante los atardeceres lluviosos en el malecón de Olas Altas.
El Blanco, lo tomaron de la espuma de las olas del mar representando el anhelo hacia el club, el Rojo, para representar las luchas sostenidas en los triunfos deportivos, del Amarillo, el dorado de las preseas de la victoria y el Azul, por el mar y cielo de Mazatlán.
Esta fue una breve historia de los inicios de nuestro querido club, que en estos sus primeros 100 años de vida, sigue avanzando contra viento y marea.
No se pierdan el próximo Domingo la Segunda Parte…
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