Repudio general de las Mipymes por el acoso que sufren de la banca y otro tipo de acreedores ante el vencimiento de los periodos de gracia dado que la situación no ha mejorado, ya que el reabrir negocios no implica que hayan resulto su grave situación financiera

  • Inicia la Pandemia de los Créditos a pagar
  • Lo advertimos con toda anticipación: los llamados “apoyos” que ofrecieron los gobiernos estatales y federales no eran “apoyos” como tales, sino créditos en toda la forma y regidos bajo contratos “obligatorios” y llenos de vericuetos

Mazatlán, Zona Trópico, Sinaloa, México, a; 23 de marzo de 2020.- No son decenas, sino cientos de solicitudes las que hemos recibido en las que quienes nos las hacen, angustiados nos cuentan los acosos que están recibiendo de la banca, organismos estatales, federales y otros acreedores reclamándoles los pagos de los “apoyos” que les brindaron para sortear la pandemia del Covid – 19.

Es muy feo tener que decir: “Se los dijimos”. Pero así fue, basta que busquen en nuestros archivos recientes en la sección Covid – 19 y ahí verán que lo señalamos con toda precisión. Es decir, lo que se les está ofreciendo no son “apoyos”, son créditos en toda la forma y aún con el hecho de darles un plazo de gracia de tres meses, esto no es aplicable a este caso.

Y es que las autoridades federales, estatales y municipales en realidad no estaban ni siquiera remotamente conscientes de lo que deparaba en el inmediato y mediato plazo la ahora monstruosa pandemia del Covid – 19.

La reacción que tuvieron todas las dependencias fue la de aplicar programas que, tal vez, para otros tipo de casos si eran buenas alternativas, pongamos de ejemplo los caso de las remodelaciones del centro histórico, avenidas de Mazatlán, entre otros, en los que la problemática se focaliza a ciertas áreas, por tanto las afectaciones de cierres parciales de las mismas afecta a grupos perfectamente focalizados.

Pudieran estos “apoyos” también ser adecuados en casos de huracanes o desastres naturales.

Y son ideales en casos donde todo está en calma, es decir, cuando las cosas están normales.

Pero en este caso de la pandemia del Covid – 19, sinceramente las cosas no tienen marco de referencia. Porque si analizamos las condiciones en que se otorgaron los créditos tanto federales como estatales, notaremos de inmediato que las ofertas estuvieron llenas de contradicciones, analicémoslas:

  • En primer término se dijo; estaremos otorgado “apoyos”, primera gran contradicción, no eran “apoyos” eran créditos en toda la extensión de la palabra y con las mismas reglas que se rige un crédito en situaciones normales y también con los mismos miserables vericuetos.
  • También se ofrecieron estos “apoyos” con tasas de interés bajas, las que, por cierto, no fueron nada de blandas y así se llegó a la segunda gran contradicción.
  • Y cómo es que un “apoyo” se otorga y por este se cobran intereses. Más claro, no negamos que en condiciones normales un crédito, como el ofrecido como “apoyo”; pues si aplica un cobro de interés módico. Pero en una situación sin precedentes, pues de dónde sacaron esa idea.
  • También dijeron a un plazo adecuado, y nos preguntamos: ¿cuál era ese plazo adecuado, un año, dos, tres o más? Siendo esta la tercera gran contradicción, dado que nadie sabía y sabe cuánto durará esto.

En realidad, lo que realmente pasó es que nadie estábamos preparados para una situación tan grave como la que estamos viviendo. Ni los gobernantes, ni los funcionarios públicos, ni los ciudadanos, en este sentido, todos cometimos errores:

  • Los gobernantes no estaban preparados para enfrentar una situación tan sensible como la que planteó el Covid – 19, por tanto, en lo general dieron soluciones basadas más en lo que tenían en la mano, que las realmente necesarias, incluso, no previeron el desastre financiero que ya empezó con la Mipymes, dado que su enfoque fue más a la salud que a lo económico.
  • Los funcionarios públicos, más lo de carrera, insensibles por naturaleza, tampoco supieron articular un verdadero programa de apoyo financiero y al igual que los gobernantes sacaron del baúl de los desastres los programas que habían aplicado en otras condiciones y fue lo que sugirieron ofrecer como panacea. Y pues que se podría haber esperado de ellos, que cómodamente refugiados en su nómina, pasaron sin sobresaltos la crisis de salud y así esperan pasar la económica.
  • Nosotros, es decir, los Mipymes, cometimos el error de caer en el garlito de aceptar los “apoyos”, que no eran tales sino créditos formales y con plazos fatales. Es decir, nos dejamos ir a sabiendas que tampoco sabíamos qué nos deparaba en lo futuro la crisis de salud.
  • Si se fijaron, no enlistamos a la banca entre los actores de esta trama, ya que como siempre esta nunca está presente en las grandes problemáticas y si lo está es solamente para esquilmar a los usuarios del crédito.

Ante todo lo anterior, tenía que llegar lo ineludible: los “apoyos” dejaron de serlo y pasaron a su verdadera concepción, créditos a pagar: En donde dice Red Fosin y demás acreedores: “usted firmó un contrato y tiene que pagar ahora”. Y no hay manera de hacerlos entender de que las cosas no se han resuelto, por el contrario, se han empeorado. Pero nada hace cambiar a los acreedores: día y noche hostigan a los deudores con llamadas y amenazas y es cuestión de que abran los juzgados civiles para que inicien una cantidad increíble de demandas mercantiles o de otra índole reclamando los adeudos, y es cuestión de tiempo para que los ciudadanos empiecen a perder sus patrimonios, sumando así una pandemia más a las ya existentes.

Y por un lado, eso es lo que claman ante nuestra redacción cientos de Mipymes, que el gobierno del estado se sensibilice ante la situación y amplié el periodo de gracia, que modifique la tasa de interés y que no permita se apliquen demandas derivadas de esta situación.

Y por el otro, que incentive la reactivación económica, permitiendo que los negocios operen de manera más flexible y sin tantas exigencias.

En verdad no es cosa del otro mundo lo que piden la Mipymes de Sinaloa, incluso, el propio gobierno debería de haber pensado en ello desde hace un mes y haber sacado un programa adicional, pero no lo hicieron y dejaron que la realidad se viniera encima y ahora son los propios afectados los que reclaman ese programa de apoyo extra emergente.

Y es nuestro mejor deseo que sean atendidas estas peticiones, dado el gran costo social que tendría el no atenderlas.

Confiamos en la sensibilidad de Quirino Ordaz Coppel gobernador de Sinaloa y de Javier Lizárraga Mercado Secretario estatal de Economía y basados en esa confianza es que casi podemos asegurar que algo bueno sucederá al respecto.

Apreciables lectores: Cualquier sugerencia que deseen hacernos será bien recibida y canalizada, por favor envíenlas al siguiente correo:

hector@mazatláninteractivo.com.mx

Más temas del Covid – 19 y sus tragedias: Aquí>>

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