Si bien todo Sinaloa cuenta con grandes atractivos turísticos para ser visitados durante todo el año, uno de los lugares que en Mazatlán Interactivo les recomendaremos visitar después de este confinamiento ocasionado por el Covid – 19 es, sin duda; el Pueblo Señorial de San Ignacio.
[divide icon=”circle” color=”#000000″]“Bañado” por las aguas del Río Piaxtla, este municipio fue fundado en el año de 1633 por el padre Diego González de Cueto y forma parte de los asentamientos jesuitas de Sinaloa, donde la riqueza y belelza arquitectónica de su centro histórico hace pensar que el paso del tiempo se detuvo.
Este lugar pintoresco, donde se celebra cada 31 de julio a San Ignacio de Loyola, su santo patrono, el cual le da nombre tanto a la cabecera municipal como al municipio, cuenta con poco más de 22 mil habitantes, de los que alrededor de 5 mil de ellos se concentran en la cabecera municipal, que obtuvo la denominación de Pueblo Señorial en el 2007 y desde entonces se encuentra en constante cambio visual y urbano para convertirse en lo que a nuestro juicio ya lo es; un Pueblo Mágico.
Se localiza a 90 kilómetros del puerto de Mazatlán y a casi dos horas de Culiacán, para poder llegar a la cabecera municipal por la carretera México 15, a la altura de la sindicatura de Coyotitán se localiza el entronque que lo lleva a tomar la carretera estatal que le permite arribar a este lugar serrano, donde la mayor parte del año se cuenta con actividades, festejos y lugares que visitar.
Desde la entrada al Pueblo Señorial, la majestuosa imagen de la escultura de El Cristo de La Mesa, da la bienvenida a todo aquel que visita este lugar.
Este atractivo turístico, desde su inauguración en el año 2005, ha logrado año con año atraer a cientos de visitantes y se ha convertido en un ícono del turismo rural y del turismo religioso del municipio.
Tiene 20 metros de altura y está hecho de fibra de vidrio, con un acabado en resipol y forma parte de un proyecto integral que aún está en proceso de culminación, por lo que desde hace algunos meses se ha comenzado a trabajar en la creación de lo que será la pequeña capilla en la base de esta escultura que está enclavada en la parte más alta de la cabecera municipal.
Desde este lugar, se puede observar el punto más alto del estado de Sinaloa, que se localiza en la zona serrana de San Ignacio, “El Cerro de Los Frailes” o también conocido como “Los Tres Picachos”, elevación rocosa de 2520 metros sobre el nivel del mar, que puede observarse de comunidades costeras como Barras de Piaxtla o municipios cercanos como Cosalá.
Para poder llegar hasta el pueblo, se tiene que pasar por el arco de bienvenida y el gran puente Piaxtla, que fue construido en el año de 1977 y fue inaugurado por el presidente de la república, José López Portillo, hecho que se convirtió en toda una “fiesta popular” y un hecho histórico para los sanignacenses de esa época.
El visitante puede recorrer a pie este lugar, conocer la Plazuela de La Nanchi, que fue la primera que se construyó y guarda muchas historias que las personas adultas aún cuentan. Frente a este sitio de reunión se encuentra la cenaduría Martha, donde pueden disfrutar de una rica comida mexicana como gorditas, tostadas, tacos dorados y asado.
Al caminar por las calles adoquinadas del Pueblo Señorial, estas te llevarán hasta el Museo Regional, que anteriormente fue el mercado del lugar, donde actualmente se exhiben piezas, imágenes y artículos sobre la historia del municipio.
Dos nuevos atractivos de la cabecera municipal son el Callejón del Beso, que se localiza a un costado de este lugar y el Callejón del Cielo, que fueron creados por la actual administración municipal, encabezada por el alcalde Iván Ernesto Báez Martínez, quien se ha preocupado por impulsar el turismo rural, para que se vea reflejado en una mejor economía.
Estos dos sitios, en poco tiempo se han convertido en unos de los lugares favoritos para tomarse la “selfie” del recuerdo y presumir su estancia en la cabecera municipal a sus familiares y amigos.
Durante este época, todavía se pueden comprar y disfrutar del rico sabor de las pitahayas, que es una fruta silvestre que se vende por las calles desde finales del mes de abril hasta principios de julio y representa una fuente de empleo para decenas de familias de escasos recursos.
En el corazón del centro histórico se localiza el Palacio Municipal, la plazuela principal, la iglesia de San Ignacio de Loyola y la Casa de Tres Pisos, que sin duda alguna harán que el visitante pueda conocer un poco más a cerca de la historia y las leyendas de esta región del Piaxtla.
A los pies de la escalinata de la centenaria iglesia de San Ignacio de Loyola, que data del siglo XVIII, se encuentra un mural que simboliza el momento fundacional de este municipio, antes llamado Piaxtla, en él se observa la imagen de quien fuera el colonizador jesuita ante los nativos.
Durante el día o la tarde, se puede ver a los pobladores caminar por sus calles adoquinadas, lo que refleja la tranquilidad de este sitio, donde las leyendas forman parte importante de su historia, como la relacionada a la Casa de Tres Pisos y La Capilla del Diablo, que cuenta de Bernardo Escobosa, quien fuera uno de los grandes hacendados y vivía en esta gran casona que permanece aún sin terminar de construir, con la finalidad de mantener la gran riqueza que poseía, según cuenta la leyenda, le “ofrece” su alma al Diablo y al momento de morir es llevado hasta ese pequeño cerro que se encuentra a la entrada del pueblo, camino a San Juan, donde fue sepultado junto con sus hijos varones.
El parador fotográfico que está en La Mesa, la parte más alta del Pueblo Señorial, también es otro de los sitios para pasar la tarde y convivir con la familia, ya que desde este lugar se observa una gran panorámica de todo el pueblo y se alcanza a ver el cauce del río Piaxtla.
Sin duda alguna, una muy buena opción para visitar, al término de esta contingencia de salud, es el Pueblo Señorial de San Ignacio, que cuenta con unas piletas de aguas termales cerca de La Capilla del Diablo, donde algunas personas van y se echan un chapuzón en estas aguas curativas.
– Si deseas quedarte todo un fin de semana para poder disfrutar de lo que este Pueblo Señorial te ofrece, puedes hospedarte en el Hotel Anjolín, El Hotelito o en alguno de los pequeños hostales que aquí se encuentran.
Cerca de este Pueblo Señorial, se encuentran algunas pequeñas comunidades, que a los visitantes en lo general le resultan muy pintorescas y que de igual manera guardan muchas historias y sitios de interés para visitar como: Ajoya, La Labor, San Javier o Cabazán, que forman pare de La Ruta de Los Jesuitas.
Si aún no conoces el Pueblo Señorial de San Ignacio, ve agendándolo en tu próxima salida de fin de semana después de la cuarentena del Covid 19, porque estamos seguros que no te arrepentirás, su gente cálida te recibirá de la mejor manera y te invita a que conozcas la cabecera municipal.
