[accordions type=”toggle” handle=”pm” space=”no” icon_color=”#0480de” icon_current_color=”#f6d2df”][accordion title=”Introducción” icon=”” state=”yes”]
El presente análisis se basa en el estudio: Comercio y Turismo, presentado por Víctor J. Mertín Cerdeño: de la Universidad Compultense de Madrid, España.
La diversificación de los destinos turísticos ha, es y seguirá siendo parte fundamental de su posicionamiento en las preferencias de los turistas
- Generalmente la diversificación de un destino se asocia a factores de atracciones y diversión
- Se dejan de lado otros factores como por ejemplo: El Turismo de Compras; en ese sentido Mazatlán enfrenta un duro reto ante el crecimiento que turísticamente está experimentando frente al desproporcionado y anárquico crecimiento del comercio ambulante
- La pregunta es: ¿qué hacemos ante ello?…
Mazatlán, Zona Trópico, Sinaloa, México, a; 13 de agosto de 2018.- La meca de la Zona Trópico de Sinaloa, Mazatlán, experimenta desde la apertura de la carretera “Mazatlán-Matamoros”; un descomunal crecimiento en su actividad turística, mismo que no tiene comparación con ningún otro en su historia.
El crecimiento del turismo proveniente del llamado “Corredor Económico del Norte”, es decir, de los estados de: Durango, Zacatecas, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Tamaulipas, San Luis Potosí y otros más de la zona centro de México, ha sido sencillamente fenomenal.
Como podrán imaginarse, este enorme crecimiento turístico ha traído aparejado, por un lado, un crecimiento muy bueno en otros sectores empresariales de Mazatlán como el comercio. Aunque también tenemos que señalarlo, han hecho acto de presencia las problemáticas derivadas o asociadas a esta bonanza, las que han surgido con fuerza, particularmente en el denominado sector informal de la economía.
Al respecto, los representantes de los órganos empresariales, del comercio, los alimentos, el transporte, el hospedaje, entre otros, no pierden ninguna oportunidad para manifestar sus inconformidades. Y así vemos, un día sí y otro también que los líderes se lamentan de la competencia desleal que representan: comerciantes ambulantes, expendedores de alimentos, Ubers, rentas de casas y apartamentos, entre otros más.
Lo verdaderamente impresionante de esta situación es; que a lo largo de más de 40 años o muchos más, la problemática ha sido la misma. Líderes organizados del comercio y otras áreas señalando al ambulantaje y su problemática asociada. El gobierno haciendo como que atiende los señalamientos y el sector informal cada vez más boyante.
En realidad, es prácticamente nulo lo que se ha hecho por parte de las autoridades para controlar este fenómeno que afecta muchas áreas turísticas de Mazatlán, la zona comercial, y ya camina como Pedro por su casa en El Quelite, Pueblo Señorial, entre otros puntos de despegue económico.
Luego entonces: ¿Qué hacer ante esto?…
Nosotros creemos que lo primero que debemos de entender es; que las estrategias que se han venido aplicando para solucionar esta situación, sencillamente no han funcionado.
En segundo, también entender que comercio y turismo son variables fundamentales del sector terciario o de servicios en cualquier país.
Derivado de lo anterior, tendremos que aprender y entender que cada vez más a nivel global se ha venido consolidando una muy buena relación entre estas actividades, Turismo y Comercio y, como consecuencia de ello, se ha configurado y se viene fortaleciendo un nuevo término en el sector turismo: “Turismo de Compras” el cual en algunos países y destinos ya tiene un reconocimiento tácito.
Todo quien haya sido turista sabe a ciencia cierta que las compras están íntegramente ligadas a la experiencia de viaje; más aún; las compras de diferentes productos durante los viajes son algo más que un hábito, se han convertido en una necesidad.
Una vez en el destino, los turistas se preguntan; ¿qué es lo que puedo comprar aquí?. Incluso, en las últimas fechas el turismo de compras es ya parte de las motivaciones para viajar a determinados destinos turísticos. De lo anterior se desprende que se debe de prestar más atención a esta variación del turismo.
Destinos turísticos como Mazatlán son, de hecho, técnicamente muy apropiados para el Turismo de Compras, y es que aquí se tiene todo para hacerlo: un comercio bien desarrollado que incluye muchas variables atractivas para los compradores, industria que produce diversos tipos de productos, y cosas típicas y auténticas. Lo único que falta es que se haga la alianza estratégica entre Turismo y Comercio, que tenga como meta central potenciar a su máxima expresión ambas actividades y que esa potencialización resulte del agrado de los turistas, esto último requisito insalvable en este campo.
Ya en 1991, Jansen-Verbek, en un trabajo pionero sobre este tema, se preguntaba: ¿cómo, dónde y cuándo puede funcionar el entorno de compras como una atracción turística?. Aunque no proponía la idea de que un destino de compras fuera un paraíso de compras, refería que bastaba una modesta zona con un régimen fiscal específico que sirviera de estímulo para que los visitantes pudieran comprar. En contrapartida propuso el concepto de experiencia de compra como la piedra angular de esta vertiente del turismo incluyendo, las zonas comerciales tradicionales de las ciudades, los centros comerciales ubicados en el extrarradio, o incluso los centros que se han reconvertido de usos anteriores (puertos, estaciones, parques industriales, …).
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[accordion title=”Definición del Turismo de Compras” icon=”” state=”no”]
¿Qué es el Turismo de Compras?
En términos muy simples, podemos definir que: “el turismo de compras encaja con una forma específica de turismo promovido por personas para las que la compra de bienes fuera de su entorno habitual es el factor determinante en su decisión de viajar”.
Los cambios en las preferencias de los turistas
Si existe una actividad dinámica y evolutiva en el mundo esa es precisamente el Turismo.
Y es que los hábitos de los turistas cambian principalmente debido a tres factores claves:
- Uno es por la influencia externa, es decir, lo que incide en sus mentes (publicidad, tendencias, modas, entre muchas más) para que cambien sus patrones de consumo.
- Otro la representa el desarrollo personal de los turistas, o sea el grado de preparación personal y la conceptualización que de las cosas tenga cada turista.
- En tercero; los turistas van cambiando sus patrones de consumo conforme a su edad, por ejemplo: pongamos el caso de Lolita quien de niña era llevada por sus papás a las playas de Mazatlán y, por tanto; ellos le satisfacían todos sus gustos, con el correr de los años Lolita vuelve con sus papás pero transformada en una adolecente y, por tanto; sus gustos eran muy distintos a la de Lolita niña. Años más tarde Lolita vuelve a Mazatlán ya transformada en toda una jovencita, aunque ya no viene con sus papás, pero si con amistades y sus patrones de compra ya son muy diferentes a las dos Lolitas anteriores. Años más tarde, Lolita vuelve a Mazatlán a disfrutar su luna de miel y por supuesto que es una Lolita muy diferente a la que hasta hace unos años conocimos, desde luego que sus hábitos de compra también. Pasan algunos años más y Lolita vuelve a Mazatlán transformada en una señora casada y ya como mamá. Así que aquí ya es otra Lolita y son otros hábitos de compra los que ya tiene. Y así le podemos seguir con tan solamente el caso de una turista, en otras palabras el dinamismo en los hábitos de los turistas son tan variados como su transformaciones a lo largo de su vida. Así es es el turismo como actividad, Dinámico.
Derivado de lo anterior, todo operador turístico debe de estar pendiente de las influencias que van impactando a las personas, ser muy observador de las tendencias por ejemplo: si nos quedamos con la perspectiva tradicional de cómo vemos a un turista, entendemos que este basa su principal consumo en los productos asociados a su estadía en un destino turístico: hoteles, alimentos, paseos, compras, diversión entre otros. Eso es lo común podemos pensar y creer. Pero de acuerdo a la tendencia actual, el consumo no engloba únicamente los productos como tales, sino que se ha transformado en algo más elevado: consumir lugares, espacios y tiempo.
Yendo más a fondo en esto podremos ver que si tradicionalmente el consumo de los turistas se centraba en determinados bienes y servicios (hoteles, restaurantes, sol, playa o entretenimiento), pero en la actualidad, los turistas son consumidores de productos y servicios podemos decir “de mayor amplitud”.
En ese sentido, podemos concluir que los turistas además del producto concreto, que son toda esa gama de utilerías concretas: recuerdos, artesanía, artículos libres de impuestos, y dentro del destino: los lugares populares, centros comerciales, áreas temáticas, festivales, eventos, precios reducidos, gangas, regateo, y muchos más.
Pues bien, además de todos los productos anteriores, existen otros elementos que condicionan el comportamiento del turista de compras tales como: la búsqueda de recuerdos personales, autenticidad, novedad, aburrimiento o tiempo excesivo, deseo de comprar regalos o altruismo, entre una gran variedad más, que son por definición, los que están marcando las nuevas tendencias o patrones de consumo de los turistas.
El cuadro 1 resume alguna de las razones esgrimidas por Travel Industry Association of America (2001) para ir de compras durante los viajes. Las compras de los turistas son una actividad de esparcimiento caracterizadas por el ambiente, la emoción, el placer y la oportunidad de interactuar con los vendedores locales (Tosun et al., 2007); por tanto, aunque las compras funcionan como una actividad de ocio, también suponen una oportunidad importante para exponerse a la cultura del anfitrión y ampliar la información sobre el destino turístico.
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Razones para ir de compras durante los viajes
- Ocupar parte del tiempo de viaje
- Comprar regalos para otras personas
- Contar con un compromiso que exigía la compra de algún artículo
- Volver con un recuerdo del viaje
- Conocer las tiendas del destino turístico
- Acompañar a amistades o familiares en sus compras
- Buscar precios baratos o ahorro de dinero
- Encontrar algo único o auténtico
- Oferta comercial más amplia y extensa que en el lugar de residencia
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Elegir un destino turístico que te ofrezca la oportunidad de salir de compras funciona como una atracción adicional (Dimanche, 2003), (Moscardo, 2004). Distintos trabajos han reconocido que la actividad de compras funciona como una de las motivaciones más importantes de los viajeros (Reisinger y Turner, 2002), (Kim y Littrell, 2001), (Jansen-Verbeke, 1991), (Timothy y Butler, 1995).
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[accordion title=”Qué es un Turista de Compras” icon=”” state=”no”]
En primer término debemos de asentar, que los turistas por naturaleza tienen motivos múltiples para realizar compras, incluyendo: la diversión, la identidad, la satisfacción, el aprendizaje sobre las costumbres locales, el conocimiento de nuevas tendencias y una serie practicante interminable más.
Los investigadores de este fenómeno turístico, queriendo acotar o encontrarle una delimitación al turismo de compras, han dado a conocer varios puntos de vista, no obstante esta investigación se ha venido centrando en diferentes elementos.
Por principio y como punto de coincidencia habitual, se observa que el comportamiento de compra de un individuo es diferente cuando está de vacaciones; más claro, aumenta el gasto, adquiere algunos artículos no esenciales, compra en días y momentos no habituales (domingos, días de fiesta, noches, …). En otras palabras, cuando a un cliente nacional y a un cliente extranjero se les ofrece el mismo ambiente de compras, se puede anticipar que el cliente extranjero demandará más artículos, gastará más dinero y utilizará días y horas distintas al cliente nacional (los turistas demuestran más actividades comerciales en su tiempo libre).
La actividad de compras adquiere un protagonismo notable en los turistas porque cuenta con distintas particularidades (Pelechá, 2011). Los turistas compran sin necesidad y, además, quieren encontrar productos que tengan descuentos importantes. El turismo de compras es una extensión de los elementos de entretenimiento y diversión que forman el centro de atracción turística.
Además, los turistas tienen más tiempo y pueden disfrutarlo sin horarios rígidos para comprar. Muchos turistas van a las tiendas con la intención de comprar, a diferencia de un consumidor regular que evalúa la oferta y realiza comparaciones con otras tiendas. Los turistas están de vacaciones y los gastos impulsivos son más elevados (los turistas tienen más dinero que el comprador promedio).
En ocasiones, los turistas extranjeros buscan provecho de los menores impuestos sobre las ventas o de productos que no encuentran en su lugar de residencia. Viajar de vacaciones se asocia con el tiempo de ocio y se aleja de las tareas habituales o rutinarias. En este contexto, un turista que va de compras tiene un comportamiento diferente puesto que está dentro de una atmósfera excitante, distinta a las compras recurrentes del día a día (Timothy y Butler, 1995), (Turner y Reisinger, 2001).
El comportamiento del turista de compras responde a una mezcla de planificación e impulso; su comportamiento difiere claramente de un consumidor habitual (Meng y Xu, 2012). En la investigación de mercados, las motivaciones del consumidor se categorizan a menudo en relación a la tipología de compras (Wagner, 2007): racional y hedonista.
En el contexto turístico, la demanda está basada casi exclusivamente en motivaciones hedonistas como descanso, emociones, deseo, satisfacción, recompensas personales, esparcimiento. Jansen-Verbeke (1991) clasifica la motivación de compras de un turista en tres categorías
Primera: razones económicas como, por ejemplo, aprovechar un tipo de cambio favorable, precios más reducidos o conseguir descuentos notables con la negociación o regateo.
Segunda: razones psicológicas relacionadas con la identificación y simbología del destino. Y;
Tercera: razones sociales como, por ejemplo, el fortalecimiento de vínculos. Swanson y Horridge (2006) corroboraron que las motivaciones de las compras turísticas están influidas por atributos como la estética, la singularidad, la ubicación o los servicios de los vendedores.
El turista que va de compras actúa de manera diferente al comportamiento que tiene en sus adquisiciones diarias. La diferencia fundamental es la separación con la rutina puesto que se viaja para hacer cosas distintas al trabajo.
En literatura de turismo, estas personas han sido categorizadas de acuerdo con los papeles que representan durante su periodo vacacional, como; aventurero, explorador, pasivo, o escapista (Foo et al., 2004).
Estos papeles están relacionados con el comportamiento del consumidor hedonista. Las investigaciones actuales sobre los turistas que van de compras han identificado dos categorías de viajeros sobre la base de la teoría de motivación: turistas de compras y compradores de turismo.
La primera categoría engloba a los turistas que tienen las compras como su razón principal para viajar, eso son los turistas de compras.
Mientras, en el segundo grupo, aparecen turistas que tienen otras razones principales para viajar pero que también realizan compras como una actividad complementaria durante su viaje (Timothy, 2005).
Los turistas de compras pueden ser categorizados de acuerdo a los factores que influyen en su comportamiento. En este sentido, se pueden clasificar en función de variables como: producto, destino y precio. El primer grupo viaja para hacer compras de productos específicos, artículos de lujo, marcas conocidas o recuerdos, es decir, productos diferenciados que satisfacen al comprador (Park et al.. , 2009).
El segundo grupo está atraído por lugares de compras conocidos, compras temáticas, centros comerciales célebres… y, por tanto, el destino es la atracción.
El tercer grupo está motivado por la variable precio, es decir, ante precios elevados en origen y más reducidos en el destino (cazadores de precio o buscadores de ganga).
(Timothy, 2005). Yu y Littrell (2003) proponen otras dos categorías de turistas: comprometidos y espectadores.
Los turistas comprometidos se sumergen en los contextos sociales y culturales durante sus visitas y están interesados en el proceso de compras (disfrutan de la relación con los artesanos locales, mirando las demostraciones y aprendiendo sobre el significado cultural e histórico del contexto local).
Por otra parte, los turistas espectadores disfrutan de las actividades pero no logran una interacción con la comunidad local, prefieren realizar compras orientadas al producto (ponen el valor en el producto y en su estética y valoran especialmente su funcionalidad).
Finalmente, utilizando la información del The Globe Shopper Index (2015), resulta posible extraer los siguientes perfiles del turista de compras:
- Explorador (explorer): motivado y estimulado por las compras y el cambio de rutinas que supone realizar adquisiciones.
- Planificador (perfect planner): calculador de la situaciones, busca disfrutar pero sin sorpresas.
- Marquista (brand spotter): interesado y guiado por la compra de marcas internacionales.
- Buscador de tendencias (cool hunter): quiere mantenerse al día con las últimas tendencias de moda y nuevos productos.
- Oportunista (deal tracker): buscador de buenas ocasiones de compra, precios atractivos o gangas.
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[accordion title=”Turismo y Comercio” icon=”” state=”no”]
Comercio y turismo, una simbiosis productiva:
Siguiendo con este interesante tema, nos encontramos con un estudio de ESADE (2014) mediante el cual se detallan las principales actividades que realizan los turistas en su visita a cuatro grandes ciudades europeas: salir de compras es la segunda actividad habitual en Londres, la tercera en París, la cuarta en Barcelona y la sexta en Amsterdam.
En este mismo sentido, según la información facilitada por FAMILITUR, ir de compras y ver escaparates es la actividad principal en los viajes interiores seguida por la visita a establecimientos de restauración, familiares o monumentos culturales.
Otros estudios de World Tourism Organization indican que aproximadamente la mitad de los turistas dicen que ir de compras es la primera o la segunda actividad más importante en el momento de elegir un destino, al respecto, Butler (1991), en un trabajo referente sobre este tema, interpreta la relación entre comercio y turismo haciendo mención a dos escenarios distintos.
En este sentido, tiendas especializadas, barrios o zonas concretas, centros comerciales y mercados fijos o periódicos de todo el mundo se han convertido en obligado lugar de interés turístico por su especial atractivo comercial.
El cuadro 2 ofrece una visión general de algunas opciones de compra que tienen los turistas cuando viajan.
En el primer caso: el propósito principal del viaje turístico es la compra (turismo de compras).
Mientras, la segunda interpretación: tiene a la compra como actividad secundaria, durante el transcurso de un viaje motivado por cualquier otro interés (compras de turistas).
El turismo de compras no es un fenómeno nuevo aunque en la actualidad ha experimentado un auge considerable. Ceñido inicialmente a ciertos productos (moda, por ejemplo) y a ciudades concretas (París, Nueva York, Milán o Londres) ha roto todos los parámetros preestablecidos y ha aumentado tanto el catálogo de artículos demandados como los destinos de compra. El abanico de artículos comprados por los turistas es amplio e incluye, además de recuerdos o bienes personales, una amplia variedad de productos como ropa, calzado, joyas, libros, arte, artículos electrónicos, bienes libres de impuestos,… (Turner y Reisinger, 2001).
Las compras de turismo permiten que los viajeros también traigan a casa un componente psicológico, una prueba de las experiencias vividas, un elemento tangible que cuenta con significado simbólico (Littrell et al., 1994).
Las compras de los turistas suponen, a menudo, el consumo psicológico puesto que los artículos tienen valores especiales, memorias y recuerdos que desean guardar (Swanson, 2004).
En el caso de España, por ejemplo, los extranjeros compran, por este orden, complementos y accesorios, moda, joyería, relojería, electrónica, perfumería y cosmética, hogar, regalos y óptica. Que no es muy distinto a lo que los turistas compran en Mazatlán.
El cálculo del gasto en turismo de compras es complejo puesto que, básicamente, resulta difícil diferenciar entre el gasto de los turistas y el gasto de los residentes. Existen evidencias que, a modo de aproximación, detallan la importancia de esta actividad: – La OMT (2008) plantea unas
Recomendaciones Internacionales para las Estadísticas de Turismo, con la posibilidad de clasificar los ingresos de acuerdo al propósito principal (el motivo comercial se refiere a los visitantes que tienen las compras como primer objetivo).
Algunas compañías de tarjetas de crédito (por ejemplo, VISA o MASTERCARD) han realizado esfuerzos para intentar cuantificar las compras en el extranjero que realizan sus clientes (Hedrick Wong y Choong, 2015).
Por ejemplo: VISA supervisa el gasto turístico en las tarjetas de débito y crédito de sus clientes y cuantifica que asciende a casi un tercio del gasto total que se dedica a realizar compras (mayor categoría individual de gasto).
La tramitación de las devoluciones de impuestos en las compras realizadas por los no residentes también es otra fuente de información sobre los gastos realizados por los visitantes.
En relación a los factores que influyen en el proceso de compras de los turistas, The Economist Intelligence Unit (EIU) elabora el estudio The Globe Shopper Index que tiene como objeto evaluar las ciudades en función del atractivo que presentan para los compradores globales.
El cuadro 3 recoge los indicadores cualitativos y cuantitativos que se utilizan en este estudio; esta metodología ayuda a ilustrar cómo la elección de un destino de compras para los turistas se ve afectada por muchos otros factores distintos a los exclusivamente comerciales. Por otra parte, en el trabajo de Magadán y Rivas (2014), se plantea una prelación de las diez principales ciudades atendiendo a un estudio difundido por CNN Expansion que valora cuatro atributos fundamentales de las ciudades de compras:
Desplazamiento, valor, variedad y experiencias (véase el cuadro 4). El resultado ordena a las diez ciudades de compras de esta manera: Nueva York, Tokio, Londres, Kuala Lumpur, París, Hong Kong, Buenos Aires, Viena, Dubai, Madrid.
[/accordion] [accordion title=”Cómo Impulsar el Turismo de Compras” icon=”” state=”no”]
Actuaciones para el impulso del turismo de compras:
Los decisores públicos han venido adoptando actuaciones favorecedoras del turismo de compras ante el avance de la actividad y la significatividad que han ido consiguiendo los gastos de los visitantes.
En muchas ocasiones, los parámetros de éxito de las compras de los turistas aparecen fuera de las esferas públicas aunque la regulación de la actividad comercial, la provisión de Distribución y Consumo 11 2015 – Vol. 2 Comercio y turismo infraestructuras urbanas, la mejora del transporte o la ordenación comercial pueden contribuir al proceso de ventas.
Hace décadas, un trabajo de JansenVerbeke (1991) apuntaba algunos criterios que eran considerados como básicos para mejorar el atractivo de las zonas o áreas comerciales que tuvieran como principal objetivo aumentar las ventas a turistas. Entre ellos, destacan los siguientes:
- Conseguir la agrupación de actividades de esparcimiento complementarias (tiendas, restaurantes, actividades de ocio y atracciones).
- Lograr una buena accesibilidad y estacionamiento.
- Establecer zonas peatonales que supongan la prioridad del comprador frente a los vehículos.
- Ofrecer una imagen, con certidumbre, de las posibilidades que tiene el destino.
- Buscar el atractivo en el diseño y la estética.
- Ofrecer información suficiente e identificable simbólicamente con el destino.
Otro trabajo de Pelechá (2011), ofrece directrices para dinamizar las áreas comerciales con gran afluencia turística. Por ejemplo: la creación de un coordinador de turismo en la zona; facilitar la atención y traducción en varios idiomas en los centros de asistencia; establecimiento de vínculos con las líneas aéreas, organizaciones turísticas, hoteles y restaurantes de la zona; o prestar servicios de planificación de visita e información en la página web de la ciudad.
Como se desprende de ambos trabajos, la ordenación de las actividades turísticas y comerciales alcanza a distintas vertientes. Por un lado, los decisores públicos que tienen competencias en estas materias (comercio y turismo) que, además, no siempre coinciden.
Por otro, las empresas, asociaciones, profesionales, trabajadores…, que, en ocasiones, pueden tener intereses heterogéneos en cuanto al desarrollo de sus actividades (horario, formación, infraestructuras urbanas, sistemas de contratación…).
Y, por último: los residentes de las zonas comerciales y turísticas también están afectados indirectamente por los flujos de visitantes eventuales.
El impulso y dinamización del turismo de compras precisa de una intervención coordinada entre todas las partes implicadas para conseguir una zona atractiva y dinámica. El cuadro 5
recoge algunas actuaciones de cooperación público-privada para impulsar el turismo de compras: accesibilidad, infraestructuras, seguridad, atractivo del lugar, marketing y promoción del destino, cadena de valor del turismo, Investigación y análisis, regulación o educación y formación.
Por último, el cuadro 6 resume el Plan de Turismo de Compras elaborado por la Secretaría de Estado de Turismo.
Fin del Análisis de Víctor J. Martín Cedeño
Bueno apreciables lectores, hasta aquí el análisis de Víctor J. Martín Cedeño, es nuestro mejor deseo que, en lo personal, les sea de gran utilidad y que en conjunto nos oriente para lograr crear un sinergia extraordinaria entre el Sector Turismo y el del Comercio en Mazatlán.
En nuestro siguiente tema haremos un análisis a profundidad de lo qué está pasando en este destino turístico.
Les adelanto que dicho análisis arroja resultados que seguramente no serán del agrado de muchos actores, particularmente de quienes se ostentan como líderes de sector.
Aunque no se trata de señalar o criticar a nadie. Se trata de ver realidades que en el mejor de los casos lastiman y en el peor ofenden y destruyen.
Así pues que les invitamos a que estén pendientes de nuestra próxima publicación.
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¿Cómo Reconvertir varios muladares en paraísos de Compras?:
En un momento Reseña Completa…[/accordion][/accordions]
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