La Antigua Isla del Crestón hoy convertida en El Faro de Mazatlán y hoy transformada en un espectacular atractivo turístico de clase mundial
- Cientos de locales y turistas lo visitan diariamente
- Un puente volado con piso de Cristal de aproximadamente 30 metros con salida al precipicio es la nueva sensación
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Un especializado grupo de colaboradores de Mazatlán Interactivo, se dio a la tarea de realizar un recorrido por el recién transformado faro de Mazatlán: Iván Lizárraga hizo una escalada mañanera que transmitió totalmente en vivo. Rubén Romero hizo lo mismo pero generó un reportaje al respecto y Rafael Hernández hizo lo propio con el drone, generando con ello, a nuestro juicio, un excelente trabajo conjunto, mismo que es nuestro mejor deseo lo disfruten y sea de su completo agrado.
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Algo de Historia
Fue en el año 1930 cuando El Cerro del Crestón deja de ser una isla; y se decidió por el H Ayuntamiento de Mazatlán hacer un camino de piedra terraplenado con tierra formando este también parte de la Escollera. Sin embargo, ya desde 1821 la Ciudad de Mazatlán recibió por decreto de las Cortes de Cádiz el reconocimiento como el primer puerto de Altura en el Pacifico Mexicano y, es hasta 1828, que El Cerro del Crestón es utilizado por primera vez como señalamiento marítimo.
Más tarde, durante la época del porfiriato, se mandó a construir un faro de fabricación francesa, el cual empezó a operar 1879, el que originalmente se componía de una lámpara de petróleo para aumentar y reflejar la luz, pero frecuentemente la luz del Faro de ese entonces era confundida con el reflejo de una estrella, porque era luz estática. Fue hasta 1905 que se sustituyó por una giratoria.
Este cerro, que actualmente es considerado como el primer Faro Natural del Mundo en operaciones, tiene 157 metros de altura sobre el nivel del mar, 641 metros de longitud; por 321 metros de ancho y su luz tiene un alcance de 48 millas náuticas.
El Faro de Mazatlán, sustituyó al Peñón de Gibraltar, cuya altura es de 426 metros, pero se encuentra fuera de operación desde hace varios años, este sitio se encuentra entre el extremo meridional de la península ibérica y al Este de la bahía Algeciras en donde se comunica el Mediterráneo y es un territorio británico.
El Acenso
Desde que llegamos al Faro y empezamos a ascender, nos dimos cuenta que aún entre semana es visitado por mucha gente que toma la “subida” como ejercicio y como relax, pues hoy por hoy este lugar ofrece uno de las más bellas y espectaculares vistas panorámicas del destino turístico, y es que desde este sitio se puede apreciar con claridad gran parte de los asentamientos urbanos de Mazatlán, además, el Mar azul que se extiende infinito e imponente adornado con el paisaje de Las Tres Islas imprime un toque único, como de postal.
Al ir caminando nos percatamos que este lugar ya remodelado y restaurado luce diferente, el camino ya está bien marcado y figurado sobre una especie de mosaico de piedra aparente y con piedra fina para compactar, incluso, a la orilla del sendero se encuentran luces instaladas cada 4 metros.
Luego, antes de subir los escalones, pudimos ver que aún se conservan las viejas veredas por donde antiguamente se subía y se bajaba del Faro, hago hincapié en esto porque me gustaría que permanecieran intactas estas angostas veredas que son los originales accesos, mismas que aún se encuentran llenas de arbustos, vegetación, y mucha fauna silvestre, muestra de ello es, que entreverados, caminando por el monte, pudimos escuchar el canto de las Chachalacas, las palomas, los Cenzontles, los gorriones y el pillar de auras, gaviotas y tijeretas, que volaban majestuosas sobre El Faro.
Lo anterior denota la abundante fauna silvestre que vive en este sitio, también coexisten diferentes especies de reptiles y mamíferos menores, rodeados de una vegetación ígnea.
También pudimos constatar que nuestras costumbres y nuestra educación en ámbito de la higiene y la limpieza de nuestras áreas públicas no han cambiado mucho, al observar una cantidad considerable de basura orgánica e inorgánica en las faldas del cerro, pues algunos rincones y matorrales son utilizados como excusados improvisados. Esto es lamentable pro donde se le quiera ver. Tenemos que cambiar nuestra conciencia.
En este sentido, no esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto, sino nosotros como ciudadanos debemos concientizarnos.
Más adelante, subiendo por las escaleras, observamos la amigable fauna gatuna que ya es como parte del paisaje del Cerro del Crestón, la cual nos acompañó hasta la mitad del ascenso y por las veredas.
Al legar a la cúspide del Faro, nos encontramos con el atractivo más reciente de este lugar, que es El Puente de Cristal, que es una estructura de acero inmersible galvanizado, de aproximadamente 30 metros con salida al precipicio, que se ubica por la parte sur del cerro, sus cristales son de un grosor que puede soportar hasta 5 toneladas por metro cuadrado, el acceso es de piedra de mampostería, y la parte donde se ve el precipicio se compone de 10 cristales de más de un metro cada uno, por lo que se apreció que la zona de cristal es como de 18 metros.
Su atento encargado temporal; el señor Cosme Gerardo Herrera Galván, nos dio el paso y por seguridad solo se permite pasar en grupo de cinco personas a la zona de cristales, ahí estuvimos por un buen rato observando el bello paisaje marino y disfrutando del vértigo de las alturas y tomando algunas fotos panorámicas.
Después, emprendimos el ascenso, siendo entonces que nos percatamos que desde la cúspide hasta la parte de abajo se encuentran 5 miradores en forma circular, que son construcciones para que la gente descanse y admire la belleza del paisaje.
Y como dice el dicho popular: “Al pan, Pan y, Al Vino Vino” les quedo mucho mejor de como estaba, sólo esperamos que respeten el entorno que es un atractivo y un plus que gratuitamente nos otorga la naturaleza.
No obstante; ahí pegado a esta joya natural que es el Faro de Mazatlán, se encuentra “ El Monumento a la Incongruencia”, que es La Planta Tratadora de Aguas Negras, que lejos de desmantelarla y reubicarla se pudo observar que le están invirtiendo más recursos, y que además de provocar olores nauseabundos, es un foco de infección del ambiente y contamina nuestro bello mar. Aunque vale la pena resaltar que el propio gobernador de Sinaloa Quirino Ordaz Coppel nos confió que se está trabajando ya en su reubicación. Lo cual sería un logró mucho más grande y benéfico que la transformación que ya recibió El Faro.
Hasta ahí la dejo amables lectores, y les invito a disfrutar de este bello sitio y, también; les recomiendo lleven mascarillas por si se dispersan demasiado los olores de la planta en el aire a todo lo que dan…
Vídeo Escalada del Faro de Iván Lizárraga
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