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La maquinaria pesada sigue inclemente e imprudentemente acabando con todo
Mazatlán, lo que queda de la Zona Trópico, Sinaloa, México, a; 2 de diciembre de 2017.- El pasado día 15 de noviembre publicamos con lujo de detalles lo que se pretendía hacer con la parte sur de Laguna del Camarón. Dos días después las autoridades estatales y municipales se apersonaron en el mismo lugar y al modo dijeron que ahí se construiría la avenida que llevaría por nombre: “Bahía” y se deslizó por otros rumbos el nombre de “Isla de Lobos”.
Aseguraron que sería una vía alterna a la Av. del Mar, con lo cual se vendría a solucionar la mutilación de estacionamientos de la misma y que además no impactaría a la Laguna, ni a la flora, ni a la fauna.
Días después, el 23 de noviembre del año en curso, a instancias de miembros del Consejo Ecológico de Participación Ciudadana de Mazatlán (CEMAZ), se presentaron tres amparos indirectos en contra de la autorización de la Manifestación de Impacto Ambiental, expedida para que se lleve a cabo la construcción de la calle “Isla de Lobos” o “Bahía”, la cual será paralela a la avenida del Mar. En otros términos la solución mágica a la afectaciones que deja la nueva remodelación de la Av. del Mar.
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De acuerdo a la información que nos proporción el Bufete Álvarez & Asociados, esto se debió a que como lo dictaminaron miembros del (CEMAZ), con los trabajos de dragado y relleno de la Laguna del Camarón, así como la destrucción de la vegetación que ahí se encuentra, se estaba causando un daño ambiental irreparable al ecosistema del que forma parte la citada laguna.
Cita el Bufete en su comunicado, que El día de ayer (29 de Noviembre de 2017), la secretaria en funciones de juez, del Juzgado Octavo de Distrito en el Estado, ordenó la suspensión provisional de la construcción de la calle “Isla de Lobos” o “Bahía”, para que se garantice lo siguiente:
- La no afectación de las áreas verdes naturales que se encuentran en la Laguna del Camarón (lo que incluye la suspensión de la tala de árboles en esa zona y a su alrededor).
- La estructura de la Laguna incluyendo su hábitat (la flora y fauna silvestre).
Continúa el informe señalando: Asimismo, se ordenó a SEMARNAT y PROFEPA que vigilen el cumplimiento de las medidas que se tomaron.
Y luego describe: Lo anterior significa que sí se puede seguir con la construcción de la calle “Isla de Lobos” o “Bahía”, sin embargo, no se deberá dañar de ninguna forma la Laguna del Camarón, ni la vegetación y fauna que ahí se encuentra.
Y finalmente aclara: La decisión sobre la suspensión definitiva se determinará en la audiencia que se celebrará la próxima semana. En caso de concederse, es posible que se mantengan las mismas medidas hasta que se resuelva el amparo indirecto. Esto con la finalidad de preservar el medio ambiente.
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Hasta ahí la resolución judicial, misma que la verdad es tibia ante la devastación que ya se hizo tanto al cuerpo de agua, como a la flora y la fauna. Y no creemos que dé para más, no tanto porque no haya leyes que acoten todo este tipo de ecocidios, sino porque el sistema político actual está muy permeado pro los intereses económicos y, en ese sentido, dicta sentencia más en favor del mercado que da la razón, la justicia y los acuerdos internacionales y, por supuesto; del sentido común.
No sé si el Juez, o la secretaria del Juez, o miembros del Juzgado Octavo de Distrito se hayan tomado la molestia de visitar la zona de la masacre ecológica, pero si no lo han hecho, con todo respeto les recomendamos que antes de dictar la resolución definitiva, se den una vueltecita por el lugar y una vez que lo hagan, entonces sí, tomen la determinación a que haya lugar.
Por nuestra parte, ayer estuvimos ahí, y la verdad, el daño causado es irreparable, una verdadera devastación, y las cosas siguen su curso.
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Una persona sencilla, que con incredulidad observaba toda la masacre, al vernos con cámaras se nos acercó y nos dijo: “La verdad no entiendo, yo vengo de una ciudad en la que tenemos escases de agua y mucho menos lagos o lagunas. Allá nos esforzamos por crearlos, es decir, nosotros creamos lo que la naturaleza a ustedes con abundancia los provee. Luego pues: ¿cómo es que aquí tan salvajemente destruyen sus lagos?” cuestionó enfadado.
Como respuesta le explicamos que debido a la transformación de Mazatlán bla, bla, bla. Y su respuesta fue contundente: “Nada justifica lo que están haciendo con este cuerpo de agua”. Y concluyó: “Esta fue mi primera y última vez que visitaré Mazatlán”.
Este mismo día, 01 de diciembre por la mañana miembros del CEMAZ protestaron por lo mismo, y aunque el secretario del ayuntamiento los atendió, y prometió que se acatarían las medidas cautelares. La verdad, ya nada repara el catastrófico daño.
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Ya son muchas las voces que claman por reorientar el rumbo de las políticas públicas de la actualidad, las cuales cada vez están orientadas más al mercado que a la esencia de las cosas. Es decir, en la actualidad todo funciona en función del negocio y del billete. Aunque se enmascare todo como beneficioso para la sociedad y la generación de empleos.
Al amparo de las leyes de la actualidad, todo carece de relevancia ante el mercado, los negocios y el billete.
Nos conforta saber, que todavía quedan algunas voces que se alzan ante tanta barbarie. Y esperamos que estas se impongan ante la sinrazón.
Pendientes estaremos de la resolución judicial y de que más voces se alcen. No tanto para impedir el “progreso de Mazatlán” sino para que el progreso se alinee, primero a la ley, pero sin trucos y, segundo, que ese progreso no vaya en contra de la naturaleza, ya que de suyo propio, es anti progreso.
Ahí se los dejamos de tarea.
#Sálvenme
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