La Fiesta en el Centro Histórico y el rescate de añejas costumbre vecinales
La instalación, vía el arte, de espacios públicos en el Centro Histórico de Mazatlán es un ejemplo a seguir para rescatar costumbres, activar la convivencia pacífica y armoniosa de los vecinos y transformar a la sociedad
  • Este fin de Semana en uno de esos rincones mágicos del centro histórico mazatleco se experimentó una interacción de ese tipo teniendo como tema  “la fiesta” y de verdad que es una buena iniciativa que debe de ser replicada

Introducción

Centro Histórico de Mazatlán, Sinaloa, México, a; 3 de Junio de 2017.- No sé a ciencia cierta cuántas veces he plasmado en los espacios de este medio y otros foros, la necesidad urgente que tenemos los humanos de hacer un alto en el camino y reflexionar acerca de la serie de crisis que venimos experimentando.

No es casual que en la actualidad vayamos de una crisis a otra: financieras, políticas, de credibilidad, de corrupción, de seguridad, de salud, sociales, y sumen ustedes las que gusten. Ante esto, ya somos miles los que pensamos que en realidad lo que estamos viviendo es una crisis sistémica, es decir, lo que está fallando es el sistema que nos rige, ya no da para más.


Lo más grave de todo este embrollo es, que ninguna de las medidas que se han venido tomando desde las esferas oficiales han, ni son, y a lo que vemos, ni serán las que vengan a resolverlas, por el contrario y dado que de manera muy sospechosa todas las medidas son aplicadas en función de las consecuencias y no de las causas: a las crisis de seguridad se les combate a sangre y fuego. A las financieras se corre el peso de las mismas a la sociedad en lugar de a los causantes. A los políticos corruptos se les perdona y premia. A las crisis educativas se les quiere resolver con sistemas educativos caducos y obsoletos, y así ante cada crisis, reiteramos, de manera sospechosa se enfocan las soluciones en los efectos y no en las causas.

La Fiesta en el Centro Histórico y el rescate de añejas costumbre vecinales

Por ello, con mucho agrado y esperanza, el pasado fin de semana atendimos una invitación que nos hicieron para asistir a palpar los resultados del taller de arte interdisciplinario que impartió en esta ciudad y puerto el maestro Eloy Tarcisio, quien es miembro del sistema nacional de creadores y ganó una beca Fonca para impartir un curso de arte interdisciplinario.

Cuando le pedimos nos explicara en que consistía el curso nos dijo: “Yo tengo ya varios años estudiando y practicando las artes interdisciplinarias, desde el punto de vista educativo y desde el punto de vista de la creación de mi obra. Cada vez he ido definiendo con más claridad la posibilidad de encontrar reunidos a artistas libres de diferentes disciplines que pueden cooperar para poder desarrollar proyectos que beneficien a la sociedad. Que toquen a la sociedad en una interacción libre, para poder desarrollar nuevas ideas acerca de cómo vincular con la sociedad y lograr tener una relación y lograr tener un vínculo con ella”.     

Al pedirle nos explicar o definiera la vinculación con la sociedad por él propuesta, respondió: “El arte se ha expandido tanto que ya no hay límites entre una disciplina y otra,  que ya no hay límites en nombrar una cosa como arte o no, ya cualquier cosa puede ser arte. En ese sentido, tratamos de borrar cualquier definición para poder interactuar de una manera muy libre en buscar la manera de cooperar para hacer un ejercicio que pudo haber llegado a ser una instalación, o una pintura moral, o un ejercicio performático escénico, que se yo.  Y en el transcurso del curso fue definiéndose la intención de practicar un ejercicio relacional desde el punto de vista de la fiesta. Llegamos a la idea de tener como tema la fiesta y llegamos a la idea de poder trabajar en una mesa abierta y libre a la participación de los vecinos”.

Abundando en el tema, Eloy explicó: “Es una fiesta en donde invitamos a los vecinos de la zona para que pudieran participar con comida, con su silla, con su mesa, para poderla compartir aquí en la calle con los demás vecinos”.

Luego indicó que en el pasado sucedía una cosa bien padre: “Era que la gente ya que baja el sol, salía con su silla a platicar con sus vecinos y ver a los niños jugar en la calle. Entonces eso es parte de lo que nos trae a hacer esta actividad. El poder recuperar esas prácticas antiguas y poder por lo menos ahorita que está cerrado el centro ocupar las calles de una manera abierta, en donde los niños jueguen, brinquen, pinten, anden desnudos y los adultos puedan platicar entre ellos y relacionarse”.

Al referirse al centro histórico expresó: El centro no es el de ahora nada más, por eso se llama histórico, porque viene desde tiempos añejos y hay mucha gente que vivió aquí, que ya no vive y que cruza por el centro y de pronto siente nostalgia y que padre que venga y se pueda sentar con nosotros a platicar lo que vivió aquí cuando lo habitaba”.

De pronto fuimos interrumpidos por una joven vecina, quien nos apuró a terminar la entrevista porque la fiesta debería empezar. Así que ante tal petición no nos restó más que pedirle al maestro Eloy Tarcisio que nos diera un último mensaje a lo cual accedió amablemente.

“Me da gusto que si esté teniendo resultado la reunión, que haya gente aquí” y ya no pudo seguir porque inició la fiesta, tema central del curso y la interacción. Mazatlecos al fin y al cabo.

Y la Fiesta Siguió…

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