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Por el bien de un destino turístico, no podemos quedarnos con todas las ganancias. Hay que dar. Hay que hacer: Dr. Marcos Gabriel Osuna Tirado

Mazatlán, Sinaloa, México, a: 10 de Enero de 2017. Cada año, recorremos gran parte del estado en busca de novedades turísticas, la consolidación de atractivos y la evolución de otros más, entendiéndose que para nosotros casi todo tiene un valor turístico, claro está, que cada cosa con potencialidad y viabilidad distinta.

Sin excepción, todos los municipios cuentan con diferentes atractivos, los cuales algunos ya tienen un grado medio y hasta alto de desarrollo, otros más de medio para bajo y algunos con posibilidades. Lo interesante de todo esto es, que en todos los municipios ya existe una clara idea de la importancia del turismo.

Desde luego que en unos municipios se ha desarrollado más que en otros la cultura del turismo, aunque en todos falta desarrollarla mucho más, incluso en el propio Mazatlán encontramos que pese a ser un destino turístico de abolengo, existen segmentos en donde se debe de incidir mucho en la cultura turística.

Y es que en cuestiones de turismo las cosas se mueven a un ritmo muy veloz, algo así como a la velocidad de las tecnologías actuales, las que no bien te muestran, digamos, lo último en ordenadores, o celulares, no pasa una semana sin que ya existan “n” cantidad de novedades o actualizaciones.

Y en turismo, para los turistas, no es que se den las cosas de manera tecnológica, aunque en el campo de los servicios, operaciones y de comunicación las cosas si se dan a esa velocidad. Pero en el caso de los turistas, las cosas son más sencillas, menos rápidas, incluso, mientras más relajadas sean en algunos segmentos, mucho mejor las cosas.

Ahora bien, en el caso de los destinos turísticos y de los atractivos, o de los productos que cada uno ofrece, la cosa es distinta, ya que si bien es cierto existen lugares y productos muy buenos en todo el estado, también lo es que la mayoría no están en óptimas condiciones, aclaramos que la mayoría y no todos, porque también existen productos muy buenos, así como servicios y prestadores de servicios turísticos.


Una constante en el estado es la falta de involucramiento de la sociedad civil (cultura turística) en lo que se denomina la “responsabilidad social turística de las empresas y los empresarios”, que se define como: La extensión de las acciones de los empresarios turísticos más allá de su entorno natural, la empresa. Es decir, los empresarios deben de participar activamente en actividades que vengan a mejorar el entorno social, urbano y humano de su comunidad. Y no solamente desde la cómoda postura: “Yo pago mis impuestos y por el contrario, el gobierno debe de hacer más por mí”.

El mejor ejemplo de lo anterior lo encontramos en El Quelite, y la mejor muestra humana en el Dr. Marcos Osuna, quien accedió a darnos un mensaje al respecto. Mismo que le vídeo grabamos para que ustedes mismos lo escuchen y se den una clara muestra de lo que se debe de hacer en este campo.

En verdad, si en realidad queremos alcanzar los más grandes beneficios en materia turística, es imperativo que adoptemos este tipo de mentalidad. De no hacerlo, estaremos condenados a la mediocridad.

Desde luego que se aceptan sus comentarios y créanlo que los tomaremos muy en cuenta.

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