BAILAN Y CANTAN EN LAS CALLES PARA CELEBRAR EL DÍA DE LA MÚSICA

Mazatlán, Sinaloa, México a 13 de Junio del 2016.- El Centro Histórico volvió a  palpitar intensamente el pasado sábado por la tarde cuando un  copioso y entusiasta público  bailó y cantó en las calles durante casi seis horas  para celebrar la XIII edición  del Día de la Música.

Al festival asistió por primera vez el Gobernador del Estado, Mario López Valdez, acompañado por su esposa Sofía Carlón de López;  el Secretario de Turismo en Sinaloa, Rafael Lizárraga y el Alcalde de Mazatlán, Carlos Felton González.

Minutos antes de las siete de la noche los servidores públicos arribaron  a la Plazuela Machado  y fueron recibidos por el Director del Instituto de Cultura, Raúl Rico González y por el Presidente de Proyecto Centro Histórico, Alfredo Gómez Rubio; comenzada la fiesta permanecieron en sus lugares por espacio de dos horas.

Esta edición convocada por el Instituto de Cultura de Mazatlán y Proyecto Centro Histórico, con el apoyo de la Secretaría de Cultura a nivel federal y la Secretaría de Turismo en Sinaloa, contó con una alta asistencia de turistas nacionales e internacionales que convivieron con miles de mazatlecos en los cinco escenarios en donde prevaleció  un ambiente de plena  armonía,  seguro y altamente disfrutable.

De la ópera al rock, de la canción ranchera al swing, de la música de banda al bolero, del flamenco a las grandes bandas sonoras del cine mundial, del pop a la trova, del funk a la música clásica contemporánea, fueron casi seis horas de música en vivo al aire libre a  cargo de un elenco de casi 200 músicos que dejaron el alma en cada actuación.  El Día de la Música fue transmitido en vivo a través de de www.culturamazatlan.com/culturatv/.

Escenario de la Plazuela Machado

En punto de las siete de la noche comenzó la fiesta.   El escenario de la Plazuela Machado abrió con el grupo SAFA yCajoneando,  un programa de lujo con el que brillaron al participar en el Festival Internacional del Cajón Peruano.  Los músicos dirigidos por Diego Rojas se entregaron en el escenario; expertos en percusiones hicieron música hasta con el cuerpo. Interpretaron composiciones de Miguel Cruz, Héctor Infanzón y “Entre manos” compuesta por Víctor Mendoza, especialmente para ellos.  Por su virtuosismo y pasión musical, el público les entregó las palmas. 

El Pop Concert dirigido por Ana Elena Morales lanzó sus primeros dardos.  Desde la primera canción de Madona, en la voz de Ana Elena Morales la audiencia quedó atrapada.

El gobernador Mario López Valdez, su esposa, el Alcalde Felton y el Secretario de Turismo,  siguieron con atención el concierto que nació a partir de la fusión de músicos con formación clásica, -la mayoría egresados de la Escuela de Música del Instituto de Cultura- y exponentes del rock. 

Antes de las nueve de la noche,  el pop en inglés, generador de encuentros masivos en el mundo había convertido a la Machado, en un escenario atiborrado por público de todas edades que disfrutó  temas de Whitney Houston, Coldplay, Bruno Mars y Gun´sandRoses, entre otros.

Luego apareció la Camerata Mazatlán.  Bajo la batuta del maestro Percival Álvarez, con todo el rigor que los caracteriza los músicos profesionales interpretaron las bandas sonoras de películas  exitosas en la taquilla mundial.  Como introducción al fascinante mundo del cine, tocaron la Obertura 20th Century Fox,  y después la música de éxitos cinematográficos comoFrozen, Harry Potter, Piratas del Caribe, James Bond 008 y Star Wars, entre otros.  El público despidió a la prestigiada agrupación con fuertes aplausos.

La jornada continuó con Ensamble Tradicional que entre sus miembros tiene a músicos de la OSSLA.  Bajo la dirección de Samuel Murillo y con la voz de Max Torres hicieron un recorrido por la música tradicional mexicana, desde el Rey de la Huasteca, Ni contigo, ni sin ti, Échame a mí la culpa y El Rey.  Arropado con la admiración y el aplauso del público el Ensamble Tradicional  preparó el ambiente para llegar al punto culminante del Día de la Música en la Plazuela Machado.

A las once de la noche  La Debla Flamenca  subió al escenario.  Liderada por Anwar Miranda,  compositor y guitarrista,  la agrupación  interpretó bulerías, alegrías y tangos,  entre otros palos de flamenco.   En el cante Mario Díaz y José de Jesús Díaz, padre e hijo, gitanos de pura cepa y dos de los máximos exponentes del arte andaluz en México, desgarraron el alma en cada una de sus  interpretaciones con profundo sentimiento. 

El espectáculo se enriqueció con el desempeño escénico y el rigor técnico en el zapateado del bailaor Armando Tovar Rubio,  quien con una trayectoria de diez años en el arte flamenco,  se entregó en cuerpo y alma. Su fuerte zapateado y precisos giros, acompañados por copiosas gotas de sudor,  develaban la pasión y contundencia  que este artista imprime a cada uno de sus actuaciones.  Casi al finalizar, mientras interpretaban Fin de fiesta con bulerías, una espontánea del público le entró al baile; era María José Valdés,  joven dedicada a la enseñanza del flamenco. Como respuesta a la brillante actuación de La Debla, el público se puso de pié para aplaudir y gritar ¡Bravos¡, al elenco integrado también por el músico mazatleco Israel Torres, en el violín; Adrián Molina y Marco Antonio Castro, en las percusiones.        

El “Escenario del Recuerdo” estuvo ubicado frente al Museo de Arte entre las calles Sixto Osuna y Venustiano Carranza, y albergó en su mayoría a un público de edad mayor, que asistió por la melancolía de querer revivir algunas de las canciones más hermosas del siglo pasado. 

Escenarios  Olas Altas y Rock y Fusión

De nueva cuenta, el Día de la Música convirtió al tradicional Paseo Olas Altas en inmensa una pasarela sobre la que se desbordaron miles de porteños en los escenarios:  Olas Altas y Rock y Fusión desde las 19:00 horas del sábado hasta la madrugada del domingo.

Al ritmo del atardecer, el Escenario Olas Altas comenzó sus actividades con la “Escala de Percusiones” cuyos integrantes  congregaron al público que, tímido, aparecía por las calles del Centro Histórico para invadir las aceras y la Avenida Olas Altas al ritmo de las percusiones.

Niños y jóvenes de la Escuela de Música del Instituto de Cultura de Mazatlán, dirigidos por Manuel Rocha, tomaron sus tarolas, marimbas, timbales, bombos, cencerros y baterías para sacudir los huesos del público y ponerlos a bailar con “El cafetal”, “Suavecito”, “La Cocaleca” y “Tequila”, entre otros temas clásicos regionales y nacionales.

Luego llegó  Banda Legal para aportar la fuerza y el alebreste de la música sinaloense por excelencia provocando que la gente se desatara sobre  la calle al ritmo de “El Cosalteco”, “Cosas del diablo”,  “Voy a pistearme el dolor”;   “Micaela”, “De pueblo en pueblo”, un popurrí de canciones de Marco Antonio Solís y su más reciente lanzamiento  “Dame chance”, que fueron celebrados por jóvenes,  adultos y niños  que no dejaron de  bailar, cantar y sudar frente al mar.

El cierre del “Escenario Olas Altas” llegó con el Grupo Ritmo Playa, que a través de su versatilidad y carisma continuó el ambiente  festivo al ritmo de salsa, cumbia y merengue con temas como “Vivir mi vida”, “Capullo y Sorullo” o “Yo no sé mañana” acompañados por  el  baile que parecía inagotable hasta que llegó el cierre de ese escenario.

Mientras tanto… En el Venadito

 Primero la banda porteña Wingin´it, compuesta por músicos nacionales y extranjeros, presentó una interesante propuesta de folk, jazz, rock, soul y blues con temas como “Follow the sea”, un tema original de la vocalista Lori Davidson; y covers como “Rebel, Rebel” de David Bowie o “Me and Bobby MacGee” que comenzaron a reunir a cientos de jóvenes frente al famoso monumento de El Venadito.

Con la banda mazatleca Rootsterford,  la avenida comenzó a  convertirse en un hervidero a través de la gran conexión que estos talentosos músicos sembraron con temas como “Rally round”, “Party wine” o “What morning takes away” que a fuerza de percusiones, guitarras, saxofón y trombones creó una carnaval de energía y alegría.

El ambiente relajado del regaee cambió con la presencia de Malverde Blues Experience, cuyo  sonido crudo y potente cimbró al público con temas como “La mala vida”, “Big bad Wolfe” o “All in vain”.

El cierre de la velada roquera llegó con el grupo porteño La regadera eléctrica y su explosiva y colorida mezcla de música electrónica, rock, funk y disco que puso a bailar a un público que a esas alturas, había alcanzado el éxtasis musical con la orgía de sonidos que los temas “Better keep movin” y “Mar” les  provocó  y permanecieron allí, en espera de que la noche y el sonido del mar los envolviera.

Escenario del Recuerdo y A la vuelta de la Esquina

Con un repertorio de románticas interpretaciones como Besos robados, Despedida y Por qué, Estrellita de Manuel M. Ponce y clásicos del cantautor mexicano Francisco Gabilondo Soler “Cri Crí” como Dime abuelita, di por qué y Negrita cucurumbé, el Coro Guillermo Sarabia inició la celebración del Día de la Música en el Escenario del Recuerdo.

Al mismo tiempo, el escenario “A la Vuelta de la Esquina”, ubicado en la Plazuela de los Leones ponía en marcha  tres distintos proyectos artísticos de estudiantes del nivel técnico en Artes Plásticas del Centro Municipal de las Artes, coordinados por Manuel Carlock,  dirigidos a los amantes de la música y artes plásticas.

Al llegar a la plazuela, se podía apreciar una escultura musical de Rafaela Concepción Camacho Verduzco, hecha con botellas vacías  y una mesa de bocadillos daba vida a la obra “Reglas de convivencia” de Aideé Barraza Pérez para que los desconocidos pudieran comer e interactuar entre sí.

En la tercera pieza, Paloma Snowball reunió en un cuarto a los músicos Jacob Peralta, Jonathan Torrijos y Agustín Ortega para que le interpretaran a grupos de cuatro personas a la vez una serie de piezas a base de percusiones y éstos pudieran dibujar en cartulina las emociones que les fueran provocadas.

A las 20:00 horas, el sol casi se había ocultado y las farolas de la calle alumbraban el concierto de trova cubana y música latinoamericana que el grupo Canto Altano ofrecía en el “Escenario del Recuerdo”.

Canciones como Coincidir de Alberto Escobar, No vengo a ofrecer mi corazón de Fito Páez y  Razón de vivir de Víctor Heredia, que hablaban sobre el amor y la amistad en su esencia más pura, emocionaron al público que  empezaba a ocupar todos los asientos.

Una hora después, la agrupación local Suncaí Gitano cautivó a la audiencia con románticas  canciones mexicanas y coplas españolas. Durante el espectáculo Se canta, se baila y se llora, el público cantó y lloró con la apasionante interpretación que tiene acostumbrada Suncaí  a través de piezas como Procuro olvidarte de Manuel Alejandro y  Como una ola de Rocío Jurado.

La sorpresa la dio la bailaora Soledad Sánchez al amenizar el espectáculo con una sensual coreografía en la pieza deLimosna de amores de Lola Flores.

A las 22:00 horas, los vocalistas Fanny Salazar y Gonzalo Magaña (también guitarrista) y el violinista Víctor Osuna ofrecieron  un Homenaje a la Trova Latinoamericana.

Con canciones como Ojalá y El breve espacio de Silvio Rodríguez, Cantares de Joan Manuel Serrat y Gracias a la vida de Violeta Parra,  cerraron  la  intensa jornada musical mientras el público  que atestó la calle Venustiano Carranza  agradeció con aplausos la entrega de los músicos.

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