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Mazatlán, Sinaloa, México, a; 28 de Enero de 2017.- Esta mañana, despistados turistas que paseaban por el malecón de Mazatlán, sorprendidos veían pasar camiones con enormes y multicolores alegorías y, cual pistoleros del viejo oeste, de inmediato echaban mano de sus celulares o cámaras fotográficas para captar esas, para ellos raras y desconocidas cosas.
Nos tocó, por casualidad, estar en la parte frontal de embarcadero de los pescadores de playa norte, y en esos momentos un grupo de turistas encantados tomaban fotos de las raras alegorías. A unos 10 metros de mí se encontraban un par de dignos representantes de los pescadores, quienes “ballena” (cerveza pacífico de a litro) en mano, curiosos miraban a los turistas. Una de las turistas en un español muy “apenitas” les preguntó: -Buenos días. ¿Saber qué ser eso?. Uno de ellos solícito contestó: -Sí, los monones del carnaval-. No bien había expresado lo anterior cuando su compañero terció: -Tas wy baboso, son los Monigotes del Carnaval-. La turista miraba a uno y a otro y seguía sin entender. Mientras tanto los pescadores seguían enfrascados en su discusión: -Que son monones- Sostenía uno. –Que son monigotes- replicaba el otro-.
Las cosas se empezaron a caldear y el resto del grupo de turistas se acercó a su compañera a preguntarle qué pasaba, a lo que respondió, en inglés, claro, pero traducido por un servidor: -No sé, yo solamente les pregunté que eran esas cosas y uno dijo que eran “mamones” o algo así y el otro le dijo que no, que eran “momvigotes” o algo parecido-.
De las palabras, los pescadores pasaron a los insultos, luego se retaron a golpes. El caso es que la discusión seguía y subía de tono. Así que como buen mazatleco y amante del turismo me dije: Tienes que intervenir. Me dirigí a los ya no tan sorprendidos turistas, los que a estas alturas ya estaban preocupados preguntándole a ella: -Pues qué les preguntaste que están a punto de liarse a golpes-.
Así que intervine y les dije en mi perfecto y londinense inglés, pero traducido al español mazatleco: “No se preocupen por ellos, es su forma de comunicarse. Un rato más y estarán tan tranquilos como antes de que ella les hiciera la pregunta”.
Continué: “Respecto a su pregunta sobre qué son esas cosas, son unas alegorías carnavaleras, que los mazatecos con su habitual ingenio han bautizado como: “Monones o Monigotes”, por supuesto que les traduje lo que era un monon y un monigote.
De igual forma les expliqué que el carnaval mazatleco era una tradición centenaria y la máxima fiesta de esta ciudad, misma que en esta ocasión se celebrará del 23 al 28 de febrero de 2017. También les dije que estas alegorías, los monones o monigotes, eran parte de la tradición y que días antes de cada Carnaval se montaban a lo largo de Av. Del Mar, Paseo Clausen, Olas Altas e incluso en la Plazuela Machado. Y el motivo era ir calentando el ambiente para las festividades.
Al ver el interés de los turistas en el tema, me dije, no seas egoista, cuéntales más de todo esto, así que, modestia aparte y haciendo gala de mis conocimientos sobre estas cosas del Carnaval mazatleco les expliqué: Desde 1898 los principales escenarios urbanos de la ciudad se decoran con motivos alegóricos para exaltar el espíritu carnavalero entre los mazatlecos y quienes visitan el puerto.
En la segunda mitad del siglo XX, esta tradición estuvo a punto de perderse; sin embargo, desde 1990, vestir al malecón y la Plazuela Machado con monigotes artísticos le ha dado renovados bríos, alimentados por la admiración estética o la polémica mitotera.
Este año el arte escultórico da vida a alebrijes y dragones. El primer monigote colocado sobre el malecón fue Pío – Cabeza Madame, obra escultórica de 8 metros de altura creada por el artista plástico regiomontano Jorge González Neri.
Pío – Cabeza Madame está inspirado en las princesas y dragones de los cuentos y películas infantiles, donde prevalecen los enredos con caballeros valientes, santos bendecidos y dioses paganos iracundos y vengativos, historias con finales felices.
Carrera con el tiempo es otra colosal escultura que muestra su gran altura y voluptuosidad mezclada con una soberbia combinación de colores que atrapan la vista.
Esta obra gigante cuestiona cuánta lentitud se requiere para lograr la mutación de un caracol en bestia fabulosa cuya villanía ilustre hazañas de santos y guerreros o genere escalofríos nocturnos en pesadillas indigestas.
En los siguientes días aparecerán sobre el malecón y la Machado, el Dragón polinesio, Carnaval de babuchas, Elegancia alada, Carnaval del Sol, Una diva con patas largas, Cabalgata vikinga, Pío –cabeza de gato, Un alebrije inmortal y Equilibrio frágil.
Luego de mi sesuda explicación, les indiqué que ya había montados algunos adelante, por Av. del Mar. Así que se dirigieron allá y yo también.
Para mi sorpresa, cuando llegué me percaté que no llevaba cámara, mi celular se había descargado, Así que como pude le mandé un mensaje a Iván Lizárraga para que nos hiciera el favor tomar unas imágenes y más tarde lo hizo y fue más allá, ya que entrevistó al despistado Jorge González Neri, a quien le grabó un vídeo. Cabe resaltar, que imágenes y vídeo forman parte integral de la presente.
Después, me fui al Restaurante Mr. Lionso, allá en Playa Bruja, fui a saludar al buen amigo Lioso, con quien entablamos una larga conversación sobre algunos temas de interés turístico. Los cuales más adelante les revelaré.
Unas seis horas después, ya de regreso, me quise venir por el malecón para ver el avance de los Monones o Monigotes y, sí, ahí van , son cada vez más. Pero cuando pasé precisamente por donde empezamos con esta nota, Es decir por el embarcadero de los pescadores de la Playa Norte, me sorprendió ver un gran número de patrullas y ambulancias. Con cautela me acerqué y por ahí vi a un policía amigo, al que le pregunté qué pasaba; respondiéndome: “No sé camarada, pero la cosa está de la patada, se han dado como 20 zacapelas de Dios guarde, dicen que los pescadores se dividieron en dos bandos. Unos son los –Monigotes- y los otros los –Monones-“.
¿Y qué pelean?, cuestioné. “No sabemos, porque andan hasta la madre, pero dicen que no se van a poner en paz hasta que venga el presidente municipal Fernando Pucheta Sánchez, acompañado del director de Cultura Raúl Rico González, para que sean ellos quienes legitimen al verdadero, único y legítimo grupo de los pescadores”.
Apreciables lectores, dos cosas:
1- No pasa nada. Los mazatlecos somos así de apasionados, más cuando se trata del Carnaval. Ya verán que pronto todo vuelve a la tranquilidad y los pescadores seguirán su vida tan cotidiana y tranquila como siempre. No s eolviden que estamos en la zona trópico de Sinaloa.
2- Tal vez con esta narración, ustedes, como nosotros, estemos siendo testigos de un hecho histórico en los anales del Carnaval Internacional de Mazatlán, ya que a principios del siglo pasado existieron dos grupos antagónicos, mismos que dirimían sus diferencias precisamente durante las fiestas del carnaval, unos eran los del “Muey” y los otros los del “Rastro”. Ambos grupos, al calor de las ambarinas cervezas iniciaban sus discusiones, las cuales subían de tono hasta acabar en verdaderas batallas campales, siendo su arma predilecta las rocas. Cada año estas batallas terminaba con heridos al por mayor de ambos bandos y uno que otro difuntito. la historia antes descrita. A la fecha ya está extinta, dichos grupos desaparecieron. De ahí que este 2017, tal vez, veamos el nacimiento de los sustitutos de los del “Muey” y los del “Rastro”. Pero ahora encarnados en los “Monones” y Los “Monigotes”.
Para que no se quede con la duda, los esperamos en Mazatlán, para que del 23 al 28 de febrero gocen junto con nosotros de las alegrías del Carnaval Internacional de Mazatlán, que este año lleva por tema: Alebrijes y Dragones
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