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Es un legado muy apreciado por los mazatlecos y se ha convertido con el paso de los años en un sitio icónico y favorito de turistas y mazatlecos
- Reflejan la grandeza del pasado glorioso y visionario de los mazatlecos
Olas Altas
En Mazatlán, solamente dos elementos urbanos conservan hoy en día sus nombres originales: unos es la calle Carnaval, ligada a la centenaria tradición mazatleca del Carnaval.
La otra es Olas Altas, cuyo nombre se debe, por un lado; a las grandes olas que se generan en la bahía del mismo nombre. Y derivado de una inundación, muy frecuentes en el antiguo Mazatlán, por ello su construcción se ordenó en 1856, pero no fue hasta 1876 que inició la misma.Una vez concluido, se le denominó Paseo de Olas Altas, en virtud
de que fue diseñado para que los mazatlecos y visitantes de esas épocas pudieran caminar o pasear por su amplia banqueta.
Es de reconocer la gran sensibilidad de los mazatlecos que formaron parte de este proyecto, ya que aún con todo lo que ha pasado desde su construcción hasta la fecha, invasiones, revoluciones, modernidad, invasión de la mancha urbana, mercantilismo comercial, entre muchas calamidades más. Olas Altas sigue siendo un hermoso paseo y al igual que antaño, sigue siendo un lugar muy querido por locales y visitantes, pero lo más importante es que conserva su esencia de paseo, lo que significa que fue construido precisamente para que las personas lo pudieran caminar o si usted lo prefiere, fue hecho para los seres humanos.
Lo anterior contrasta diametralmente, por ejemplo: de Av. del Mar, que ya fue construida más en función de su majestad el vehículo automotor que de las personas y no se diga de Calzada Camarón-Sábalo o Sábalo-Cerritos, las cuales son casi exclusivas para vehículos.
Así pues, que Olas Altas es un reflejo del modo de pensar y ver las cosas de los mazatlecos de épocas remotas, pero es también un fiel y gran testigo de la historia de Mazatlán, de sus festividades, especialmente del Carnaval, y de los más gratos recuerdos de muchas generaciones de mazatlecos y de decenas de miles de turistas, quienes hemos sido testigos de varias de sus trasformaciones en los años 60´s, 70´s y de las logradas al inicio del 2018, lo que le dio al paseo Olas Altas un nuevo rostro, para fortuna de los mazatlecos y quienes nos visitan.
Olas Altas forma parte del corredor turístico más emblemático de Mazatlán, en este sensacional corredor; se localizan varios sitos icónicos, entre ellos: la Carpa Olivera, la que en años recientes rescataron y la convirtieron en balneario natural aprovechando las bases de piedra y cemento de lo que fue la original.
Desde Olas Altas observamos y podemos acceder a la Glorieta Sánchez Taboada, desde donde podemos observar el Faro, las Piedras Blancas o de los Dos Hermanos, El Rebaje, al Paseo Claussen y al Cerro de La Nevería.
Cada uno de estos lugares, también icónicos, esconde sus misterios, mismos que les invitamos a que los descubran, por ejemplo: en Olas Altas se encuentra el monumento llamado el Venadito, haciendo alusión al significado de la palabra Mazatlán: “tierra de venados”. El Escudo de Mazatlán y de Sinaloa.
Otro icono de este corredor y, en particular de Olas Altas es: el Hotel Belmar, este establecimiento tuvo mucho auge, de los años 30´s a los 70s, fue construido en 1922 por el inglés Louis Bradbury, que era un rico empresario minero que explotaba las Minas del Tajo en El Rosario, Sinaloa, hoy Pueblo Mágico.
El Hotel Belmar está muy ligado a la historia del Carnaval ya que albergó a muchas reinas de este tradicional festejo, pues el trono de las reinas se instaló en este hotel desde los años 30´s hasta 1963.
Hay un acontecimiento histórico-político que hizo famoso a este hotel, sucedió el domingo de carnaval de 1944, en el evento de coronación de su Majestad Lucila Medrano, cuando en medio de un tiroteo fue asesinado de un tiro en la cabeza el Gobernador del Estado, Rodolfo T Loaiza, a manos del gatillero Rodolfo Valdez, alias “El Gitano”, por tal razón fue una de las pocas veces que se ha suspendido el carnaval de Mazatlán.
En Olas Altas hay dos hoteles más que son también iconos en la historia de Mazatlán: Hotel la Siesta el cual fue construido en 1952 y Hotel Freeman, construido en 1949 por su propio dueño, el arquitecto de origen alemán, Guillermo Freeman, que en su momento fue el edificio más alto del noroeste de México, con 14 pisos, y su modernidad llegó a contrastar con los edificios históricos de la época. Era el único que contaba con elevador. Este edificio histórico continúa funcionando como hotel y hace pocos años fue renovado totalmente.
Diferentes negocios se han establecido en esta zona, restaurantes, joyerías, cafeterías, lugares para rentar bicicletas, sumándose a los ya tradicionales que se encuentran en esta zona, como lo es: “La Fonda de Chalio”, lugar muy especial, de asistencia cotidiana de muchos cafeteros que acuden puntualmente todos los días: empresarios, intelectuales, artistas, políticos, amigos de Chalio. Todos van al tradicional café y algunos otros a desayunar.
Este restaurante abrió sus puertas hace más de 50 años, su primer nombre fue Pan Pan, cambiándose años después por El Delfín, para que después se cambiara por el nombre de Fonda Santa Clara, llevando ese nombre 38 años, renovándose hace 8 por completo. Actualmente este tradicional restaurante lleva el nombre de Fonda de Chalio.
Los invitamos a que disfruten Mazatlán y de su tradicional Paseo Olas Altas, que además les tiene reservadas otras sorpresas más.
Olas Altas es sin duda: Una Joya Indiscutible de la Zona Trópico
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