Mazatlán Interactivo presente en el primer centenario de esta Comunidad que conserva una forma de vida que es muy difícil de entender para los que no la conocemos, pero una vez que los visitamos todo cambia
Por: Fernando Barraza
La Ruta del Queso
Comunidad Menonita Nuevo Ideal, Durango, México, a; 27 de julio de 2024.- En el marco de la visita que estamos haciendo al estado de Durango y a invitación de Secretaría de turismo de Durango, nos adentramos en el modus vivendi de los menonitas, lo cual fue una aventura realmente emocionante y aunque es de todos conocido el estilo de vida de esta entidad social, pero aun así resulta fascinante introducirse por unos instantes en su hábitat.
De entrada, déjenme decirles que es una sociedad admirable, en la que a pesar de “vivir en el pasado” y recordarnos a nuestros abuelos y que se puede vivir sin los avances tecnológicos (a los que a pesar de todo las nuevas generaciones se acostumbran fácilmente para hacer de ellas una necesidad de sobrevivencia).
Esta experiencia nos brindó la oportunidad de aprender, por ejemplo: que las personas van a una tienda de telas en donde exclusivamente se venden telas y sombreros y van a una fábrica en la que le hacen el vestido, de acuerdo a las características o el diseño apropiado de la comunidad.
Aprendimos también; que tienen sus propias leyes, sus propios reglamentos, sus propios gobernadores y, que, definitivamente es una sociedad muy aparte de la mexicana, aunque ellos sean mexicanos de nacimiento y residen en el país.
No dimos cuenta además, que no se puede hablar ni de política, ni de religión, ni de posibles diferencias que puedan existir entre una comunidad y otra, algo curioso, también, es que cuando una pareja se casa, el hombre se va a residir durante un año en la casa de la esposa, en donde recibe una dote de equis cantidad de vacas, equis instrumentos agrícolas, entre otros más. Lo anterior se nos explicó, para que durante ese año la pareja se forje un patrimonio y entonces puedan independizarse.
Algo curioso también, que en lo personal me llamó la atención fue, que las mujeres que se van a casar tienen una habitación en su casa para recibir al novio en donde pueden convivir solamente en el buen sentido de la palabra y cuando se casan, si la mujer no llega virgen al matrimonio, debe presentarse sin velo, y si es virgen, con velo y si se demuestra lo contrario nueve meses después, entonces la historia cambia. En cuanto a los hombres, estos tienen que pedir perdón por todas las faltas cometidas antes del matrimonio para poder realizar la ceremonia de casamiento.
Se pueden decir muchas cosas respecto a estas comunidades menonitas del estado de Durango y, que por cierto, también existen, como es conocido; en Chihuahua, en Zacatecas, en Campeche y en Quintana Roo y en conjunto forman las cinco regiones en las que se les ha abierto espacio en territorio mexicano a estos grupos.
Mucho hemos escuchado sobre la sociedad menonita, sin embargo, el hecho de haber tenido la oportunidad de convivir con ellos, cambia la perspectiva e indudablemente que aprendimos algo nuevo.
Así como es indudable el atractivo que significa esta región del estado de Durango, en donde además los visitantes podemos gozar de otros súper atractivos tales como: la zona del silencio, una región por demás enigmática y misteriosa, Mexiquillo, un lugar ideal para desestresarse, el “Vejo Oeste”, el museo de Arte Funerario (el panteón), y una serie incontable de atractivos interesantes…
Por esto y cien cosas más, vale la pena visitar Durango.
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