A partir de su experiencia como líder en materia tecnológica, científica y educativa, el doctor Manuel Quintero Quintero —investigador del Instituto Politécnico Nacional— impartió la conferencia: Cómo ser un líder y no morir en el intento, el miércoles 28 de febrero, a estudiantes de bachillerato del CONALEP II, en la ciudad de Culiacán.
En la conferencia —enmarcada en el programa Con C de Ciencia, auspiciado por El Colegio de Sinaloa— estuvo presente la Mtra. Shantal López Álvarez, directora Académica del CONALEP, y la Mtra. Gladys Isabel Arredondo Chaidez, directora de la Unidad CONALEP II. De la misma manera, se contó con la presencia de la Lic. Lydia Concepción Celaya, secretaria General de El Colegio de Sinaloa, en representación del presidente de este organismo, Mtro. Élmer Mendoza.
Para iniciar con la charla, Manuel Quintero mencionó que el desarrollo de su trayectoria profesional no fue fácil, pues tuvo que enfrentarse a diversos retos, ya que la mayor parte de sus estudios los realizó en instituciones públicas, por lo que no contaba con ciertas habilidades que otros jóvenes de su edad ya habían desarrollado.
“Ahí fue donde yo aprendí el esfuerzo que tenemos que hacer los que estamos en escuelas públicas, sobre todo aquellos que no contamos con los recursos y venimos de familias con un nivel socioeconómico bajo. Había que esforzarnos el doble, dedicar más tiempo al estudio para intentar sobresalir”, afirmó.
Mencionó que su historia de éxito fue posible gracias a la inspiración que despertaron en él algunos líderes de la investigación y el conocimiento científico, entre los que destacó a Steve Jobs, Marie Curie y Neil Armstrong. Agregó que sus profesores de preparatoria y universidad también fueron una pieza clave para su crecimiento personal y profesional. “Los líderes se encuentran en todas partes: son personas que escuchan, analizan, comunican, convencen, transforman y cambian el mundo, pero sobre todo que motivan”, señaló el académico.
Añadió que, para ser un gran líder, primero tenías que ser una gran persona “alguien humilde, capaz de trabajar en equipo y abandonar el ego. Un líder tiene la habilidad de escuchar otras voces con la finalidad de crear vínculos y alianzas que le permitan concluir exitosamente un proyecto”, expresó e invitó a los estudiantes a trabajar en sí mismos —en sus fortalezas y debilidades— para a través del autoconocimiento cambiar paradigmas y aportar cosas positivas a la humanidad.
Platicó que como recién egresado de la Ingeniería en Aeronáutica, se le presentó la oportunidad de estudiar un posgrado en el Instituto Superior de Aeronáutica en Francia; no obstante, antes de salir de la carrera estaba dentro de un proyecto para la construcción de los primeros aviones en México. Contó que el profesor a cargo del proyecto le dijo: “Quiero hacerle una pregunta, ¿qué quiere ser usted a los 25 años? ¿Tener un posgrado en una de las escuelas en aeronáutica más importantes del mundo o haber fabricado su primer avión a los 25 años?”.
Manuel Quintero señaló que su decisión de quedarse lo llevó a construir no sólo uno, sino tres aviones y enfatizó que su elección se basó en que un posgrado lo podía realizar en cualquier momento de su vida, pero la fabricación del avión era una oportunidad única en aquel momento. De la misma manera, exhortó a los estudiantes a construir su historia de vida, a tomar evidencias y recopilar todo lo que han hecho a lo largo de los años: “Para que ustedes sean exitosos tienen que tener su historia de vida y tienen que platicarla”.
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Otra de las características de ser un líder —detalló— es la inquietud, tener ideas y objetivos, pero sobre todo tener la confianza de que todo lo propuesto puede lograrse. Con base en lo anterior, mencionó que ha realizado muchas cosas y gran parte de ellas son proyectos que él mismo ha iniciado, “no es malo dirigir cosas que ya están hechas, pero es mucho mejor hacer cosas para dirigirlas”, destacó el investigador, además, comentó que la única forma de conocer el futuro es construirlo uno mismo.
Hacia el final de su conferencia, resaltó la importancia del trabajo en equipo, ya que ninguna persona, por más brillante que sea, ha sido capaz de cambiar el mundo sola. Manuel Quintero concluyó con la recomendación de ser auténticos, perseverantes y, de manera muy relevante, crear su proyecto de vida: “Sean soñadores, quien no sueña no tiene la posibilidad de lograr cosas maravillosas. Sueñen en lo que quieren ser, en lo que quieren hacer; en lo que quieren impactar en los demás y en mejorar sus comunidades y su país”.