Aporte

Doña Trini: forjadora de la tradición y creadora de la sazón en la cocina sanignacense

By Héctor Lizarraga

September 15, 2020

[quote font=”arial” font_size=”13″ bgcolor=”#e0feff” color=”#” bcolor=”#e0feff” arrow=”no”]

Con gran esfuerzo, en 1949, doña Trini puso a funcionar por primera vez la cenaduría, que muy pronto, por su buena sazón, adquirió fama que llegó hasta Tayoltita Durango.

Un apunte para la crónica de San Ignacio por: Juan Ramón Manjarrez Cronista de San Ignacio

Hacía apenas unos instantes el reloj de la iglesia había marcado las cuatro y media de la mañana, cuando en la profundidad del silencio un llanto fuerte se dispersó como viento huracanado por todo el caserío de San Ignacio. ¡Es una niña! anunció la partera. ¡Nació sana y muy vivaracha! Era la mañanita del jueves seis de septiembre de 1945.

Catorce días después, María Trinidad Torres Vega, originaria de Camino Real de Piaxtla “de Abajo” y Daniel Peñuelas Osuna, guitarrero de oficio, llevaron a su hija a bautizar.

-Queremos ponerle Clementina del Monte- dijo Daniel

-Que Clementina del Monte ni qué ocho cuartos, Clementina a secas, así la voy a bautizar— refutó el sacerdote -al cabo aquí son muy dados a cambiarle el nombre a las criaturas, seguro con el tiempo le van a decir la Tina.

Y así fue.

Clementina del Monte, es ahora mejor conocida como la Tina de doña Trini. Vive en San Ignacio y junto a su hija Daniela Espinoza Peñuelas mantienen la tradición y la sazón de una de las mejores cenadurías que existen aún en el pueblo: Cenaduría “Doña Trini”

María Trinidad Torres Vega, mejor conocida como doña Trini, empezó a trabajar desde muy niña en casa de María Tolosa y Porfirio Sandoval, en Camino Real de Piaxtla, con el tiempo este matrimonio se mudó a San Ignacio, siguiendo la ruta de los arrieros y se llevaron a la niña con ellos. Siendo apenas una adolescente, Daniel Peñuelas la empezó a pretender hasta que un buen día se casaron a la usanza de aquellos tiempos.

Al quedar viuda doña Trini buscó la forma de hacer algo para sacar adelante a su numerosa prole y fue así que orientada y motivada por las señoritas Virginia y Elena Loaiza, en 1949 puso a funcionar por primera vez la cenaduría, que muy pronto, por su buena sazón, adquirió fama que llegó hasta Tayoltita Durango.

A las seis de la tarde, un ligero olorcillo a tortilla dorada iba inundando las calles y callejones del pueblo. Luego era seguro saber que el pollo a la plaza, el asado de res, las tostadas, las gorditas, los tacos y las enchiladas del suelo estaban disponibles en el festín diario de la cenaduría de doña Trini.

Ahí cenaban una cantidad importante de arrieros que bajaban ya tarde de la sierra de Durango, razón por la cual mantenía la cenaduría abierta hasta las dos de la mañana que era la hora en que llegaban casi siempre los arrieros que trabajaban con don José Alberto Milán y a quienes ella se había comprometido a darles de cenar.

Así transcurrían los días en aquellos años.

Por eso muy pronto la cenaduría se fue apoderando del gusto de los sanignacenses hasta convertirse en una de las favoritas del pueblo. Junto a doña Trini trabajaban sus hijas María Luisa, María, Nicolasa, María del Rosario y Clementina.

La cenaduría abrió sus puertas primero en el mercado municipal, ahora museo de San Ignacio, luego se cambió a un local, por la calle Leyva, que tiempo después funcionó como el restaurante Estrella, de allí pasó a una casona que está por la calle Libertad y que fue la casa de don Yito Sandoval, para finalmente funcionar donde está actualmente, por la calle Libertad frente a lo que fue la carpintería de Ambrosio Bernal.

Doña Trini, fue una mujer fuerte y muy trabajadora, con su cenaduría, sacó adelante a sus trece hijos y formó una familia de bien. Murió en el 2004 dejando un ejemplo de tesón y trabajo.

Tanto la cenaduría “Doña Trini” como la cenaduría “Martha”, forman parte del patrimonio cultural de la culinaria tradicional de San Ignacio. Igual que doña Trini las señoras Guadalupe Camacho y Manuela Valverde, ambas fundadoras de la cenaduría “Martha”, dejaron una importante huella en la tradición de la buena cocina sanignacense.

[/quote]

Más de San Ignacio, Zona trópico, Sinaloa, México: Aquí>>

Visitas: 116