Un buen ejemplo que los empresarios del sector turístico de Sinaloa y México deberían de seguir
El Quelite, Pueblo Señorial, Mazatlán, Sinaloa, México, a; 16 de Diciembre de 2016.- Ojos avispados escudriñando todo, enormes y coloridos moños, sonrisas, juegos y uno que otro llanto, fue lo que antecedió a la gran posada que cada año organiza restaurante El Mesón de los Lauréanos a los niños de El Quelite y sus alrededores.
Literalmente, Marcos Osuna, propietario de este sensacional restaurante, junto con todo su personal echaron la casa por la ventana en este especial evento: Juguetes, dulces, comida, payaso, música, juegos, piñatas y mucho, pero mucho cariño es lo que cada niño de esta comunidad recibe a lo largo del festejo.
Por supuesto que los niños gozan totalmente de lo que reciben, pero estamos seguros que lo que más les gusta es el cariño que se les profesa por todos quienes tienen la enorme responsabilidad de atenderlos y cuidarlos en tan especial ocasión.
Dos días al año, El Mesón de los Lauréanos se convierte en territorio de los niños, la primera es el Día del Niño, la segunda y, a nuestro juicio, la que más gozan es esta, la Posada Navideña, y es que todo se conjuga para que los niños sientan una gran emoción durante el festejo: clima, empatía, libertad, gozo, en fin, este día se convierten en lo que deberían ser todos los días, los seres más queridos y felices del mundo.
“Los niños deben de recibir cariño, felicidad, alegría, emociones, reír, porque en los tiempos modernos nos hemos olvidado de ellos, le damos más importancia al trabajo, a la vida moderna y nos olvidamos de estos pequeños seres que requieren de mucha atención. Pero no de esa atención tipo militar. No, sino de la de calidad y comprensión. Para poder darla tenemos que entender que los niños son muy sensibles a todo, y es mediante el juego, el amor y la comprensión que pueden lograr llegar a ser buenas personas, es por ello que les hacemos este tipo de festividad y les hacemos muchos regalos para que se sientan emocionados y tomados en cuenta” explicó el Dr. Marcos Osuna al ser cuestionado sobre las motivaciones para realizar el evento.
Al preguntársele sobre el patrocinio del mismo, sin dudarlo respondió: “Mira, más que patrocinio, esta es vinculación de la actividad turística con la comunidad. Yo creo que ya los empresarios debemos de dejar de marcar todo en pesos y centavos. No podemos seguir metalizados y pensando en sólo obtener ganancias, que es en efecto la esencia de un negocio, bueno eso es lo que dicen los expertos. Pero imagínate que ese fundamento lo aplicara aquí, y por pensar solamente en las ganancias, no les hiciera su posada a estos niños. ¿Sabes lo que pasaría?. Te aseguro que en primer lugar Marcos Osuna sería una persona insatisfecha, eso a pesar de ser exitoso en mi negocio. Pero además estaría creando sentimientos encontrados en la población. Y todo porque apreciara este evento como un gasto. Y créeme, tampoco lo veo como una inversión, yo en realidad lo veo como una manera de agradecer a la población en general su participación, su buen desempeño y cordialidad con la que tratan a nuestros visitantes. De ahí pues que hagamos esta fiesta en honor a los niños. Además, quién me puede quitar la emoción de ver una cara de una niña o un niño sonriendo. De verlos felices, o de verlos muy atentos escuchando al violinista. No, definitivamente esto no se puede medir en pesos y centavos. Esto es nivel conciencia profunda” subrayó el también promotor turístico.
Y en efecto, lo que se vivió a lo largo de la posada, que por cierto se prolongó varias horas, fue una constante vibración positiva, misma que invadió a los niños, a nosotros y, seguros estamos, que a todos los habitantes de esta risueña comunidad.
Por todo lo anterior, podemos afirmar que: restaurante El Mesón de los Lauréanos, además de ser el mejor productor de delicias gastronómicas de la región, es también, el mejor creador de emociones positivas, y la muestra la tenemos en que en El Quelite sus habitantes casi siempre están sonriendo…
Nuestro reconocimiento a todos quienes hicieron posible la posada navideña para los niños de El Quelite, esfuerzo que tal vez pocos sepan, tendrá una enorme repercusión positiva en el futuro inmediato.
Es además, un ejemplo que todos los empresarios de Mazatlán, Sinaloa, México y el Mundo deberían de seguir. De hacerlo, les podemos asegurar, que en menos de una década, este mundo sería otro muy distinto a que estamos viviendo. ¿Quién toma el reto?…
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