Cultura

Está viva la cultura yoreme dice Mireya López

By Guillermo Lizarraga

November 28, 2016

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Está viva la cultura yoreme, dice

Mireya López, al presentar libro

* Habló sobre los 10 centros ceremoniales que hay en Ahome

*En la enramada, continuaron yoremes y pimas con el Festival Yoreme

28 de Noviembre del 2016.- “La cultura yoreme está viva, y aunque el yoreme es un pueblo muy pobre, es muy festivo y sus fiesteros y músicos son los pilares fundamentales para mantener viva esta tradición”, expresó la periodista Alma Mireya López Carrera al presentar su libro Atlas yoreme del municipio de Ahome: Monografía de los centros ceremoniales, en el marco del Festival Yoreme Sinaloa 2016, en el Parque Las Riberas.

Con los comentarios de Rafael Bojórquez, la autora del libro  dijo que en el municipio de Ahome persisten diez de los 28 centros ceremoniales yoremes que hay en el estado, algunos, como el de San Miguel Zapotitlán y el de Ohuira,  más grandes que los otros, donde las fiestas mayores, como la de Cuaresma, son más concurridas porque a ellas  se han unido los yoris, de tal modo que en la de San Miguel participan hasta diez mil judíos.

El libro, realizado con apoyo de la Comisión de Desarrollo Cultural Municipal de Ahome, delinea las regiones que los indios mayo yoremes consideran sus centros ceremoniales en este municipio, como son los ya mencionados, y además, el ejido 5 de Mayo, La Florida, Bacoregüis y otros.

Contiene también el calendario litúrgico de los yoremes, que inicia con el nacimiento del Niño Dios, es decir, la Navidad, y sus fechas, que celebran en mayor o menor medida los yoremes, pero su fiesta mayor, la que ninguno de ellos deja de desarrollar, es la de Cuaresma.

Expresó que el yoreme es un pueblo muy festivo, a tal grado que el 70 por ciento de su vida gira en torno a sus festividades, lo que ha permitido que su cultura tenga una personalidad muy fuerte, que la distingue de otras, siendo su Danza del Venado la más representativa.

Indicó que fueron los jesuitas quienes, hace 300 ó 400 años, enseñaron la música a los indígenas y a fabricar sus propios instrumentos, lo cual siguen haciendo; los coyolis, esas sonajas atadas al cinturón de los danzantes, representan las cabezas humanas que los guerreros se colgaban de la cintura, al celebrar la victoria, y el sonido del tambor de agua, simboliza el latir de la madre tierra.

Por su parte, Rafael Bojórquez, profesor y fiestero yoreme (esto es, responsable de mantener la fiesta) dijo que se ha criticado el hecho de que haya quienes se dicen yoremes aunque son blancos o tienen ojos de color, sin embargo, “tenemos sangre yoreme, como yo, por parte de mi padre; pero además, la explosión demográfica ha llevado a  diversificación de los centros ceremoniales; en la tradición, yori es el blanco, el que no respeta la tradición y yoreme es el que nació o vive en la ribera”.

El segundo y último día del Festival Yoreme, en el Parque Las Riberas en Culiacán, se desarrolló normalmente, con gran afluencia de público este sábado, para admirar por la tarde el encuentro de Ulama de brazo, por un grupo de Agua Blanca, Guasave, contra otro de Guamúchil, así como un responso –música y danza- en la enramada instalada en la ribera del Tamazula.

Por la noche, antes de la presentación del libro, se rezó el rosario y después los grupos participantes, Yeu Matchuk, que dirige Bernardo Esquer, y los representantes pimas del sur de Chihuahua, ofrecieron sus danzas de pascola y  venado, los primeros, y de agradecimiento a Dios por las lluvias y las buenas cosechas, los segundos.

El Festival concluye este domingo, en las inmediaciones de la Escuela Vocacional de Artes de Los Mochis, con grupos yoremes  procedentes de Choix, El Fuerte, Sinaloa de Leyva, Ahome y Guasave, y la presentación del libro Miradas yoremes convertidas en leyenda, de José Humberto Juárez Buitimea, con comentarios de Oralia Inzunza Galaviz, mientras que por la noche se presenta Isaac Montijo y los Buayums.

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