Los Cañones de Mazatlán

En la actualidad, uno de estos cañones se encuentra en La Pérgola del cerro del Vigía y es el mejor de los tres, otro en las ruinas del Fuerte 31 de Marzo o Venustiano Carranza a espaldas de la Casa del Marino, en lo que queda, por cierto este cañón está en ruinas  y, el tercero, en La Batería pero solamente tienen acceso los militares

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Del Archivo Amigos de Mazatlán y
Mazatlán Interactivo

Sobre el origen de los Cañones

Nos dice el investigador Armando R. Espínola y Bernal que el buque cañonero Demócrata, de finales del siglo XIX, fue construido en Inglaterra, el año mil ochocientos setenta y cuatro y que fue dado de alta en la Armada de México sólo tres años después.

Las características de este navío, continúa el investigador marítimo, eran: “Desplazamiento, cerca de 800 tons. Eslora 46 m. Manga, 7.92 m. Puntal 4.76 m. Calado3.65 m. Propulsión máquina alternativa de triple expansión de vapor, caldera tipo escocés de 200 lb/pulg ² artillería una pieza de 120 mm. y cuatro de 57 mm., tripulación 45 hombres, casco de acero, velocidad de crucero sobre 9 nudos”.

Nos informa el mismo experto, que siendo reparado en la ciudad de San Francisco, le fueron sustituidas las piezas de artillería, montándosele cuatro cañones Vavaseur. Luego, continúa, “Durante la lucha revolucionaria, el Demócrata participó en diversas operaciones, no obstante, la prolongada fatiga de material estableció una vertiginosa caída en su operatividad, por lo que causó baja de la Armada y, previamente se le desmontó la artillería que se instaló en Mazatlán, quedando en la actualidad algunos vestigios de ello”.

El montaje de los cuatro cañones de este barco, conocido como Montaje Vavaseur, había sido inventado por el británico Josiah Vavaseur.

De la ubicación actual de los cañones y de su estado físico

En la actualidad, uno de estos cañones se encuentra en La Pérgola de la Glorieta Ángela Peralta, en el cerro del Vigía, por cierto en muy buenas condiciones, auque es de lamentar que todo el complejo esté para dar lástima ante el tianguis de vendedores ambulantes que ahí opera y un restaurante que de verdad desentona a más no poder.

Otro, que está para dar pena ajena, se localiza en la explanada del Fuerte 31 de Marzo o Venustiano Carranza, por cierto, también este sitio está para llorar, y se ubica justo pues a espaldas de la Casa del Marino, que para variar está también en ruinas, en resumen, aquí se aprecia una clara muestra de la indolencia de los mazatlecos,  y;

El tercero, aunque no lo parezca, está en lo que se le denominaba “La Batería”, en donde estuvo la prisión militar que albergó al controvertido luchador social o bandolero, Heraclio Bernal, “El Rayo de Sinaloa” y al tristemente célebre “El Gitano”, famoso gatillero a quien se le atribuye la muerte del gobernador de Sinaloa Loaiza, en plena festividad de Carnaval. El Cañón se cree que está en buen estado, dado que se supone está bajo el resguardo militar, aunque nadie puede verlo. Ya que en la entrada de la pérgola que lo alberga hay un letrero que sentencia: “Prohibido el paso”.

De verdad, verlos asentados en sitios estratégicos de la ciudad de Mazatlán, hístórico uno de ellos, en donde se supone deberíamos reafirmar nuestra Historia, pero en lugar de ello, encontramos cañones; oxidados y deteriorados por el efecto del mar, el viento, el tiempo, pero sobre todo, por la indolencia de los mazatlecos. Aún así, los cañones despiertan los sentimientos patrióticos, pero más la imaginación.

Sobre los mismos existen muchas versiones incorrectas, una de ellas que sirvieron para defender a Mazatlán durante la Intervención Francesa, versiones existen en el sentido de que defendían el puerto de los ataques de piratas, o de los buques de guerra ingleses, entre muchas más. Nada más alejado de la verdad. En el cuerpo de los cañones se puede leer Vavaseur 1875, lo cual indica que contaban con el sistema de montaje citado y que, por ende, fueron fabricados en dicho año. De lo anterior se puede deducir que dicho armamento no participó en las refriegas señaladas.

De lo que si es real acerca de los Cañones

Era el siglo XIX, Mazatlán sufría de constantes asonadas militares, cuyo principal objetivo era saquear el dinero de la aduana, así como las arcas de los comerciantes. Uno más de esos cuartelazos dio comienzo la mañana del veintiséis de junio de mil ochocientos ochenta, cuando un elevado número de hombres al mando del ex general Jesús Ramírez asaltaron por sorpresa la guarnición de la plaza y se posesionaron de la ciudad. Entonces, el líder de los pronunciados estableció un préstamo obligatorio a los comerciantes de la localidad, logrando recaudar cerca de ochenta mil pesos en efectivo, más veinte mil en documentos cobrables. A pesar de contar con unos cuatrocientos hombres bien armados, Jesús Ramírez se vio obligado a huir la noche del tres de julio luego de que las fuerzas federales bombardearan el cuartel donde se encontraba.

Trágica y dolorosamente Mazatlán hubo de comprobar la efectividad del invento del señor Vavaseur.

El bombardeo referido, fue realizado por el citado barco Demócrata teniendo por resultado: casas destruidas, con un elevado número de mujeres y niños muertos, y una gran cantidad de heridos.

Esa noche, el sangriento ataque continuaba inclemente y sólo se detuvo hasta que el cónsul de los Estados Unidos abordó una lancha y con una bandera blanca fue hacia el barco de guerra mexicano.

El diplomático estadounidense informó al capitán mexicano que sus disparos erraban el objetivo.

En efecto, de los veinticuatro cañonazos que salieron disparados del barco Demócrata, sólo tres acertaron en el cuartel, mientras que los restantes veintiuno fueron a parar a las casas vecinas. Claro, el factor principal de esta masacre fue la impericia de los cañoneros nacionales.

De la desvalorización de los Cañones y de los valores históricos de Mazatlán

Los mazatlecos nos jactamos de contar con un destino turístico que ofrece a los turistas, además de sol y playa, rica gastronomía y un centro histórico único en su tipo y, por si fuera poco lo anterior, historia. A las autoridades se les hace chueca la boca cuando señalan con orgullo que la joya de la corona turística de Sinaloa es, Mazatlán, y de que está colocada entre los primeros cinco destinos turísticos en las preferencias del turismo en México.

Y tienen mucha razón, Mazatlán es otra cosa, pero también es justo decirlo, los mazatlecos también. Baste decirles a todos, que en cualquier país del mundo, USA, Paraguay, Francia, Angola, Andorra o Rusia, reiteramos, cualquiera, que contara con las edificaciones, los elementos y las historias con las que se cuenta en Mazatlán sobre: El Fuerte 31 de Marzo o Venustiano Carranza, La Batería, la pérgola Ángela Peralta  y los cañones,  los considerarían como verdaderas joyas históricas y valiosos atractivos turísticos. Pero estamos en Mazatlán, en donde cualquier pobre se siente millonario. Y, en donde los ricos quieren hacer negocio de todo, ya ven el centro histórico, muy bonito y lleno de restaurantes y bares, pero… ¿Y lo histórico???.

Se los dejamos de tarea.