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En el serpenteado camino, uno se sorprende de la gran variedad de especies vegetales que existen
Ahí podemos encontrarnos con edificios del siglo XVIII como son La Casa de Tres Pisos
Uno de sus mayores atractivos es el verde paisaje que casi predomina todo el año. Al ir recorriendo el serpenteado camino, uno se sorprende de la gran variedad de especies vegetales que existen, además es un espectáculo observar la gran variedad de aves y mamíferos que se cruzan por el camino que rinden culto a la abundante biodiversidad de este municipio.
En el trayecto hacia San Ignacio, nos podemos encontrar con muchos pintorescos pueblos como Coyotitán, El Carmen, Platanino, El Lodazal y otros más que nos remiten a la vida rural de antaño, en donde da la impresión que se detiene el tiempo, antes de llegar a la pequeña ciudad de San Ignacio nos encontramos con un puente que atraviesa el Río Piaxtla, al término del mismo entramos a la pintoresca ciudad de calles adoquinadas y empedradas en donde la calle principal nos conecta con su centro histórico.
Hablando de historia, muy cerca de esta pequeña ciudad se encuentra la comunidad de La Labor, en donde se encuentra La Capilla de la Hacienda de Los Morales y el museo que resguarda el estandarte de la Virgen de Guadalupe que portaba el insurgente José María González de Hermosillo, cuando combatió por la independencia de México.
Actualmente San Ignacio tiene una población de 4600 habitantes y sus festividades principales son las de San Ignacio y San Javier el 2 de noviembre, La fiesta de la Taspana, que se celebra cada tercer domingo de octubre por los sanjaviereños y las fiestas de Semana Santa en donde el Río Piaxtla, que corre al pie de esta pequeña ciudad se llena de bañistas.
Así pues amable lector, ahí tiene muchos motivos para visitar este bello municipio y también se deleite con sus costumbres y gastronomía
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