Turismo

Pitahayas frutas exóticas de Sinaloa

By Javier Mayorquín

June 04, 2015

         
La Pitahayas de San Ignacio, Sinaloa, México

>>> Algunas personas le atribuyen propiedades curativas y otros más aseguran que tiene propiedades afrodisiacas.

>>> Son una especie de fruta roja exótica y silvestre, que sólo crecen en terrenos y zonas áridas y serranas

San Ignacio, Sinaloa, Junio del 2015.-La temporada de pitahayas, que se presenta durante los meses de mayo y junio, representa una fuente de empleo para decenas de familias de la cabecera municipal.

Desde hace algunas semanas, las calles de este pueblo señorial, se han visto “inundadas”, con la presencia de vendedores de esta fruta exótica, a la cual, algunas personas le atribuyen propiedades curativas y otros más aseguran que tiene propiedades afrodisiacas.

Al inicio de la temporada de esta fruta silvestre, el precio de cada cubetita que se vende, es de 100 pesos, pero conforme avanzan los días, este disminuye y se puede comprar hasta en 50 pesos la misma cubetita de __ kilos.

Las pitahayas, son una especie de fruta roja exótica y silvestre, que solo crecen en terrenos y zonas áridas y serranas y que según el ilustre sinaloense Eustaquio Buelna, quien en su obra “Nombres geográficos de Sinaloa”, explica la etimología de la palabra Sinaloa, la cual está formada por dos vocablos que provienen de la lengua cahita: Sina, cuyo significado es pitahaya, y lóbola, que quiere decir redonda, por lo que se puede decir que el significado de Sinaloa es Pitahaya redonda.

Algunos otros realizan estas labores bajo los fuertes rayos del sol, por lo que el adentrarse al monte en medio de temperaturas altas, representa un fuerte desgaste físico, pero el cual, realizan con el claro objetivo de poder reunir un poco de dinero para sus familias.

El reloj marca las 2:30 de la tarde y la camioneta en la que Candelaria Sánchez y algunos miembros de su familia viajaran a cortar pitahayas ya se encuentra afuera de su casa.

Los rayos del sol se resienten sobre la cabeza, mientras el panorama que se observa en el recorrido es algo seco.

Después de varios minutos, la camioneta blanca ha llegado hasta donde se puede transitar, por lo que los pitahayeros tienen que bajar y comenzar su travesía.

Sus herramientas de trabajo son unas largas latas con un gancho en la punta, que sirven para poder llegar hasta lo más alto de los pitahayos y poder cortar esta fruta que se da en zonas áridas y secas, además de que también traen consigo pequeños baldes o cubetitas, donde van depositando la fruta.

Después de cortar la pitahaya, principalmente por los hombres, mujeres y niños se encargan de quitarle las espinas a esta fruta, por lo que a pesar de la experiencia que ya tienen, no se escapan en más de una ocasión de picarse los dedos con las espinas que tienen sobre la cascara.

El grupo de pitahayeros ya ha recorrido poco más de una hora entre un camino accidentado, lleno de ramas y arboles con espinas, tuvieron que subir y bajar algunos cerros para poder llegar hasta donde se encuentran los pitahayos grandes.

El sol continúa ocasionando estragos en todos ellos, por lo que Jesús, el menor de ellos, se detiene un poco para poder tomar agua e hidratarse, al igual que el guía del grupo, quien también tuvo que tomar agua para hacerle frente a las altas temperaturas.

En esta ocasión, lograron llenar 2 cubetas grandes y dos pequeñas con pitahayas, lo que se verá reflejado en alrededor de 400 pesos, si es que los pequeños logran venderlas a 70 pesos cada una.

Los principales clientes de los vendedores de pitahayas, son los pobladores de la cabecera municipal y de comunidades cercanas, aunque personas de otros municipios como Mazatlán o Culiacán, también acuden a comprarlas, para también degustar de su sabor.

Sin duda alguna, el acudir a cortar pitahayas no es un trabajo sencillo y fácil, por lo que éste solo lo realizan algunas personas que ven en él una fuente de empleo, que les permitir llevar a sus casas unos pocos pesos más.

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