Mazatlán y los Cruceros Mmm 2015

>>> Desde el inicio mismo del regreso de los cruceros a Mazatlán, las inconformidades de los grupos de distintos giros comerciales y de servicios no se hicieron esperar

>>> Estos grupos fustigan sin cesar a las autoridades, sobre todo turísticas, para que los flujos de turistas de cruceros: porque sí, porque están en la zona Dorada u otras turísticas, porque ellos tienen derecho y porque les da la gana, les lleguen

>>> Otros grupos fustigan en cuanto al servicio de transporte, flujos a hoteles y restaurantes, en fin, todo mundo quiere parte del pastel, nada más por el hecho de que tiene años prestando esos servicios. Así de fácil

>>> ¿Qué opinan los expertos en turismo -Luis Mesalles- sobre los cruceros?

Sobre la Incongruencia

Mazatlán, Sinaloa, México, a; 16 de abril de 2015.- Poco nos gusta escribir sobre estos temas, y no porque no nos interese, o no tengan relevancia. Sino por el hecho de que somos muy proclives a accionar, más que a “reaccionar”. En ese sentido, lo que hoy por enésima ocasión resurge como una especie de “defensa de los derechos” de algunos grupos de comerciantes y prestadores de servicios turísticos, en su oportunidad y por esta vía, es decir, pública, lo advertimos: “No se trata solamente de que regresen los cruceros, o los turistas extranjeros y nacionales. No se trata solamente de la violencia. Se trata de soluciones integrales. Y una de ellas radica en las conciencias de servicio y turística de los prestadores turísticos y comerciantes en general de Mazatlán, pero en particular, de aquellos que incurren una y otra vez en actos deleznables”.

No se nos escuchó. Nadie hizo caso. Todo mundo se puso de fiesta y se llenó de alegría porque regresaban los cruceros. Y en parte tenían razón, las autoridades estatales y algunos empresarios del ramo turístico habían logrado una verdadera hazaña. Pero esa era la tarea de ellos, la cual, reiteramos, la hicieron muy bien en sus dos caras conocidas: la inseguridad y las negociaciones, y en estas últimas también estaban las que se hicieron con los ahora recurrentes en la creación de conflictos.

Pero en nuestras advertencias señalábamos que desde nuestra óptica, las navieras no se habían retirado de Mazatlán exclusivamente por la violencia. Sosteníamos que a lo sumo la inseguridad, que por cierto, no había tocado a crucerista alguno, salvo el lamentable incidente de una balacera en la zona turística, del que tampoco ningún turista sufrió daño alguno. Y que por cierto, en su momento fue minimizado este hecho, a tal grado que las autoridades de Mazatlán en esas fechas no reaccionaron con la celeridad y propiedad que se debía, en fin, pese a todo lo anterior, los hechos de inseguridad, reiteramos y tenemos conciencia de que no fueron la causa principal del retiro de las navieras, sino la gota que derramó el vaso.

En efecto, por más de una década las navieras vinieron dando señales de agotamiento en el destino Mazatlán. Advirtieron de cobros desmedidos e innecesarios en las operaciones portuarias, advirtieron de los abusos del transporte, el comercio y los prestadores de servicios turísticos, advirtieron de la competencia que les hacían, incluso sus propios representantes en el puerto, advirtieron de que los prestadores de servicios turísticos no apoyaban las campañas de promoción de las navieras, incluso ni las de a bordo del barco, las que por cierto, son para que los turistas de los cruceros visiten las empresas que participan en ellas, grábense este último porque es fundamental.

Les aseguro que fueron tantas las quejas de las navieras que se desoyeron, que pese a que tenemos espacio ilimitado, tanto para escribir, como para contenido, y aun así no nos alcanzaría el tiempo, ni el espacio para detallar todas las cochinadas que se les hacían a las navieras y sus turistas.

Pues bien, pese a todas las advertencias que hicimos, se nos desoyó. Y no creemos que las autoridades lo hayan hecho por ignorarnos, o porque consideraran que no teníamos elementos, ni razón. Estamos convencidos que lo hicieron porque creyeron que los mazatlecos no éramos niños y que ante tan brutal golpazo que nos dieron las navieras por un lado y distintas circunstancias por el otro, que se sobreentendía que ya nos íbamos a portar bien.

Pues ya ven, que se equivocaron. Los mazatlecos no solamente chocamos una vez con la misma piedra, chocamos las veces que se nos dé la regalada gana y a quién no le guste, que le entre. Es el mensaje que parecemos mandar a quienes se atrevan a meternos en cintura.

Vean si no: Antier fue el aparente caso de la “confusión” en el bloqueo de un reconocido transporte turístico local, pero meses antes, los comerciantes de Zona Dorada advertían que no les estaban llevando turistas de cruceros a sus negocios. Y que si lo estaban haciendo a Copala y Concordia, con los riesgos de la violencia. Los transportistas y otros prestadores de servicios turísticos igual. Pero no crean que solamente están inconformes por lo de los cruceros, sino por todo lo que está pasando en el sector, por ejemplo: los de la zona Dorada con las mejoras: los de playas con los flujos de turistas, y así “N” inconformidades. Destacamos que la mayoría incongruenes y con poco sentido común.

Cabe aclarar; que Mazatlán viene de un retraso en la actividad turística de muchos años. De perder muchas oportunidades como la que estamos viviendo, es decir, un repunte y crecimiento turístico sin precedentes. Y estas oportunidades las hemos perdido por incongruentes, pero además por no tener memoria histórica que nos recuerde todo lo que hemos venido haciendo mal.

Y una parte que hemos hecho mal, muy mal, es la de la capacitación. Si bien es cierto se brindan “N” número de cursos de capacitación. También lo es que más que cursos cualitativos, estos son cuantitativos. De no ser así, luego entonces: ¿Por qué seguimos haciendo lo mismo?. Cometiendo una y otra vez los mismos errores.

Y miren que no se trata de castigar o criticar, ni de multar a nadie. Se trata más bien de concientizar a todos. Sí, leyeron bien, de concientizar a todos sobe el turismo, su importancia, los beneficios que nos acarrea. Pero también de que los turistas no son objetos que se mueven al antojo de nuestros caprichos o ambiciones, sino de que son: PERSONAS.

También se trata en los cursos de capacitación de que no capaciten para robotizar a los que los reciben. Se trata de volverlos mejores personas y de que adquieran conciencia de la importancia de los servicios que prestan a terceros.

En el caso de las tan socorridas propuestas de multar a los revoltosos, les dejamos una reflexión sobre la opinión de algunas personas en el sentido de que se deben de multar a todos quienes hagan actos que vayan contra la ley. Y es que nosotros pensamos que las multas son meramente un flagelo que de nada sirven, si ben para enriquecer la hacienda pública, pero en realidad y de fondo, no resuelven nada. De resolverlo, luego entonces porque tantas cosa malas siguen sucediendo.

Bueno, si las multas no sirven, porque no hacer lo que hizo recientemente una dependencia federal, que no decimos cuál es, porque estamos en época electoral y no vayan a multarnos por ello. Pues bien, el titular de esta dependencia dijo, palabras más, palabras menos: “A quienes han faltado a la ley en la materia, los vamos a multar, pero no en la forma tradicional, sino que en lugar de pagar la multa a la hacienda pública, se les sancionará con adquirir el equipo que requieran para operar en el marco de la ley, o en su defecto, la capacitación necesaria”.

Cuando lo oímos, casi se nos sale un “viva” y es que ese es el camino. Es decir, probadamente esta que las multas no funcionan y que solamente benefician a la hacienda pública y empobrecen a los ciudadanos y empresas, entonces por qué no probar nuevos métodos como el señalado.

En ese sentido, aplíquese, digamos una multa de 50 mil pesos a los que incurrieron en bloqueos. Pero en lugar de ir al fondo de administración de justicia, que vaya a pagar un curso de 1,000 horas de conciencia turística, y otra parte en mejoras en su equipo de trabajo. Claro que si no lo hace pues ahí sí, ya advertido, pues a cancelarle el permiso.

En busca de la opinión de un Experto Internacional:

Los mazatlecos somos muy dados a minimizar las opiniones de los propios mazatlecos, nos encanta que otras personas, extranjeras sobre todo, nos digan por ejemplo: qué hacer en un caso como este. O nos den opiniones, que las aplaudimos en público, pero que en la práctica ignoramos. Pero así “semos” qué le vamos a hacer.

Es así, que mientras las autoridades estatales, encabezadas por Sectur Sinaloa y locales, por el alcalde, se reunían a puerta cerrada en las oficinas de Sectur Sinaloa (5 Horas y media duró la reunión) en la que trataron el asunto de la “confusión” lo cual por cierto fue lo correcto, incluso, se actuó en el mismo sentido, es decir, correctamente, con celeridad y propiedad, con lo que se confirma nuevamente que nuestras autoridades están haciendo bien su labor, no así algunos prestadores de servicios turísticos, cuyas cabezas visibles de estos actos estaban ahí, en la reunión. Más no las no visibles, que las hay.

La Cosulta a Lluis Mesalles experto global en turismo

Bien, mientras ellos dialogaban en busca de acuerdos, nosotros decidimos consultar a un experto mundial en turismo, quien tiene una trayectoria mundial también y es además conocedor calificado en el tema de cruceros. Nos referimos a Lluis Mesalles de España, a quien acudimos buscando nos hiciera el favor de darnos su opinión, no del conflicto que ocurrió en Mazatlán por enésima ocasión, reiteramos. Sino para que nos ampliara la visión respecto de esta industria turística, la cual, no nos queda la menor duda que no entendemos.

Como es su costumbre, aceptó de buena gana nuestra petición, aunque nos advirtió:

“He leído tú petición. No tengo demasiada opinión sobre vuestro caso concreto porque no conozco todos los hechos. Pero si puedo generalizar en el tema de los cruceros por lo que se vive en otros puertos, y he vivido en persona. Esperando les sea de utilidad”.

El Turismo de Cruceros: Lluis Mesalles El turismo de cruceros es una opción que está en crecimiento por todo el mundo. Los turistas se sienten seguros en su barco, y el itinerario les sugiere la posibilidad de conocer lugares con glamour, al tiempo que disfrutan de lujosos viajes en compañía de sus pares. Esto no implica que todos los cruceristas desciendan en todas las escalas, y que todos se dirijan a empujones a dejar su dinero en las primeras tiendas que consigan a su paso. En muchos casos, los cruceristas entran en un lugar para ir al baño o dejar su basura. El turismo de cruceros, en todos los aspectos de su actividad, está muy detalladamente planificado y organizado. Nada ocurre sin que esté planeado. Nada es dejado a la improvisación. Son emprendimientos muy complejos, a los que para sacarles rendimiento cada paso, cada segundo y cada actividad deben estar minuciosamente estructurados y coordinados. Muchos destinos hablan de la influencia de los cruceros sobre la economía en un puerto de escala. En mi opinión, esto es menos de lo que podría ser, precisamente porque los cruceristas van rigurosamente planificados a visitar las tiendas y los atractivos previamente organizados por la empresa de cruceros. Nadie se mueve fuera del programa. Son mercados muy cerrados, donde el comprador suele poner condiciones muy estrictas a los interesados en estar en sus programas de visitas. El mercado no da para todos, ni es tan rosado como pareciera desde fuera. El turismo de cruceros beneficia sólo a unos pocos, los que aceptaron las condiciones impuestas. Pero si hay un aspecto por el que un destino puede tener interés en recibir cruceristas. Es sus viajeros con su economía resuelta, con curiosidad, que nos interesaría mucho tener localizados, hacerles seguimiento y así poder ofrecerle otras visiones de nuestro destino. Su primera visita deberíamos tratarla como la semilla de otras posteriores. No sólo se trata de venderles cualquier cosa. Se trata de mostrarles nuestra profesionalidad, nuestras cualidades, nuestra empatía, para poder contar con ellos como promotores continuados entre sus amigos. El destino tiene interés en mostrarse, limpio, seguro, luminoso, simpático, para enamorar mejor al viajero, destacando nuestra escala entre las otras que haga en su circuito.

Eso fue lo que nos comentó el buen Lluis, y al buen entendedor, pocas, muy pocas palabras. Ya si no entendemos “todos” lo anterior, entonces sí, a sacar la macana y que nos den de macanazos. No habrá de otra.